▶▶▶●Dedicado a anime-Ace ●◀◀◀
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- No puedo creer que lo hayas echo. - bufo.
- Ya, ya - lo trato de calmar. - Yo le dije que me haría cargo. Y eso es lo que voy a hacer. No la voy a dejar sola.
- Esta bien has lo que quieras. - dicho esto. Se marcho. Dejando a su hermano, ahora, hokage de la aldea.
- ¿Y tu dices que no me odia? - El castaño giró y se encontró con ella quien estaba sentado en el marco de la ventana. - ¿Estas seguro de que puedo quedarme con ustedes? Mira que no me importaría irme. No quiero ser una molestia para nadie.
- Oye, Oye. No te preocupes. - se acercó a ella y le revolvió el cabello. - Solo demosle tiempo. Ya se le va a pasar. Y no eres ninguna molestia ¿si? No digas eso.
- Pero él odia a los Uchihas. ¿Porque iba a ser yo la excepción? - lo miró fijamente - Es más... quizas me odia más por ser la hermana de Izuna y Madara...
- No. - la regaño con la mirada - Ya basta con eso. Tu eres mi pequeña y te quedaras conmigo.
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Caminando. Se dirigían nuevamente a la aldea. Regresaban de haber tenido una reunión con el señor feudal.
Hashirama siendo el hokage era acompañado por tres ninjas cuidando la retaguardia, otros tres en la delantera, a los costados, en la izquierda estaba Tobirama, su hermano, y en la derecha se encontraba Atsumi.
El camino de ida había sido tranquilo. Y esperaban que el regreso fuera igual.
Pero lastimosamente no fue asi. Unos ninjas los rodearon.
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Se tenía que esforzar más. Todavía a su parecer era débil. Entrenar, entrenar y seguir entrenando. No quería ser una carga mas de lo que ya era. Siendo una Uchiha. Hashirama la había comenzado a cuidar como si fuera de su familia.
El día de ayer cuando los atacaron. Ella se había descuidado un poco y tuvo que ser ayudada por el Senju que la odia. Tobirama. Al parecer Hashirama se lo había ordenado. Cuidarla a ella cuando él era el hokage y tenia que ser protegido.
Se habia sentido una completa inútil. Asique tenía que entrenar. Por mucho que no le gustara la idea de admirar a la persona que la odia, debía admitirlo.
Atsumi admiraba a Tobirama Senju.
Verlo como con facilidad se deshizo de aquellos ninjas le hizo querer ser más fuerte. Como él.
Cada vez que lo veía él se estaba perfeccionando cada vez más. Si ya era fuerte. Imaginensen despues.
Iba a entrenar hasta que su cuerpo no le diera para más. Queria ser fuerte. Quería demostrarle que no era débil como él lo pensaba. Porque aunque no lo dijiera. Sabia que con solo la mirada que le dedicaba lo decia todo. Eres una inútil. Una débil. No sirves para nada. No se porque mi hermano te trajo.
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- Acaso no te diste cuenta de que...
- Tobirama. -advirtio para que no siguiera - Ella es fuerte. Solo necesita entrenar un poco más. ¿Porque no la ayudas? - preguntó.
-No. Si no me necesitas más me voy. - dicho lo último se marchó.
Si tenía mas tiempo. Lo unico que haría era seguir entrenándose así mismo.
Caminando. Se dirigía a donde entrenaba. Llegando al lugar pudo divisar una figura.
