Capitulo 22

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Caminé en su dirección, la verdad es que mi otra yo me decía que la dejara ahí, que ella se lo merecía pero en realidad eso no era lo que quería. Puede que piensen que ella no me merece, o que soy una tonta al perdonarla, o que simplemente lo que me pasa es que necesito a alguien para que me ayude en este lío en el que estoy metida.

Ya delante de ella levanta la cabeza y me mira a los ojos. En ese momento sentí que me derrumbaba y me deprimí al igual que ella.

–Hola–dije tan pero tan bajito que dude si me escuchó ya que no me dio respuesta–Emm, estás... ¿bien?

–No–dijo en un sollozo y se encogió de piernas–No estoy bien Andrea–dijo y lágrimas grandes escaparon de sus ojos.

Sentía que esto que le pasaba era a parte de lo que había pasado entre nosotras. Vamos, tan mal no se podía sentir después k le negué mi perdón. Resultaba algo incómodo estar aquí así que lo único que le pude decir fue:

–¿Quieres conversar esto en un sitio más privado?–dije todavía parada en frente de ella.

–Si...–resoplo tratando de sacar las palabras–por favor...

Mire a Ronni quien todavía estaba parado a unos pasos de nosotras para decirle con la mirada que todo iba a estar bien, el solo asintió con la cabeza. Tomé del brazo a Marina para ayudarla a pararse, estaba demaciado mal. ¿Qué te había sucedido Marina?

Ya sentadas en las gradas y ella un poco más calmada decidí hacer la pregunta:

–Entonces... ¿qué te sucede?

–Andrea... Lukas...–más grandes lágrimas salieron de ella.

–Tranquila–le pase la mano por la espalda–estoy aquí.

–Bueno... Yo estaba en mi habitación, hace días atrás, estaba viendo fotos de nosotras cuando todo estaba... bien–<<<estuviéramos bien de no ser por tu culpa>>> pensé pero no se lo quería decir por su estado–y, entonces siento golpes fuertes en la puerta–más lágrimas– era tarde, pensé que serías tú pero... cuando abrí era... Lukas, empujó la puerta lo más fuerte posible y entró todo pálido, sudoroso y con los ojos colorados, entonces me di cuenta de que estaba drogado... ¡Joder no debí abrir la puerta!–no se porqué pero esto me daba mala espina–luego me tomo por el brazo y... me obligó a...–no puede ser–¡me obligó!–Lukas, ¡Lukas violó a Marina!

De un tirón me levanté y grite lo más fuerte que pude, ese desgraciado.

–¡Es un hijo de puta!–grite tanto que mi garganta dolió.

–Andrea–gire sobre mi propio eje.

Me entrego un sobre y rápidamente lo abrí con mucha intriga. Era... una prueba de embarazo que marcaba positivo.

–Después de eso tenía cólicos y mucho sueño, todo mi cuerpo siempre se sentía cansado y... No quería pero la tuve que hacer–no sabía cómo reaccionar a todo esto–y dio positivo. Andrea, estoy embarazada y de Lukas ¡De Lukas!–se golpeó el estómago tan fuerte que me dolió a mi y la detuve y le di un abrazo en modo de consolación.

–Perdonarme tu a mi por no estar ahí cuando me necesitaste Mariana–mis ojos se aguaron–si yo hubiera estado ahí nada de esto te habría pasado.

–Ya ni tiene importancia Andrea–dijo todavía en el abrazo aguantándose de mi como si no nos volviéramos a ver–gracias por estar aquí para desahogarme, ya me siento mejor–corto el abrazo y se fue caminado.

Yo me quedé ahí paralizada, dios mío no sabía que hacer. Marina me necesitaba y estaba dispuesta a ayudarla, ya no me importaba lo que me había hecho, ya eso no importaba. Ahora tenía a dos personas de las cuales vengarme, exacto, no me pensaba detener.

Nota de la autora: OMG... Sin palabras.

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⏰ Última actualización: Sep 21, 2024 ⏰

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Mi obsesionada perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora