¿Puedo pasar por tu balcón? | JoongDunk

capítulo 25

Joong no podía creer que la persona que lo abrazaba fuertemente en ese momento, y babeaba el pecho de su camiseta de pijama por su profundo sueño, fuese quien le decía curiosos apodos al hacer el amor.

— mi pequeño pulpo, ¿sabes lo enamorado que estoy de ti? — le susurró, acariciando su cabello, sin preocuparse de que despertarlo conllevara una sesión matutina de pasionales besos.

— amo mucho a mi vecino. — murmuró Dunk. — es mi novio.

— ¿es guapo ese vecino? — preguntó en voz baja.

— es mi guapo. — el más bajo restregó su mejilla contra su pecho, apretándolo más entre sus brazos. — cuando sonríe, siento muy bonito. como Rapunzel al ver las luces flotantes.

Joong sonrió como un bobo. — yo también siento bonito al escuchar tus impredecibles comentarios. te convertiste en mi flor que da fulgor.

Dunk sonrió levemente, pero en cuestión de segundos volvió a quedar boquiabierto, ampliando el charquito de saliva en su camiseta.

— duermes a gusto, ¿no es así? — rió un poco, provocando que su novio frunciera el ceño. — lo siento.

— blandito ruidoso. — protestó el más bajo, volviendo a relajar su expresión cuando dejó un beso en su frente.

Joong se durmió, intentando ignorar lo poco que podía expandir su caja torácica ante el firme abrazo que le daba su novio.

— 🏢 —

Dunk dejó de caminar, provocando que Joong riera. — vecino, no me parece nada de divertido esto. prometiste regalarme un globo si te acompañaba a la tienda, — señaló al carrito, al otro lado de la calle, en donde estaba el parque. — y ya estamos por volver al departamento con las manos vacías. 

— ¿me acompañaste por interés? — el más alto rodeó su cintura con su brazo.

— ¿me engañaste para que te acompañara? — se cruzó de brazos.

Joong volvió a reír, dejando un suave beso en su mejilla. — vamos por tu globo.

— ¡sí! — presumió, robándole un beso, antes de hacerlo cruzar el paso peatonal. — espero que nadie haya comprado el que yo quería.

— estoy seguro de que nadie compró el de Rapunzel. — Joong le leyó la mente. — y si fue así, encargaré una caja llena de ellos.

Dunk rió. — no olvidaré tan fácilmente que me querías llevar a casa sin el regalo prometido. — le mostró la lengua, centrando su atención en los globos a su disposición. — buenas tardes, señor. quisiera ese. 

señaló un globo redondo, color rosado, con la imagen de una Rapunzel que peinaba su cabello estampada en ambas caras.

— aquí tiene. — el hombre se lo entregó con una amable sonrisa, recibiendo el pago de Joong. — tengan un lindo día.

Dunk observaba hacia arriba mientras daban una vuelta por el parque, encontrando hermosa la manera en que su globo flotaba, resaltando en el amplio cielo.

— sabía que nunca dejarías de ser un maricón. — la voz que llegó a sus oídos lo congeló, pero aún así, dejó ir su globo en un acto reflejo. — hicimos bien en botarte a la calle como un perro-.

— ¿quién demonios se cree para hablarle así a mi novio? — Joong se interpuso entre él y el mayor, permitiéndole esconderse tras su cuerpo, pues seguía paralizado.

llevaba años sin ver a ese hombre.

— soy la persona que carga con la vergüenza de tener un hijo que se abre de piernas ante cualquier hombre-.