La presencia de Boss en la habitación llenó a Noeul de una mezcla de emociones que no podía describir completamente. La conversación había dejado a Noeul con más preguntas que respuestas, pero la cercanía del arcángel ofrecía una extraña forma de consuelo.
—Noeul, debo regresar antes de que se haga demasiado tarde. —dijo Boss con un tono suave, levantándose de la cama—. Pero quiero que pienses en lo que hemos hablado.
Noeul miró a Boss con una intensidad que reflejaba la profundidad de sus sentimientos.
—¿Volverás a visitarme? —preguntó Noeul, su voz temblando con una mezcla de esperanza y temor.
Boss asintió, sus ojos llenos de una cálida promesa.
—Sí, volveré. —dijo Boss—. Mientras tanto, debes cuidar de ti mismo y de tus emociones. No todo es tan simple como parece, pero lo que sientes es válido.
Antes de que Noeul pudiera responder, Boss se acercó a la ventana y sus alas se desplegaron de nuevo, preparándose para el vuelo. La luz celestial rodeaba al arcángel, haciéndolo parecer aún más majestuoso.
—Ten cuidado, Noeul. —advirtió Boss—. Las reglas son estrictas, pero los sentimientos no siempre pueden ser ignorados.
Con esas palabras, Boss se elevó en el aire y se desvaneció en la noche. La luz que lo rodeaba se despidió, dejando a Noeul solo en su habitación, pero con una sensación de claridad renovada.Noeul se quedó allí, mirando por la ventana hacia el cielo estrellado. La presencia de Boss le había dejado mucho en qué pensar. Mientras reflexionaba sobre la conversación, se dio cuenta de que su decisión sería crucial para su futuro y el de Boss.
...
A la mañana siguiente, Noeul se despertó con una sensación de determinación. El encuentro con Boss había sido un punto de inflexión, y ahora sabía que debía ser cauteloso pero también valiente.Decidió que iba a seguir buscando respuestas y a prepararse para lo que pudiera venir. El sentimiento de angustia había sido reemplazado por una renovada resolución.Más tarde en el día, Noeul se encontró con Peat en el mercado celestial, donde ambos estaban haciendo algunas compras para el palacio.
—¿Cómo estás, Noeul? —preguntó Peat, notando el cambio en la expresión de su amigo.
—Estoy bien. —Noeul respondió con una sonrisa—. Solo... pensando en algunas cosas.
Peat lo miró con curiosidad, pero Noeul decidió no profundizar en los detalles.
—Entiendo. —dijo Peat—. A veces, hablar con alguien puede ayudar a aclarar las ideas.Noeul asintió, agradecido por el apoyo de su amigo.
—Sí, gracias. —dijo Noeul—. Estoy seguro de que todo saldrá bien.
Mientras continuaban con sus compras, Noeul sintió una extraña paz interior. Aunque aún tenía muchas preguntas y la incertidumbre seguía presente, el encuentro con Boss había sido el primer paso hacia una comprensión más profunda de sus sentimientos y de su futuro.El camino por delante no sería fácil, pero al menos ahora Noeul sabía que no estaba solo en su búsqueda de respuestas.
...
Después de pasar la tarde en el mercado celestial, Noeul y Peat se dirigieron de regreso al palacio. El sol comenzaba a ponerse, y una suave brisa soplaba entre las nubes doradas que rodeaban el Reino de Phimarn. La conversación entre ambos había sido ligera, pero Noeul sentía que las palabras de Boss seguían resonando en su mente.Al llegar al palacio, Noeul se despidió de Peat, quien se unió a Fort, que lo estaba esperando en la entrada. Noeul observó cómo su amigo se alejaba, mientras se quedaba solo en los jardines del palacio. La soledad no le molestaba; de hecho, lo ayudaba a procesar todo lo que había vivido.Se sentó en uno de los bancos de mármol, rodeado por las flores celestiales que florecían con el crepúsculo. Los colores del atardecer se reflejaban en los pétalos, creando un espectáculo de luz y sombras que casi parecía mágico.
—"No todo es tan simple como parece, pero lo que sientes es válido..." —murmuró Noeul, repitiendo las palabras de Boss para sí mismo.
El cielo comenzaba a oscurecerse, y la noche se cernía sobre el reino. Noeul sabía que debía regresar a su habitación, pero algo lo detenía. Sentía que debía quedarse un poco más, como si estuviera esperando algo... o a alguien.Mientras miraba las estrellas aparecer una por una, escuchó un suave susurro en el aire. Era una melodía, una canción celestial que parecía venir de lo más profundo del cielo. Noeul cerró los ojos y se dejó llevar por la música, sintiendo cómo su corazón se llenaba de una calma indescriptible.De repente, sintió una presencia a su lado. Abrió los ojos lentamente y, para su sorpresa, vio a Boss, de pie junto a él, envuelto en un resplandor dorado. Noeul se levantó de un salto, sin poder creer que el arcángel hubiera regresado tan pronto.
—Boss... —susurró, sintiendo cómo su corazón se aceleraba.
—Sabía que estarías aquí. —respondió Boss con una suave sonrisa, mirándolo con ojos llenos de comprensión.Noeul no sabía qué decir.
Las preguntas que había tenido antes seguían presentes, pero en ese momento, solo quería disfrutar de la compañía del arcángel.
—¿Por qué has vuelto? —preguntó finalmente, su voz apenas audible.
—Porque sentí que no te había dado todas las respuestas que necesitabas. —contestó Boss, su tono suave pero firme—. Pero también porque quería asegurarme de que estuvieras bien.
Noeul asintió, sintiéndose abrumado por la preocupación genuina de Boss.
—Estoy bien. —dijo Noeul, aunque una pequeña parte de él deseaba abrirse y confesar lo que realmente sentía.
Boss lo miró con una intensidad que lo hizo temblar, pero no de miedo, sino de una emoción que apenas comenzaba a comprender.
—Noeul, quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, aunque no podamos estar juntos de la manera que desearías. —dijo Boss, sus palabras cargadas de un profundo significado.
Noeul sintió un nudo en la garganta, pero asintió nuevamente, entendiendo lo que Boss trataba de decirle.
—Gracias, Boss. —susurró, sus ojos brillando con lágrimas contenidas—. Significa mucho para mí.Boss se acercó y, con un gesto suave, acarició la mejilla de Noeul. El toque del arcángel fue tan ligero como una pluma, pero lo suficientemente poderoso como para dejar una marca en su corazón.
—Cuida de ti mismo, Noeul. —dijo Boss, retirando su mano lentamente—. El futuro es incierto, pero quiero que vivas sin arrepentimientos.
Antes de que Noeul pudiera responder, Boss desplegó sus alas y se elevó en el aire, dejándolo una vez más. Noeul lo observó hasta que desapareció en el cielo nocturno, sintiendo una mezcla de tristeza y esperanza.Con el corazón lleno de emociones encontradas, Noeul finalmente se levantó del banco y caminó de regreso al palacio. Sabía que su vida nunca volvería a ser la misma, pero también sabía que, sin importar lo que sucediera, nunca olvidaría las palabras y la presencia de Boss.
Al entrar en su habitación, se recostó en su cama, mirando el techo mientras las lágrimas finalmente corrían por su rostro. No lloraba de tristeza, sino de alivio y aceptación.Boss era una parte de su vida ahora, y aunque las reglas del reino lo prohibieran, Noeul no podía dejar de sentir lo que sentía.Y mientras se quedaba dormido, una última vez escuchó la voz de Boss en su mente, susurrándole una suave melodía que lo acompañaría en sus sueños.
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Angel's //BossNoeul// remasterizado
FanfictionEn el reino celestial de **Sawan Nimit**, Noeul Nuttarat lleva una vida tranquila hasta que sueña con un arcángel de traje morado. Cuando es invitado a un evento en el majestuoso palacio angelical, reconoce al arcángel entre los asistentes. Intrigad...