Leyendo: "Naruto Lucifer: El Ángel Más Bello de Dios".

Capítulo 3.

Pasaron más de unas horas antes del inicio del próximo capítulo, y todos aprovecharon para hacer cosas que no podían hacer hace mucho, sea por trabajo, o por otros temas.

Yasaka estaba jugando junto a Kunou y, curiosamente, Koneko y Amaterasu. La pequeña Nekoshou del grupo Gremory fue tomada por la Diosa del Sol, y no la soltó, ya que la estaba “cuidando” de los demonios.

Issei estaba hablando con Saji, Yuuto y, para sorpresa del resto del Grupo Gremory, Gasper, que debido a que no podía usar su poder aquí, estaba relajándose poco a poco.

Sirzechs estaba junto a Ajuka y Belcebú, mientras Serafall se había unido, para el shock de ambos, al grupo de Lilith, Runeas y las dos Leviatán. Katerea ya parecía haber olvidado su objetivo de destronarla, y hasta parecían ser amigas.

Incluso Rías, Akeno, Sona y Tsubaki se habían unido a ese grupo.

“Mis instintos bélicos me dice que se acerca algo”. – Ares le dijo a Apolo, que asintió solemnemente. El Dios del Sol no podía evitar ver al calvo pálido con la marca roja en el cuerpo, como si fuese un peligro no solo para el, sino todos los griegos.

Kratos estaba ignorando totalmente a los griegos de DxD, puesto que estaba más enfocado en hablar con Mimir y Buda, ya que Atreus estaba hablando con Loki… Que irónico.

La pantalla brilló, y algunos volvieron a sus asientos, mientras algunos grupos nuevos se quedaron.

“Al fin. Ya me estaba aburriendo”. – Lucifer bostezó, queriendo ver más de su contraparte que era, si se ponía honesto, mucho mejor que el. Tal vez no tan violador o “malvado” como esperaba, pero había hecho cosas que el no hizo nunca, y sin duda habrían sido mejor para el.

Great Red seguía teniendo un presentimiento extraño sobre Trihexa, recordando la cara de una mujer en la portada. Ophis lo ignoró totalmente, esperando poder a futuro hacer que ese Naruto se una a ella para sacar al lagarto gigante a su lado.

En la pantalla se mostró el cielo del Inframundo, de color rojizo y que tenía nubes moviéndose lentamente.

Han pasado ya mas de 100 años luego del nacimiento de Cristo, quien se "sacrifico" para limpiar los pecados de la humanidad.

“Bueno, al menos sabemos el tiempo en el que transcurre todo”. – Para muchos demonios jóvenes y los ansiosos de conocimiento, todo lo relacionado al mundo en esa época era inaccesible por obvias razones.

Dios, habiendo eliminado a los ángeles originales y reemplazarlos con nuevos ángeles mas puros e inocentes, puso en la mente de estos recuerdos de Naruto Lucifer cuando era Querubín en el cielo…

Hasta el momento de su caída por soberbia.

Los ángeles, siendo tontamente leales a Dios, sentían una profunda tristeza por su "hermano", pero si Él les decía que debían eliminarlo, lo harían.

“Si ese Miguel no se vuelve igual de poderoso que antes, ir a pelear contra Naruto es imposible si no está Elohim”. – Arthur habló lentamente, comparando visualmente al Naruto que habían visto, y al Michael de la sala.

Solo verlos te hacía darte cuenta cual era superior.

“Si les dice que deben eliminarlo… Supongo que ya nos acercamos a la Gran Guerra”. – Belcebú murmuró, intentando recordar porque habían ido a la guerra antes.

“Espero que haya un buen motivo, y no simplemente querer dominar el mundo como pasó en realidad”. – Kokabiel murmuró, ansioso de recordar esa buena época…

Eso, lleva a los sucesos actuales.

La imagen en pantalla cambió, mostrando un castillo conocido por muchos en el Inframundo.