Capítulo 20 *Tu Primera Pérdida*

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Egeon, considerado como el rey celestial más callado de los cuatro, además de ser catalogado como un “Sabio Arrogante” por parte de sus compañeros; un Pallasite, con un raro e inmenso interés hacia los humanos, como ya se había visto anteriormente. Había estado observando los resultados que sus dos “fieles” sirvientes le habían mostrado en el campo contra los caballeros de Athena, fue ese interés, esa curiosidad de presenciarlo él mismo, que lo llevó a ser el primer Rey celestial en lanzarse al campo de batalla. Porque, en parte, quería ver los “milagros” que los humanos eran capaces de lograr en momentos de desesperación, de adrenalina tal vez, o desempeño. Quería saciarse más, satisfacer su necedad hacia ellos.

Extendió su gran espada para presenciarlo, pero más a aquella rajadura en una de sus esquinas

—— dime que estas bien, por favor.

—— claro, no fue nada grave, papá Hyoga.

Cisne suspiró tranquilo, pero aún preocupado  de sólo pensar en que Edén estuviera herido de gravedad; Shun no se lo perdonaría si algo llegara a pasar con su pequeño.

Edén ayudaba a Haruto, el cual estaba más lastimado que los otros dos, ya que todo el ataque y furia de Tokisada eran especialmente hacia Lobo. Hyoga mantenía su rostro sereno, tratando de enfriar su mente de los malos escenarios que hubieran ocurrido sino hubiera llegado a tiempo para salvarlos. Debía de ser más precabido.

—— ¡Usted es increíble! ¡Su cosmos es impresionante! —— gracias al grito y entusiasmo de Subaru su mente logró distraerse de sus malos pensamientos. El pequeño Caballo soltaba brillo en sus ojos.

—— es porque tengo más experiencia, llevo peleando más tiempo que ustedes es todo. —— respondió ya más tranquilo. —— no es extraordinario.

—— ya entiendo ¡es gracias a la experiencia! Ahora comprendo. —— Subaru observó su manos con admiración al comprender las palabras de Cisne. —— es el tiempo lo que hace crecer a la gente.

Concluyó con una sonrisa, y aunque fueron unas simples palabras inocentes, no había sido consciente de las reacciones que estos provocarían en los tres caballeros más serios.

—— Subaru... —— susurró Edén para si, tanto él, como Haruto y Hyoga lo observaron con atención, sintiendo que algo no encajaba bien en el pequeño niño.

—— ¡es asombroso! El ataud de Hielo es una técnica impresionante. —— Y más sonriente que antes, Caballo menor abrazó dicho objeto, lugar en donde la cara de Tokisada había sido congelada con una expresión llena de agonía.

Edén lo observaba analizante, rememorando el combate que Subaru había sostenido con el Pallasite de Reloj. Aquel extraño Cosmos...

—— Subaru, ¿Quién eres en realidad? Dinos de una vez.

El mencionado volteó a verlo confundido, y más por el rudo tono en el que se había dirigido. —— ¿Cómo, Qué quién soy? ¿De que estas hablando, Edén?

—— Tokisada... Ya conocía tu cosmos. —— continuó Orion, acercándose más a él, olvidando se por un momento de Hyoga y Haruto, los cuales se mantenían al margen de aquella conversación sería; Edén había sido el único en atreverse a cuestionar a Subaru. —— ¿por qué?

—— ¿y-y yo cómo voy a saber eso? —— titubeo, siendo luego reemplazado a su característica arrogancia y enfado hacia aquellas dudas. —— escucha. Yo soy Subaru, Subaru de Caballo Menor, y yo soy un caballero de Athena.

Edén quedó serio ante su respuesta, pero antes de siquiera seguir con su cuestionamiento, sus Cosmos se habían encendido, habían reaccionado al sentir uno más perturbador.

Problemas Familiares. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora