N u e v e

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Hacer los resúmenes de los análisis fue la primera de muchas tareas que el director Jeon le asignó a Jimin, aprovechándose de su eficiencia. Todo lo hacía bastante bien, por lo que le facilitaba el continuar trabajando con la campaña de Samsung, mientras Jimin trabajaba en investigar más sobre el historial económico de la empresa.

Esa situación de Kim Namjoon no la iba a dejar pasar, llegaría al fondo de todo.

Jimin estaba cómodo con esas tareas comparado con lo que el resto de la empresa hacia, pues podía ver como todos los demás estaban bajo estrés laboral por tener que apresurar los tiempos de presentación, y él por lo contrario, se encontraba revisando contratos de los negocios que el presidente Kim había realizado durante su tiempo como director, si era un poco aburrido, pues estaba encerrado en una oficina bastante aislada al resto, Jisoo se había encargado de asignarle un lugar por orden de Jungkook, el cual al querer mantener en secreto su investigación, lo tenia que separar del resto, por lo menos mientras pelinegro leía los archivos.

La única cosa buena de estar solo en esa habitación, era que no tenía que ver ni a Jisoo, ni al director, y su relación laboral era mejor así, de lejos, reuniéndose solo para lo necesario, que era cuando debía entregarle las tareas finalizadas, porque para Jimin cada vez era más complicado controlar su mirada.

El señor Jeon llamaba mucho su atención, y eso no era precisamente sano, no teniendo en cuenta quién era ese hombre, su jefe, y el padre de su mejor amigo.

Pero era imposible no verlo cuando ese hombre parecía un jodido modelo, ¿sus elegantes camisas siempre le habían quedado así?, tan al cuerpo y ajustadas de sus brazos, resaltando aún más esa forma de triángulo invertido de su torso.

Jimin no recordaba afectarse tanto por el director en un inicio, claro, le pareció guapo, pero hasta ahí, podía seguir con su vida y hablar con él de forma profesional.

Pero todo había cambiado desde la tarde cuando lo miró en su oficina con esa mujer.

La imagen del padre de su mejor amigo pasó de ser de respeto a deseo, a ser lujuriosa, libidinosa. Su mente siempre lo traicionaba y le traía los recuerdos calientes, en especial esa escena donde lo miró disfrutar del sexo oral, sus cara de placer, su cuerpo, su miembro... joder, se odiaba por preguntarse una y otra vez que se sentiría tocarlo, ser esa chica y poder darle el mismo placer, ¿podría hacerlo tan bien como ella?

Y ese tipo de comentarios eran los que taladraban la cabeza de Jimin, y que quería que pararan, por su salud mental, ese hombre era un platónico, un imposible, jamás podría pasar algo, era inaccesible, soñar y fantasear solo lo afectarían más, alterar su realidad no era opción.

Sin embargo, el hecho de que ese hombre le gustara tanto le asustaba, nunca se había sentido así de atraído por alguien, porque más allá de que le parecía divino, su gusto por ese hombre era carnal, pasional, lo que nunca antes había sentido, era un despertar sexual que no imaginó que se daría de esa forma, pues le provocaba tanto de solo verlo y fantasear con él, ¿por qué jamás le había pasado con los chicos de su edad? ¿por qué no podía sentir lo mismo por Jaehyun?, todo sería más fácil si ese deseo lo sintiera por él, podrían ser novios y quizá finalmente él conocería el amor.

Y aunque no le apuraba en lo más mínimo, finalmente perdería su virginidad también, así comprobaría si todas las chorradas que Tae le decía eran reales, le generaba curiosidad eso.

Los golpes en la puerta lo hicieron salir de sus pensamientos, trayéndolo a la realidad de golpe.

—Adelante —dijo en respuesta, la cabeza de Jisoo se asomó por la puerta segundos después.

Désir ⸨KOOKMIN⸩ 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora