Parte dos.
Ordenó y preparó lo mejor que pudo su habitación mientras Felix lo esperaba detrás de la puerta.Mentiría si dijera no sentirse nervioso, pero realmente lo estaba, aunque también se sentía emocionado por poder experimentar el éxtasis con la persona que ama.
Terminó los últimos arreglos y fue a abrirle al menor.
—Oh —fue lo primero que dijo al entrar—. Si que eres un romántico empedernido.
Rueda los ojos y camina detrás de Felix quien inspecciona la habitación decorada con pequeñas velas y flores que se esparcen por todo el lugar.
—¿Muy anticuado? —Pregunta con una sonrisa.
—Meh, es entendible teniendo en cuenta que tienes como trescientos años más o menos —su semblante de completa indignación hace reír al pecoso—. Me gusta, Hyunjin.
—¡Tengo ciento veinte! —suelta ofendido—. ¡Técnicamente veinte!
—Tienes la edad de mi tatarabuelo —se burla—. ¿Crees que puedas hacerlo? ¿O tendrás problemas para...?
Las palabras del menor son silenciadas cuando lo arroja contra la cama en décimas de segundo, colocándose sobre su novio y manteniendo su rostro a unos centímetros del contrario.
—Ya cierra la boca —gruñe con el ceño fruncido—. Desde acá puedo sentir tu nerviosismo.
—Pues lo estoy, idiota —Felix intenta alejarlo sin éxito, obviamente.
—Podemos no hacerlo si quieres, igual no creo que me aguantes el ritmo —ahora es su turno de burlarse.
—¿Estás seguro? —El tono coqueto en su voz lo hace sonreír—. ¿Lo quieres averiguar?
Le da una última sonrisa antes de juntar sus labios ahora sin la tensión y los nervios abrumando, solo quedan las ansias por querer probar más.
Felix acaricia sus brazos y pecho sin dejar de besarse, él en cambio, tiene una de sus manos sobre el colchón para no dejar caer su peso contra el del menor, la otra se introduce lentamente debajo de la camisa tocando la cálida piel con delicadeza, tratando de no propasarse con su fuerza para no lastimarlo.
Se mueve sobre el cuerpo tembloroso de Felix, dejando un camino de cortos y húmedos besos en su cuello. Oliendo la deliciosa fragancia de su sangre y controlándose lo más que puede para no encajar sus colmillos ahí.
—Hazlo —jadea el pecoso, niega con una sonrisa, pero no se abstiene de dejar una pequeña mordida que la saca un gemido placentero.
—Aún no, no —susurra.
Y probablemente nunca, no quiere pensar en eso en estos momento, en la posible transformación de su novio, por ahora solo quiere disfrutar.
Puede sentir todo lo que su novio siente, el placer, su nerviosismo, todo lo que está experimentando, le encanta que se sienta bien.
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The order
FanfictionSangre, poder y orden es el lema de los inmortales. Amor, dolor y humanos no podían mezclarse en su oscura eternidad. Hyunjin, un vampiro sin ningún respeto por la vida humana conoce a Felix, un chico que le hace poner en duda todos sus ideales Soci...