Acqua Tofana (Hyunlix)

05. Equivocado

Ajustándose el abrigo, Seungmin dio el último paso que delimitaba los vastos terrenos de su residencia con el bosque adyacente. No había necesidad de llevar consigo una lámpara de aceite o velas que pudieran delatar su presencia, incluso sin el brillo claro de la luna podía recorrer este mismo camino mil veces sin perderse. Era su lugar de encuentro predilecto, el único en el que podían reunirse sin temor a ser descubiertos.

Como siempre en las últimas tres semanas, Seungmin palpó el vial oculto entre uno de los bolsillos secretos de su abrigo, asegurándose la posibilidad de escape de una vida sin amor y atada a los dictámenes de su familia. A pesar de haber estado desesperado al principio, Seungmin todavía no era capaz de reunir el coraje necesario para atreverse a usarlo, hundiéndose en la rutina diaria y sus muchas responsabilidades para evitar pensar en ello.

Había estado esperando esta noche con ansias, anhelándola mucho más que el valor necesario para liberarse a sí mismo. Después de todo, era la noche en la que se encontraría con su amado después de dos meses de larga separación. Lee Daehwi era un talentoso actor de teatro musical que constantemente se encontraba viajando por los diferentes reinos junto a la reputada compañía de teatro a la que pertenecía. Seungmin lo había conocido durante un espectáculo presentado en honor al rey de Dalune en celebración por su cumpleaños el año pasado. Desde entonces, sus esporádicos encuentros se habían convertido en la luz de sus días, buscando repetirlos tanto como fuera posible.

Seungmin estaba tan enamorado, que se consideraba listo para dejar atrás su cómoda vida y embarcarse en la aventura que le suponía viajar de un lado a otro compartiendo su arte y talento. Sus sueños estaban plagados de escenas en las que compartía el escenario con Daehwi, ambos mostrándoles al mundo lo capaces que eran sus voces y la calidad de su arte.

Y el vial en su bolsillo era su boleto hacia ese futuro de ensueño.

Si bien su plan inicial se había retrasado por culpa de su propia cobardía, también estaba la cuestión de la investigación en curso por las autoridades. Se decía que estaban a la caza de un habilidoso asesino serial cuyo objetivo eran los alfas y que su experticia era tal, que no dejaba rastros tras de sí. En muchas ocasiones, Seungmin había tenido que reprimir una carcajada cuando los miembros de la corte conjeturaban entre ellos sobre la posible identidad del culpable. Se decía que estaban buscando a algún alfa o beta con conocimientos médicos dado lo pulcro de los crímenes, por lo que la mayoría tenía la mirada puesta en los curanderos farsantes que solían presumir de conocimientos que no poseían.

Lady Jihyo le había tranquilizado diciéndole que, por el momento, frustración era todo lo que los oficiales tenían en su haber, ya que no había pruebas ni testimonios que pudieran seguir. Además, el número de muertes sospechosas en las últimas semanas había sido prácticamente nulo. Todo gracias a que Félix había detenido la producción del veneno por precaución al hecho de que incluso su alfa, un respetado médico, era parte de la investigación. Seungmin no podía imaginar el nivel de presión que el omega debía estar sufriendo en esos momentos, sabiendo que su propia pareja estaba involucrada en semejante cacería de brujas.