La fiesta había terminado tras varias horas.
Entre tanto, los que no se metieron a la misma, se quedaron socializando en la sala.
“Entonces… Estarás relacionado con ese Lucifer”. – Freya miró a Kratos, que asintió lentamente, comiendo lentamente unas aceitunas que… le encantaban.
“Si llega a ser tu yo joven hermano, espero que no haya muchos problemas con el muchacho…” – Kratos siguió comiendo sus aceitunas, antes de ver a Mimir y hablar.
“Hay algo… Que me dice que este Demonio va a ayudarme”. – Mimir se rió levemente, a excepción de Freya que mantuvo la serenidad.
“Suena irónico si lo piensas. Ese chico mostró ser mejor que la gran mayoría de Dioses que he visto, y es un demonio”. – Freya soltó una leve risa por eso. Kratos tragó su aceituna, viendo de reojo como los últimos salían de la fiesta, mientras el resto aún se recuperaba.
“Es seguro que nos vamos a volver a ver todos en ese mundo. No se si sea yo la Freya de ese mundo, o Mimir sea también otra cabeza parlante, pero es seguro que nos volveremos a ver”. – Kratos y Freya se quedaron viendo fijamente por varios segundos…
El brillo de la pantalla los sacó de sus miradas.
Mimir guardó silencio, sonriendo levemente al ver a Kratos parpadear un poco.
“Joder…” – Asmodeus se agarró el culo cuando se sentó. Ahora no lucía como antes, sino que estaba transformado en… una mujer. Lucifer ignoró totalmente cualquier queja de Asmodeus cuando se sentó, al igual que Belcebú, que estaba tomando vodka de una botella.
La pantalla volvió a mostrar el rostro dormido de Naruto en el Fin del Mundo.
“Oye… oye… despierta…”
“… Carajo”. – Quetzalcóatl, que había llegado hace poco de su sueño, sonrió divertida al oír una voz femenina. Toda la información que recibió la procesó mientras todos estaban en la fiesta, y no podía divertirle más.
Naruto estaba molesto. Llevaban 10 minutos queriendo que se despierte, aunque ya estaba despierto, y no parecía que aquella mujer fuese a parar.
Estaba picoteando su mejilla con su dedo, y no paraba de decirle “Oye, despierta”.
Tomó la mano, y abrió su ojo izquierdo, del lado que estaba oyendo esa voz. Miró a la mujer con molestia, que tenía una sonrisa en su expresión serena.
Cabello negro y largo hasta sus caderas, ojos de color carmesí brillante. Unos adornos en la cabeza hechos de oro, y un tatuaje extraño en el cuello. Un vestido rojo con prominente escote, algo que resaltaba también la figura voluptuosa de la misma.
En sus brazos, unos guantes de seda negro reposan, los cuales llegan hasta arriba de su codo.
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Leyendo: "Naruto Lucifer: El Ángel Más Bello de Dios".
FanfictionL-1. Como dice el titulo, un leyendo de mi historia de Naruto Lucifer. Vean para saber más, pues.