Angel's //BossNoeul// remasterizado

07. La revelación de los sueños

A la mañana siguiente, Noeul se despertó con el corazón aún latiendo con fuerza. Las palabras de Boss resonaban en su mente, y no podía sacudirse la sensación de que algo importante estaba a punto de suceder. Se levantó de la cama, se vistió con rapidez, y decidió que necesitaba respuestas.

Sin perder tiempo, salió de su habitación y se dirigió hacia la biblioteca celestial, un lugar donde las escrituras antiguas y los secretos más profundos del reino se guardaban. Peat lo había mencionado en alguna ocasión, y Noeul sabía que si había alguna información sobre las relaciones prohibidas entre ángeles y arcángeles, la encontraría allí.

Cuando llegó, la gran puerta de la biblioteca estaba entreabierta, como si lo estuvieran esperando. Noeul entró con cautela, sintiendo la presencia de conocimiento antiguo y poderoso en el aire. Las estanterías eran altas, alcanzando el techo, y estaban llenas de pergaminos y libros de todas las épocas.

Mientras caminaba entre los pasillos, buscando alguna pista, escuchó un murmullo a su espalda. Se giró de inmediato, encontrándose cara a cara con un arcángel que no esperaba ver allí.

—Boss… —susurró Noeul, sorprendido de encontrarlo en un lugar como ese.

Boss lo miró con una mezcla de sorpresa y algo de preocupación.

—Noeul, ¿qué haces aquí? —preguntó el arcángel, su voz era tranquila, pero había un toque de urgencia en ella.

—Necesito saber la verdad… sobre nosotros. —respondió Noeul con determinación, acercándose un paso más.

Boss suspiró, cerrando los ojos por un momento antes de abrirlos de nuevo para enfrentar la mirada inquisitiva de Noeul.

—No es seguro que te quedes aquí, Noeul. —dijo Boss, sus alas se desplegaron ligeramente, como si estuviera preparándose para llevárselo de inmediato.

Pero Noeul no se dejó intimidar.

—He tenido sueños, Boss. Sueños que no puedo ignorar. Y después de lo que me dijiste anoche, sé que hay algo más que debo saber. —Noeul lo miró con intensidad—. Por favor, déjame entender lo que está pasando.

Boss lo observó durante unos segundos que parecieron una eternidad, y finalmente asintió.

—Está bien, pero debemos ser rápidos. —dijo Boss, y con un gesto, guió a Noeul hacia una de las estanterías más alejadas de la entrada.

Allí, en lo más profundo de la biblioteca, Boss sacó un antiguo pergamino, cubierto de símbolos que Noeul no reconocía. El arcángel lo desenrolló con cuidado, y una suave luz emanó de las letras doradas que cubrían la superficie del pergamino.

—Este es un escrito muy antiguo, Noeul. Habla de la creación del Reino de Phimarn y de las leyes que lo gobiernan. —explicó Boss mientras señalaba una sección específica del pergamino—. Aquí es donde se menciona el vínculo entre ángeles y arcángeles… y por qué está prohibido.

Noeul se inclinó para leer, pero las palabras parecían difusas, como si el propio pergamino tratara de proteger sus secretos.

—Dice que los arcángeles del amor tienen un propósito superior, algo que está más allá del entendimiento de los ángeles comunes. —continuó Boss, su voz baja y solemne—. Cualquier relación entre un ángel y un arcángel del amor perturbaría el equilibrio del reino… y eso traería consecuencias terribles para ambos.

Noeul sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Sabía que su relación con Boss estaba prohibida, pero no había comprendido hasta ahora el alcance de esa prohibición.

—Pero… ¿y si lo que sentimos es real? —preguntó Noeul, su voz apenas un susurro.

Boss lo miró con una tristeza profunda en sus ojos.