Con un leve asentimiento, Hyunjin agradeció al cochero el corto viaje hasta la comisaría. A pesar de haber sido convocado por el oficial Lee con una connotación urgente, Hyunjin no pudo verlo por ningún lado. Así que, suponiendo que se encontraba ocupado en otros asuntos, procedió a abrirse paso a través de los pasillos de la silenciosa institución.
Haciendo uso del conocimiento adquirido en sus visitas anteriores, Hyunjin logró alcanzar la habitación designada como morgue en cuestión de minutos. Allí, un oficial desconocido le esperaba, informándole rápidamente el motivo del inesperado llamado. Al parecer, habían encontrado a una víctima de asesinato que podría acelerar los resultados de la investigación en la que llevaba trabajando varias semanas sin avance alguno.
Hyunjin suspiró. Honestamente, ya estaba bastante harto de lidiar con cadáveres en ocasiones tan seguidas. Reconocía su talento para el trabajo, pero prefería ocuparse de la salud de los vivos. Y últimamente, gracias al inspector Seo y su necesidad obsesa por localizar a un asesino que lo ayudara a elevar su posición en el escalafón judicial, no tenía mucho de eso.
Recibió las notas que el oficial había preparado donde se describían brevemente los datos personales de la víctima; tales como su nombre, edad, género, ocupación y cualquier otra información pertinente antes de empezar con su labor. No había nada sobre las condiciones de la muerte aparte de que se trataba de un caso de envenenamiento, acompañado con una orden para realizar la autopsia y redactar el reporte pertinente. Un escalofrío le recorrió la columna vertebral cuando se encontró con el nombre de Kim Wonpil en la hoja de papel y la avalancha de preguntas lo inundó, aderezada con un pesado sentimiento de decepción ante la muerte de un alfa tan respetable.
La mayoría de los miembros de su casta podían ser clasificados bajo la misma categoría: siempre demasiado orgullosos de una simple decisión aleatoria de la naturaleza y de los beneficios que venían con ella. Abusivos, hambrientos de poder y dispuestos a cualquier cosa con tal de ejercer su superioridad sobre aquellos menos favorecidos. Kim Wonpil era parte de la minoría, del tipo de alfa que se esforzaba más en ser un buen hombre que en ser un alfa digno de la podrida sociedad en la que habitaban. Cuando Hyunjin escuchó de sus recientes nupcias durante un almuerzo de trabajo había brindado a su salud, deseándole un feliz y próspero matrimonio, secretamente aliviado de que el omega en cuestión no tendría que preocuparse jamás por ser maltratado o abusado.
Verlo recostado sin vida en la fría camilla, cubierto con una sábana blanca, ojos cerrados y signos de una muerte dolorosa en su rostro, Hyunjin no pudo evitar sentir más que rabia ciega ante la criatura malévola que le había arrebatado la vida a un hombre en el mejor momento de su existencia, privándolo de un futuro maravilloso. Por primera vez en muchos años, Hyunjin sintió el azote de la empatía humana y tuvo que forzarse a sí mismo a cumplir con su trabajo.
Tomó la bata que el oficial dejó a un lado antes de abandonar la morgue y después de disponer de las cortinas para permitir la entrada de la luz natural mientras trabajaba, Hyunjin revisó los instrumentos quirúrgicos básicos dispuestos en una mesa de madera cercana. Una vez estuvo listo, posó su mirada en el cuerpo del difunto que había sido previamente conservado para evitar su descomposición. Observó que el proceso se había realizado de forma satisfactoria, manteniendo los tejidos relativamente bien a pesar del ligero olor químico que flotaba en el aire.
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Acqua Tofana (Hyunlix)
Fanfiction"Dime cada cosa terrible que hayas hecho y déjame amarte de todos modos" - Edgar Allan Poe ShortFic Hyunlix Omegaverse | Fantasía Histórica | Romance Advertencias: violencia y discriminación de género, asesinatos, descripciones detallas de autopsia...