Parte dos.
—¡Seungmin, eso fue hace dos años! —grita Minho siguiéndolo por la casa—. ¡Y fue la única vez!
Se gira a mirarlo con las lágrimas escurriendo de sus ojos, su pecho duele y sabe que quizás se merece ese dolor, porque ama tanto a Minho, pero fue un imbecil por dejarlo.
—Me fui diez años, ¡Diez años, Minho! —le recalca—. Y jamás te engañé con nadie.
No miente. Sí, huyó, pero, y a pesar de estar cometiendo atentados horribles, jamás tuvo el corazón para engañar a su esposo.
Podra ser un asesino, sí, pero un infiel jamás.
—¡Era nuestro aniversario y estaba muy triste, no lo pensé! —Frunce su ceño ante las palabras de Minho, es indignante.
Porque él pasaba cada aniversario odiándose por no ser lo menos monstruo para el mayor tanto que tuvo que abandonarlo, y éste estaba disfrutando con otro.
Increíble.
—¡Eso es incluso peor!
—¡¿Yo cómo iba a saber que seguías vivo?! —Suelta el mayor con molestia—. ¡Quise intentar seguir con mi vida!
—¡Pues quédate y sigue! —Se adentra a la habitación y toma uno de sus bolsos en los que comienza a guardar su ropa—. Disfruta.
Nunca debió haber vuelto.
Está a punto de escapar, pero una mano lo jala y termina chocando contra Minho.
—No te vas a ir. —La molestia del mayor es grande—. Siéntate y escúchame.
Las palabras pesan en su interior, queriéndose negar a la orden del pelinegro, quien no parece importarle pues al final lo arroja contra la cama.
—Yo sé que estuvo mal —comienza—. Pero fue esa única vez, en una fecha que me hacía sentir de la mierda por no estar contigo, en la que me sentía vulnerable y enojado.
Sus lágrimas no se detienen y no le gusta que lo vea llorar, su rostro baja, pero la mano de Minho sobre su mentón lo obliga a verlo a los ojos.
—No sabes cuánto intenté odiarte, Seungmin —La furia en sus palabras lo hace suspirar—. Pero te amo tanto que no podía pensar en nadie más que en ti, en que quería que fueras tú quien estuviera ahí conmigo.
Por más increíble que sea, sabe que Minho no miente, tiene su mente abierta y cada palabra parece venir de su corazón.
—Perdóname, amor.
No es algo fácil de perdonar, sin embargo, Minho ya lo hizo cuando se fue por tanto tiempo, lo perdonó, lo acogió a pesar de que no lo merecía y jamás dejó de verlo con esa mirada llena de amor.
Y aunque su corazón quiere decir que no, la mano que sujeta su bolso lo suelta dejándolo caer al suelo.
Un suspiro sale de sus labios y asiente lentamente.—Está bien.
El mayor sonríe y lo besa lentamente, haciendo entender que él es el único y siempre lo será, y toma eso, lo guarda en lo profundo de su ser porque es lo que quiere creer.
Después de todo, la eternidad sería dolorosa sin Minho.
El beso se intensifica y su esposo se sube a su regazo mientras sus bocas están unidas con rudeza.
—Si te hace sentir mejor —dice el mayor cuando se aleja un momento—. Gemí tú nombre para imaginarme que eras tú.
Un jadeo se escapa cuando Minho lame su cuello, la sensibilidad en sus cuerpos reacciona ante la excitación, todos sus sentidos se agudizan y sus cuerpos fríos comienzan a sentirse como lava ardiente.
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The order
FanfictionSangre, poder y orden es el lema de los inmortales. Amor, dolor y humanos no podían mezclarse en su oscura eternidad. Hyunjin, un vampiro sin ningún respeto por la vida humana conoce a Felix, un chico que le hace poner en duda todos sus ideales Soci...