𝐄𝐯𝐢𝐭𝐞𝐫𝐧𝐨 || 𝑄𝑢𝑒, ℎ𝑎𝑏𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑎𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜, 𝑛𝑜 𝑡𝑒𝑛𝑑𝑟á 𝑓𝑖𝑛.
Nazaria, una adolescente energética y amable, bondadosa con todos y que siempre busca alegrarle el día a cualquiera que lo necesitará.
Ne...
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A la mañana, todos se encontraban en la recepción del edificio abandonado, esperando a Jorge para seguir con el camino.
—— Ya dinos, ¿qué te sucede?—la voz de Belle saca a Nazaria de sus pensamientos, quitando la mirada que tenía en Newt para verla a ella—
—— ¿Qué?
—— No te hagas la desentendida. Vimos como Newt salía de tu habitación.—informa Aris, haciendo que la rubia abra los ojos sorprendida—
—— ¿Qué pasó?
—— No pasó nada. ¿Por qué creen que pasó algo?—pregunta nerviosa, dejando en evidencia que mentía—
—— No sabes mentir.—la contradice Belle, acercándose un poco a ella—Dinos.
—— ¡Bien!—la separa de ella y se cruza de brazos—Ayer nos besamos.—confiesa, haciendo que sus amigos la vean y se vean entre ellos—
Belle suelta una risa nasal mientras negaba con la cabeza, extendiendo su mano hacia Aris, este se maldecia por sus adentros.
—— Dame.
—— Te detesto.—informa y le entrega dos barras de chocolate—
—— ¿Apostaron?—pregunta incrédula, indignada porque sus amigos apostaron con ella—
—— ¡No!—niega rápidamente la castaña, recibiendo una mala mirada por parte de Nazaria—Bueno, no sería apostar. Solo jugamos a ver que pasaba con ustedes.
—— Eso es apostar.—contradice viéndola de forma asesina—¿Qué apostaron?
—— Belle apostó que Newt y tu se besarian, yo aposté que no.—responde el ojizul, recibiendo una mirada de la nombrada—¿Qué?
—— ¿Son novios?—pregunta la castaña, emocionada por la respuesta—
—— No, solo somos amigos. Queremos tomar las cosas con calma.—contesta tranquila, tambaleandose un poco al marearse—
Rápidamente Aris la sostiene de la cintura y la sacude un poco al verla pálida.
—— ¿Estas bien, rubia?—le pregunta Aris, apartando algunos mechones de su cara—
—— Estas pálida.—informa Belle, acercándose a su amiga—
—— ¿Estas embarazada?—le pregunta nuevamente el castaño—
—— A menos que sea el espíritu Santo, no.—contesta la rubia, viendo que su amiga le da un zape al castaño—
—— ¡Oye!—se soba la parte golpeada, viendo mal a la contraria—
—— Eso te pasa por preguntar preguntas sin sentido.—luego mira a su amiga—¿Hace cuánto tiempo no comes?
