Sangre, poder y orden es el lema de los inmortales.
Amor, dolor y humanos no podían mezclarse en su oscura eternidad.
Hyunjin, un vampiro sin ningún respeto por la vida humana conoce a Felix, un chico que le hace poner en duda todos sus ideales
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Su cuerpo chocó contra la pared de azulejos apenas entraron a los sanitarios.
Hyunjin lo empujó y besó sus labios con desesperación, las manos de éste recorrían los costados de su cuerpo, mientras que la suyas se perdían en los mechones negros de su novio.
—Tenía tantas ganas de probarte —el aliento del mayor acaricia su piel—. Me estaba volviendo loco.
—¿Probar qué, exactamente? —Pregunta con una sonrisa—. ¿Mis besos o mi sangre?
—Cualquiera de los dos los quiero probar siempre.
Se aparta un poco para mirar fijamente los ojos oscuros de Hyunjin.
—Entonces hazlo —susurra.
El contrario niega dejando cortos besos en su rostro, haciendo un camino hasta su cuello.
—No te voy a morder, Felix —lo escucha decir, dejando otro beso en esa zona sensible.
—No tienes que hacerlo —el pelinegro lo mira sin entender—. Mmm, ¿estarás bien con una sola gota?
—¿Qué estas tramando?
Sonríe antes de tomar su propio labio inferior entre sus dientes, solo un poco, es doloroso, pero no le molesta.
—Hey, Felix, no, espera —Hyunjin se aparta de golpe—. La vez que la probé estaba muy débil, ahora estoy bien, yo podría...
Siente la humedad extraña en su labio cuando Hyunjin se calla, es una herida pequeña y apenas hay sangre sobre esta, pero es lo suficiente para descolocar al mayor, aún así, no tiene miedo.
—Ven —lo llama, el pelinegro niega asustado—. Ven, Hyunjin, sé que no me vas a lastimar.
Los ojos de su novio cambiaron de su usual color oscuro a uno granate, también puede distinguir los colmillos que han aumentado su tamaño.
Definitivamente Hyunjin es hermoso en cada una de sus facetas, mortal e inmortal, en ambas es perfecto.
—Necesito salir de aquí —pero antes de poder escapar lo toma del antebrazo—. Felix, en serio.
—Bésame —susurra acercándose a Hyunjin—. Pruébame.
—Estás jugando con fuego, Felix —el mayor ahora lo mira, después a sus labios con un brillo inusual en sus ojos.
—Bueno, este fuego me gusta.
Siente la sonrisa del pelinegro sobre sus labios y entonces lo besa.
Hyunjin lo toma con delicadeza, su labio arde ante el contacto del otro, pero disfruta la manera en la que su novio sujeta su cintura y se prueban, escucha al contrario jadear mientras pasa la lengua por su herida, sintiendo el sabor de su sangre conforme profundizan el beso.
