Mi obsesionada perdición

Capitulo 10

Tuve suerte de aver puesto la alarma para levantarme temprano y poder asistir a clases ya que me había saltado el primer día. A penas que la alarma sonó la apague ya que había estado despierta desde las 5 admirando el rostro de Ronni. ¿Que me estaba pasando?

Estaba vistiendo en mi cuarto con mi ancho pulober negro con dibujos de puca y un chort de mezclilla que el pulober tapaba por su grandeza. Me hice una coleta alta no muy bien peinada y unos zapatos de cordones trenzados.

Salí de mi habitación y camine por el pasillo y me detuve en el baño escuchando el sonido del agua caer. Quien más podía ser sino que Ronni, ya me imaginaba el agua correr por todo su cuerpo limpiando su fina piel...

¡Andrea! cariño relájate... Por Dios ¿qué te está pasando?

Sacando todos esos turbios pensamientos camine hacia la cocina para ve que había de desallunar porque una cosa que nunca se me quitaba era el hambre y otra cosa que no me gustaba era cocinar. La comida siempre me la hacia Marina y cuando me despertaba para ese entonces ya la comida estaba servida en la mesa... No entiendo en qué momento llegamos a tanto... ¡No! en realidad si se en que momento, fue cuando se terminó liando con...

–¿Andrea estás bien?–esa pregunta me hizo salir de mis pensamiento.

–S-si todo está bien, solo tengo hambre.

–Perfecto, vamos a desayunar fuera.

Se dio la vuelta para ir a su cuarto... Y pues, estaba ¡estaba envuelto en una toalla! solo en una fina toalla que estaba enrredanda al rededor de su cintura. Dios santo, el va a hacer que me dé un infarto en cualquier momento.

Salí de mi guerra mental cuando abrrio la puerta de su cuarto y dijo:

–Deja de mirarme como si fueras a comerme silly–soltó una pequeña carcajada haciendo que se me pusieran rojas las mejillas.

                           *********

Después de que salió de su habitación con un pulober y un pantalón a juego de color blanco de marca "Jordan" con zapatos también combinados salimos del apartamento y prendió el coche para salir camino a la zona donde se encontraba la típica cafetería escolar donde la mayoría de chicos iban a desallunar y almorzar algo rápido.

–Anoche te pásate con la bebida–dije para ver su reacción pero se mantuvo con la cara neutra y fija en la carretera–¿Te... te acuerdas de algo?

–Me acuerdo de todo silly.

–Vale...

Después de eso solo uvo silencio, no fue agobiante pero tampoco fue pacífico, fue como un equilibrio en el que si decías una sola palabra podías desequilibrar la balanza cosa que yo no quería así que me quede callada y el igual en todo el transcurso del camino. Eran las 7:10am todavía teníamos bastante tiempo para desallunar ya que las clases comenzaban a las 8:00am.

Luego de aparcar salimos del coche para adentrarnos en el lugar que estaba repleto de personas. Caminamos a la barra y Ronni dijo:

–Lo de siempre.

Me le quede mirando fijamente. Ocea ¿El ya había venido aquí? no es que me sorprendiera mucho pero espere que una camarera le llevara la comida a su casa o comiera en un restaurante de lujo o... con su padre ¿no? ¿Acaso no tiene buena relación con él? ¿Por qué? Alejé todas esas preguntas sin respuesta de mi cabeza y comencé a caminar detrás de Ronni para sentarnos en una mesa, una de las últimas para tener más privacidad porque como ya había dicho el lugar estaba lleno.

Cuando nos sentamos no pude contenerme. La verdad no se como soy tan cabezota y no me puedo aguantar nada en esta mugrosa boca:

–Pensé que irías a desallunar con tu padre–me miro a los ojos como si no le gustará mucho el tema.

–No, él... tiene mucho trabajo y... no tiene tiempo como para perder mi tiempo desallunado conmigo–agacho la mirada y me volví a hacer la misma pregunta de la otra noche ¿cómo era posible que un hombre que es tan duro con las personas a su alrededor es tan blando y abierto conmigo?

–No te preocupes–dije tratando de mejorar su estado de ánimo–ahora me tienes a mí, si, no te preocupes.

Tomé su mano que estaba sobre la mesa y la apreté para transmitirle todas mis fuerzas pero en ese momento llegó la mesera y trajo toda aquella comida que se veía deliciosa, solté su mano con miedo a que el reaccionara bruscamente y observé toda la comida que había sobre la mesa. Huevos revueltos, tostadas, café, leche, tocino.

–Valla no estaba tan mal "lo de siempre"–dije tratando de imitar su voz ronca y firme a lo que los dos nos reímos a carcajadas.

–Dime... a qué clase vas–dijo dándole un mordisco a su pan con huevos y tocino.

–No se si te has dado cuenta o me has visto por los pasillos pero estoy en la que está al lado de la tuya.

–Si, creo que si pero... no estoy seguro... ¿Nos vamos?

–Claro–dije mirando el reloj de mi mano–faltan 5 minutos para las 8.

Nos paramos dimos las gracias y salimos por la puerta con las chismosas miradas de las chicas que estaban sentadas en una mesa. Ya e imagino sus estúpidos pensamientos

–No puedo creer que Ronni esté con la estúpida esa.

–Ronni le destrozara el corazón y luego la desechara como basura.

–Ronni solo quiere follarla para pasar el tiempo y unir una más a la lista a las que el les metió sus dedos.

¡Pero que absurdo! Ni siquiera estaba con él.

Caminamos hacia el coche y me abrió la puerta del copiloto y me adentre en ella. ¿Había cambiado o solo quería fingir delante de las personas? Porque cuando fue a recogerme a la casa de campo se sentía frío y ni siquiera se digno a mirarme a la cara, seguro había tenido un mal día.

En menos de 3 minutos ya estábamos aparcando y fue cuando me devolví a la realidad. Salimos del coche y nos adentramos en la escuela todavía él sin salir de al lado mío y eso me daba seguridad ¿Por qué? No lo sé, solo... lo sentía.

Había olvidado por completo que mi casillero quedaba al lado de... Si, Marina. Y ahí estaba ella coqueteando con otro de los muchos chicos que tenía detrás y era hora, aunque no me sentía preparada. Era hora de aclarar las cosas con Marina.

Nota de la autora:Espero que este capítulo les guste. Es el más largo que e hecho hasta ahora. (El siguiente se biene fuerte). Os amo.