Simplemente quiero estar sola

433 38 1
                                    

*ੈ✩‧₊˚༺☆༻*ੈ✩‧₊˚

La mañana en la academia estaba envuelta en una atmósfera bastante inquietante y esto solo se debe a algo.

La entrega de promedios.

Estábamos todos reunidos en el aula, esperando que la señora McMillian nos entregara las calificaciones finales de los exámenes.

Mi corazón no estaba particularmente acelerado; en realidad, para mí, las notas no tenían la misma importancia que antes.

Creo que ya lo saben...

Sin embargo, la curiosidad seguía presente.

Finalmente, la profesora comenzó a distribuir los sobres con las calificaciones de primer semestre. 

Cuando me entregó el mío, me limité a abrirlo con calma e indiferencia.

No era nada del otro mundo.

Observé las calificaciones que aparecían en el papel: A en matemáticas, A en literatura y A en historia.

Digamos que Alquimia no era lo mío saque ‐F.

En mi curso de universidad no sabía que tal materia existía.

Por eso la nota, desconocía totalmente el tema de alquimia.

Pero lo que realmente me sorprendió fue el encabezado al final de la hoja: "Ellen Maddox, segunda mejor nota de la clase.".

Volví a ver a la profesora, claramente se podía ver su expresión de desconcierto pero a la vez de emoción.

¿A que se debe eso? ¡Solo es una nota!

Creo que es porque esta maestra conocía muy bien a Ellen y sabía cuanto le costaba entender los diferentes temas.

En cierta parte podría ser raro por el cambio repentino que Ellen la inutil tuvo en el promedio, pero por otra parte es un orgullo ya que deja buena cara a la academia.

Cuando la señora McMillian me llamó al frente, el aula se sumió en un silencio expectante.

Ya sabia que iba a pasar.

Me levanté y caminé con paso firme hacia el escritorio de la maestra, notando las miradas curiosas y los susurros que se esparcían por la sala.

¡Ridículos!

—¡Atención por favor! —dijo la señora McMillian con una sonrisa amplia.— Quiero felicitar a la señorita Ellen Maddox, quien ha obtenido la segunda mejor nota en los exámenes que anteriormente todos han hecho.—Aclaró.— Y en los cuales no les fue tan bien, pero ese no es el caso, la señorita Ellen ha demostrado un gran esfuerzo y dedicación y se ha reflejado en sus notas. ¡Un aplauso para Ellen!

Pregunta... ¿Eso era necesario? Senti que menospreció a los demás.

Pero no es mi asunto.

Unos cuantos aplausos estallaron en el aula, y a decir verdad prefiero que sean transparentes que hipócritas, doble cara...pero lo que realmente me llamó la atención fueron las reacciones a mi alrededor.

Típico

Los disque compañeros comenzaron a susurrar entre ellos, algunos con incredulidad, otros con admiración.

Los últimos fueron los que aplaudieron.

Luego de ello me dirigí nuevamente a mi escritorio para descansar de tanta molestia, a la vez para aprovechar y revisar donde puedo aprender alquimia.

REENCARNAR EN LA VILLANA...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora