—¿Cómo me convenciste de esto? —preguntó la rubia mientras trataba de bajarle el traje, esperando que por arte de magia su piel dejara de estar tan expuesta.
Addison sonrió, moviendo las caderas para escuchar el sonido de los brillos chocar entre sí.
—¿Cómo me veo? —preguntó ignorando su intensa mirada. Se colocó de puntillas, dando vueltas y llevando las manos sobre su cabeza como si fuese una bailarina de ballet.
—Te ves... increíble —suspiró tras morderse el labio—, ¿segura que quieres hacerlo?
—He ensayado como loca, Tay. Prometo no arruinarlo —detuvo sus movimientos de golpe, mirándola con ojos brillantes.
Swift pasó su pulgar por su ceño fruncido, acariciando con una suavidad sorprendente la piel de su amada.
—No insinúe que vas a hacer eso, amor —aclaró bajando su mano hasta su mandíbula, donde trazó la línea lentamente—, eres la mejor en todo lo haces.
—¿Entonces? —su voz fue apenas un susurro. Tenía los ojos cerrados, absorta en el toque de su esposa. Taylor observó su perfecto delineado, el rumor en sus mejillas y sus labios rojos
Finalmente dejó de tocarle el rostro, pero solo porque dirigió ambas manos hasta su espalda baja para atraerla más a su cuerpo. Addison abrió los ojos de golpe, encontrándose con el rostro de Taylor a escasos centímetros del de ella.
—Me cuesta compartirte —confesó con las pupilas dilatas—, y es difícil porque realmente amo cuando te involucras en mi trabajo.
—¿Sabes que será lo mejor de subir al escenario? —la rubia negó en silencio mientras que Addie le acariciaba el cabello—, que, cuando el concierto termine, me iré a casa contigo.
—Conmigo —repitió como si no pudiera creerlo. Como si no llevaran casadas casi dos años.
—Así es —confirmó jugando con algunos mechones rubios—, estoy muy emocionada. Es mi última oportunidad para subir y bailar.
Los ojos azules de Taylor brillaron en compasión mientras que su mano derecha cayó directo al estómago de su esposa, donde en un par de meses estaría un pequeño bulto.
—Lo sé. Lamento ser tan terca... se que lo harás increíble y que será súper divertido. Solo quiero que te diviertas, cariño, porque lo mereces —le besó los labios suavemente antes de escuchar unas pisadas a su espalda.
—¿Taylor? —llamó alguien de su equipo—, lamento interrumpirte pero ya es hora.
—Solo un segundo —respondió girando el rostro para sonreírle suavemente, luego volvió la atención hacia su esposa y suspiró—, te veo en un par de horas.
—Estaremos apoyándote desde aquí.
—Recuerda descansar un poco —advirtió separándose un poco—, ¡Y avísame si te sientes mal!
Addison la empujó un poco. —Anda, tienes un concierto por dar. Asegúrate de hacerlos sentir especial, después de todo estás en mi país.
Taylor miró a su alrededor rápidamente solo para asegurarse que estuvieran a solas. Una vez comprobado, se arrodilló hasta quedar a la altura de su estómago y decir: «pórtate bien con mami».
—Apártate de mi ombligo, rarita —dijo alejándola con cuidado.
—Sigo creyendo que así es como puede escucharme —respondió poniéndose de pie y enderezando su postura—, y estás casada con esta rarita.
Addison se limitó a darle otro beso rápido y acariciarle las mejillas con ambas manos. —Buena suerte, amor. Trataré de no extrañarte mucho.
—Y yo trataré de no verte mucho cuando subas —bajó su mano hasta llegar más abajo de su espalda, en el punto donde su vestido azul desaparecía y dejaba ver más piel de lo normal.
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Mastermind || T. S
FanfictionNo era un secreto que Taylor tenía un ligero enamoramiento por Addie desde que la vió actuar en la serie normal people -ella misma lo había revelado en una entrevista- y ese ligero sentimiento creció cuando la conoció en persona en la fiesta de cump...