*Narra Andrea*
Estaba muy nerviosa ya que iba a conocer en persona al dichoso señor Alborán, quien tenía una excelente relación con mi padre y mi difunta madre que descanse en paz. Si exacto ella murió un año antes de que yo entrara a esta escuela, el motivo de su muerte fue sobredosis de heroína, si, era drogadicta. Tenía un trastorno desde niña ya que fue violada y a vivido con eso desde entonces hasta un momento que lamentablemente decidió quitarse la vida ya que no aguantaba más. La verdad es que no me quiero imaginar el sufrimiento tan grande que ella sentía al despertar cada mañana y sentirse sucia, abusada. Pero por desgracia falleció y se llevó el secreto con ella. Mi padre es uno de esos hombres que a tenido que vivir con algo de culpa ya que pasaba la mayoría del día trabajando y no tenía tiempo para nosotras, si, era como algo parecido a lo que le pasaba a Ronni con el padre.
En fin, me decidí por un vestido negro largo para nada escotado de manga larga y ajustado lo convine con unos tacones Dior al igual que la cartera, una coleta alta y poco maquillaje. Y ahí estaba yo, la que siempre estaba presentable y que era una chica decente para todos preparada para idear su plan. ¿Cuál plan? eso ustedes todavía no lo tienen que saber.
–¡Andrea!–grito Ronni desde el pasillo–¿¡Ya estás lista!?
–Si...–dije mirándome al espejo a ver si me faltaba algo–ya salgo.
Camine por el pasillo modelando como si fuera una de esas modelos que sale con ropa rara a las pasarelas.
–Te digo algo. Cada día te veo más guapa.
–¿No será por la resaca?–nos reímos a carcajadas.
Cuando salimos del elevador nos estaba esperando una limo negra. ¡Que lujo! Nos acercamos al coche y el copiloto salió del auto a abrirnos las puertas. Me ciento ahora mismo la reina Isabel por dios.
Al acomodarnos a arrancar me detuve en mis pensamientos a hacerle la pregunta a Ronni:
–¿El lugar dónde vamos está fuera del campus?
–Claro, vamos a la mansión Alborán–dijo soltando una carcajada.
–¿No me jodas? ¿¡Enserio!?–estaba super emocionada esto iba a ser inolvidable.
–Claro silly–me tomo un cachete y lo pellizcó, me puse colorada. En ese momento me puse a analizar su oufits.
Iba completo de traje con una pajarita roja, le quedaba de muerte, de hecho creo que era la ropa que más me gustaba verle puesta.
Había pasado 35 minutos y el coche aparco en el estacionamiento que quedaba al lado de la mansión, desde adentro del auto podía ver el lujo que tenía, mi casa comparada al lado de esta solo era una del montón.
El copiloto del auto salió y me abrió la puerta, salí y pude ver mejor la gran mansión. Tenía el pasto bien podado, y luces por todo el lugar. Las paredes del frente eran de cristal y se podía apreciar la belleza del interior, tenía 2 plantas, era enorme, con una piscina que se veía desde done estaba. Ellos si que sabían lo que es vivir con lujos.
–¿Te gusta?–preguntó parándose a mi lado y acomodándose el traje.
–Es hermosa.
–Al igual que tu...
Camino a la entrada y me dejó con la palabra en la boca. La verdad él si que sabia como dejar anonadada a una chica.
Camine para no quedarme atrás pero la verdad es que con estos incómodos tacones no podía ¿Quién podría?
El guardia de seguridad que custodiaba la puerta de entrada abrió la puerta y nos dió paso a entrar. Otra cosa que me gustaba era la gran seguridad, pero... ¿Para que tanta? ¿A caso se tenían que proteger de algo? ¿De qué?
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Mi obsesionada perdición
JugendliteraturSinopsis Andrea Wisin era una chica de 16 años con ojos claros y pelo corto. Desde los 13 años sus padres la habían internado en un colegio privado llamado "Alborán", en el cual conoce a un chico del cual se enamora sin saber que este iba a ser su p...