Capitulo 11

8 3 0
                                    

No estaba para nada alterada porque me había despertado bastante bien y sin obligación a nada y por más que no quisiera tenía que hacerlo si o si. Hablar con ella no significaba arreglar las cosas y tirar el pasado a la basura ¡Noo! solo quería aclarar cualquier cosa que le allá quedado duda pues aclararla y no tropezarme con ella más. Camine a su dirección y me le pare firme con mi oufits de espantapájaros pero no me importaba, ella ya me conocía y sabe que no soy de las que anda poniéndose vestiditos o ropa pegada al cuerpo.

–Necesitamos hablar–dije después de carraspear la garganta tomando toda su atención.

–Te veo al rato lindo–dijo dándole una amplia y falsa sonrisa y el chico sonrojado se alejó–Andrea...

–No vine a arreglar las cosas Marina–dije fuertemente siempre sintiendo la pesada mirada de Ronni por detrás–solo quiero saber si te arrepientes de algo o si tan siquiera pensaste un momento lo repugnante que es todo para mí.

–Yo me siento ahora mismo una basura–dijo bajando la mirada al suelo con los ojos aguados–yo se que para ti está amistad no va a ser la misma, ni que bamos a estar como antes pero antes de cualquier cosa que puedas pensar o que ya pensaste quiero confesarte algo.

–Yo solo quiero saber la verdad del todo y no quedarme a medias porque sabes que cuando me traicionan no vuelvo a mirar a las personas de la misma manera–dije todavía con los brazos cruzados y el semblante crudo.

–Yo y Lukas tuvimos una relación... No fue algo fijo o duradero, solo... Algo para un rato.

–Si, ya se, me e dado cuenta y e visto que no tuvieron los cojones ninguno de los dos para decirme que tenían algo, incluso tuvieron la cara de besarse ¡Cuando estaba conmigo joder! ¡Era el novio de tu mejor amiga! ¿¡A caso no tienes escrúpulos joder!?

–¡Todo fue culpa mía!–dijo soltando un sollozo a lo que me quede fría–yo fui quien tentó a Lukas aquella noche, fui yo lo que hizo que todo esto pasara, lo ciento–esa última frase la dijo baja, su cara ya estaba colorada de llorar pero igual no me importaba, tenía tanta rabia que no lograba procesar nada.

–¿¡Q-qué!?

–Él...–suspiró–el quería decírtelo pero yo, pensaba que nuestra relación de mejores amigas terminaría y, y te rompería el corazón... Yo no quería que nada de esto pasara. Y me ciento super mal.

–¿¡Y piensas que ahora estoy bien!? ¿¡Qué no siento nada!? ¿¡Qué te voy a perdonar super fácil por ocultarme semejante cosa!?

–Andrea...

–No me vuelvas a dirigir la palabra ni siquiera mírame ¡en tu vida!–estaba conteniendo todo lo que podía por no soltar ninguna lágrima en frente de ella.

En ese momento gracias al timbre avisando de que comenzaban las clases sonó y le di la espalda y me alejé de ella.

–Solo quiero que sepas que fue culpa mía.

No me giré, no paré, solo seguí.

–Andrea...

–Solo quiero estar sola ¿si?–dije porque ciertamente no quería hablar con nadie–te veo en el apartamento–dije caminando para mi salón de clases.

–¿Pero, con quién vas?

–No te preocupes, voy caminando.

Camine y me adentre en el salón, ya estaba lleno y la maestra ya estaba organizando las cosas para comenzar la clase.

–Con permiso maestra Nuñoz–me senté en la última mesa que siempre fue mi aviento desde el primer año

Pero ¿Por qué estaba sola? ¿Sobraba un aciento?

–Bueno como ya ven–comento la profesora–nos falta un alumno para llenar la matrícula ya que lamentablemente se fue de este mundo Sintia Mirak que en paz descanse... Así que como en el otro grupo sobra un alumno–no puede ser–hemos decidido devolverlo para acá–¡no no no!– y él es...–¡NOOO!–Ronni Alborán–el chico de cabello oscuro y despeinado entró por la puerta y todos empezaron a susurrar–si si, el mismísimo hijo de nuestro director–todos le aplaudieron como si fuera una celebridad y él solo dio una sonrisa de boca serrada fijando su vista en mi.

Si, exacto se tenía que sentar al lado mío.

Nota de la autora:¡OMG! ¡PEROQUESESTOO! Se viene bueno el siguiente. Os amo.

Mi obsesionada perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora