Sangre, poder y orden es el lema de los inmortales.
Amor, dolor y humanos no podían mezclarse en su oscura eternidad.
Hyunjin, un vampiro sin ningún respeto por la vida humana conoce a Felix, un chico que le hace poner en duda todos sus ideales
Soci...
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Los gritos de Felix en el piso inferior lo alarmaron lo suficiente como para bajar a toda velocidad sin dudarlo, llegando rápidamente a la cocina y observando una escena que lo hizo enfurecer.
El pecoso estaba contra el suelo mientras alguien lo sujetaba con fuerza y se inclinaba hacia su cuello.
Su cuerpo actuó por sí solo, empujó a aquel tipo lejos del menor antes de que pudiera hacerle algo y lo inmovilizó sujetándole los brazos.
—¡¿Qué mierda?! —Gritó sentándose a horcajadas sobre el chico y colocando sus manos sobre el cuello.
Felix tose en el suelo intentando regular su respiración, las lágrimas en los ojos lo enfurecieron más y otro recuerdo de su vida como humano apareció en su cabeza, era de su Felix llorando.
—¿Hyunjin? —Escuchó que dijo la persona debajo suyo.
Sus ojos se dirigieron a éste, sus manos dejaron de presionar su cuello y la sorpresa en su rostro era impresionante al darse cuenta de quién era.
—¿Seungmin?
Se alejó de él en un segundo sin quitarle la mirada y llegando a donde estaba el pecoso recomponiéndose.
—¿Se conocen? —Dijo el rubio con la voz rota.
—¿Qué haces aquí? ¿Quién es él? —Preguntó Seungmin apuntando a Felix quién ahora se escondía detrás suyo.
—Aquí vivo, aquí vivimos Minho y yo —respondió en voz baja haciendo reír al otro vampiro—. ¿Tú quién eres?
El menor lucía sumamente confundido, no lo culpaba, no después de haber sido atacado y casi asesinado por un sujeto que parecía conocer.
—Soy el esposo de Minho, Lee Seungmin.
La quijada de Felix cayó ante la respuesta pretenciosa del pelinegro, porque estaba seguro que jamás se hubiera imaginado que la pareja secreta de Minho fuera así, increíblemente joven, bello y con esa aura rebelde, al menos no parecía ser el tipo de su cuidador.
—¿Qué te paso, Hyunjin? —Volvió a hablar el vampiro—. ¿Ahora proteges huma...?
