Capítulo 13: Fría noche (1/2)

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Sonny levantó la mirada y se le cayó la mandíbula, se puso la camiseta al instante y sonrió aliviado al darse cuenta de quién había entrado al dormitorio. 

—¡Cristian...! Me asustaste mucho – dijo, apartando la mirada. 

—¿Por qué? 

—Porque abriste la puerta de la nada. 

Cristian se acercó despacio y miró hacia las ventanas. Ahora que estaba con el ridículo de Sonny, la rabia que sentía por no haber encontrado tragos se estaba desvaneciendo. Lo vio ponerse las medias de espaldas y, en un movimiento mínimo, lo tomó de la cintura y lo atrajo posesivamente hacia sí. Sonny se sobresaltó y suspiró un poco. 

—¿Ah, sí? ¿Debería tocar antes? 

—No, no te preocupes, yo debí asegurarme de que la puerta estuviese cerrada. 

Inhaló el aroma de su cabello mientras cerraba los brazos con fuerza sobre su cintura. Olía a frutas como la primera vez. 

Olía tan jodidamente bien. 

—¿Y qué ibas a hacer, eh? 

Hundió su nariz en su cabello y la fue bajando hasta el inicio de su cuello. Su piel también olía a eso. 

—Iba a tomar una ducha. — dije el chico rápidamente y bajó un poco la cabeza. — ¿Por qué viniste tan rápido? 

—Porque no había lo que quería, pero ahora hay otra cosa que se me antoja. 

—¿Qué? 

Sus labios se movieron hacia el lado de su cuello y cerró sus brazos con más fuerza sobre su delgada cintura, comenzando a depositar lentos besos sobre su piel clara para finalmente cerrar sus dientes sobre ella de un solo golpe. Sentía que su respiración se aceleraba hasta doler. 

—C-criss...—Sonny tembló y ladeó la cabeza, intentando alejarse un poco, mientras se volvía hacia él con el rostro enrojecido y la misma sonrisa ingenua de siempre. — ¿Qué... qué sucede? 

Cristian arqueó una ceja y tiró hábilmente de su mano hasta tener su cuerpo entre sus brazos de nuevo. 

—¿Cómo me llamaste?.— le preguntó con los labios pegados a su oído. 

Sonny bajó la cabeza sonriendo y estuvo a punto de decir algo, pero el sonido de la puerta abriéndose y cerrándose lo paralizó. 

—Sonny, ¿estás acá? 

Cristian abrió los ojos antes de exhalar y tomó al coreano del brazo, casi arrastrándolo afuera de la habitación. Caminó unos pasos hacia la sala, encontrándose con la alegre presencia de Pedro, que traía unas bolsas en las manos y le sonrió al verlo. 

—Hola.— saludó, sacudiendo su mano con una suave sonrisa. 

—Qué bueno que estás acá... He traído comida. Bueno, solo son galletas. Y te traje esto. Vi que lo estaban vendiendo, así que compré muchos para mis hermanas y también pensé que te gustaría tener uno. 

Sonrió también y se sonrojó, tomando lo que Pedro le ofrecía. 

—Muchas gracias, Pedro— Sus ojos se abrieron cuando lo vio. Era una pulsera de cristales celestes con agua en su interior.—Está muy bonita, me gusta mucho. 

Se la colocó en el brazo lo más rápido que pudo y cuando levantó la mirada, notó a Cristian mirándolos con la mano apoyada en el respaldo del sofá. 

—Cristian, ¿ya estabas acá?.— Pedro dejó las bolsas sobre la mesa —¿Quieres sentarte con nosotros? 

Sonny sonrió y abrió los labios. 

Inocencia Pasional ADAPTACION CUTISONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora