Leyendo: "Naruto Lucifer: El Ángel Más Bello de Dios".

Capítulo 9.

“Error”.

Leviatán desvió un puñetazo de Rías y le golpeó con dos dedos en la frente, haciendo que la pelirroja trastabille un poco, antes de recomponerse y lanzar una patada a la pantorrilla de la demonio.

La patada conectó, pero Leviatán no pareció darle importancia.

Rías hizo una mueca al sentir como su pie le dolía como el infierno mismo.

“Es obvio que ella no es del tipo pelea”. – Trish no tardó en notar eso. La pelirroja tenía más probabilidades de sobrevivir con magia que en una pelea.

“Mira, Rías”. – Leviatán señaló a Lilith, que hizo una esfera de Poder de la Destrucción, haciendo abrir los ojos de la pelirroja y su amiga sentada al lado de Afrodita, ambas viendo a la Madre de los Demonios hacer eso.

“No debería sorprender a nadie. Nosotros les dimos esos poderes, es obvio que podemos usarlos, o cancelarlos”. – Lilith iba a seguir hablando, pero la pantalla brilló.

“Después te enseñaré algo”. – Rías asintió ocultando su emoción lo más posible, volviendo a su lugar.

Ravel miró en silencio a quién antes de venir aquí estaba por convertirse en su cuñada, y sintió una punzada de curiosidad por como estaba avanzando todo en ella.

Ese grupo la estaba cambiando, y sin duda su hermano ya estaba jodido.

La pantalla mostró una imagen clara del Castillo Lucifer, antes de meterse a la Sala de Reuniones.

[Castillo Lucifer – Sala de Reuniones]

Naruto, Belcebú y Rizevim vieron la proyección frente a ellos con serenidad.

En uno de los tantos campos de batalla, estaban peleando los diablos más fuertes de la nueva generación.

Mientras la imagen pasaba de ellos al Campo de Batalla, todos vieron los cuerpos destruidos, armas y sangre por todos lados.

Sirzechs lanzó una esfera de Poder de la Destrucción hacía un grupo de caídos que iba hacía el, saltando en el aíre y girando para evitar un grupo de ángeles de 3 pares de alas. Pequeñas esferas de la magia de su clan materno salieron disparadas, asesinando a los ángeles sin chance a responder.

Sirzechs sintió un poco de orgullo al ver a su yo más joven pelear contra ángeles de 3 pares de alas, que eran más significativos que los de su propio mundo, y ganar.

Aún estaba seguro que tendría un trauma por lo que vio, pero lo superaría.

Ajuka partió a la mitad a dos caídos que iban a atacar a su compañero por la espalda, usando solo sus piernas.

Ajuka hizo una expresión satisfecha, ignorando que no usó la Formula Kankara en ese momento, pero fue suficiente el partirlos con las piernas.

“Duro hermano”. – Ddraig miró a Issei en silencio, notando que veía la pantalla con una leve incomodidad.

“Eso es la guerra. No creo que la vivas, o al menos no a ese nivel”. – Issei asintió lentamente, removiéndose un poco de la incomodidad. No era el único, pero debía soportarlo.

Ruval lanzó un puñetazo rodeado de fuego, el cuál se llevó puesto a 5 ángeles de dos pares de alas. Serafall lanzó unas estacas de hielo hacía un pequeño grupo de caídos, los cuales cayeron como moscas del cielo.

Falbium estaba peleando cuerpo a cuerpo con dos ángeles, aprovechando una apertura en ambos para atravesar sus costados y usar un ataque mágico de rayo para rostizarlos.