𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 | «No muchos llamaban la atención del heredero orgulloso y egoísta número uno del mundo, hasta que llegó él y descubrió lo que significaba».
Un huérfano con una oportunidad única.
Un egocéntrico aburrido.
Un colegio tan prestigioso co...
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Capítulo 13
"El juego y letras azules"
JUNGKOOK
A veces era mejor ignorar la verdad. A pesar de que deseaba saber todo lo relacionado con la dichosa orden a la que pertenecía Taehyung; esos chicos habían arruinado la piscina una noche antes de su inauguración.
Él fue testigo y no diría nada. Hablar de lo que pasó solo le traería problemas.
Suficiente atención atrajo, se prometió que cuidaría la reputación de los Jeon. Hyunseok y Sanem confiaban en él, lo hicieron desde que lo sacaron del orfanato.
Parte de comportarse a la altura era evitar los problemas si es que podía.
E ir en contra de Taehyung era meterse en problemas.
Como era la intención de Taehyung y sus seguidores, cuando después del mediodía el director citó a todos en la nueva piscina para la inauguración, se llevaron una sorpresa.
El olor era nauseabundo, el color del agua se había tornado de un tono vino oscuro, casi negro. Los estudiantes comenzaron a abandonar el lugar, Jungkook encontró la cabeza castaña de Taehyung en un lugar cerca de la puerta, éste no sonreía, pero tampoco lucía sorprendido. Jimin estaba junto a él, y Namjoon a unos cuantos metros también.
Fingían demasiado bien. A los ojos de todos, la relación entre los tres amigos permanecía intacta.
Quien lo tomó a él del brazo para salir del lugar, fue Chaewon, la peliblanca lo acompañaba a todos lados en esos días, incluso por la mañana la vio hablando con Taehyung.
Chaewon era lo más parecido a una amiga que tenía en ese lugar. Lo mismo que Eunwoo, quien, si le guardaba algún rencor por su cercanía con Taehyung, no lo demostró.
—Seguro es obra suya —dijo la chica una vez estuvieron afuera. El director pidió a todos que se retiraran a sus habitaciones, iniciarían las averiguaciones para dar con el culpable.
Jungkook no le respondió. Si no iba a hablar sobre lo sucedido la noche anterior, tampoco tenía por qué opinar comentarios al azar.
—Hasta parece que lo disfruta —continuó ella.
Caminaron hacia la salida del edificio principal. Chaewon no le soltó el brazo en todo ese tiempo.
— ¿Qué crees que les hagan a los responsables? —preguntó él como si nada.
Ella se encogió de hombros.
—La verdad es que casi nunca hay esta clase de bromas. El director sanciona con detenciones o suspensiones cuando algo se presenta, pero nunca hubo algo como esto.
Jungkook dudaba que esa fuera la primera travesura, si es que así podía llamársele a llenar una piscina de sangre de origen dudoso; parecía más bien que Taehyung y su padre arreglaban las cosas con discreción. Al final, ese castaño rebelde era un Kim, y la más mínima falla suya conmocionaría a la sociedad.
