Capítulo 4 - Expedición

105 14 28
                                    

Había pasado una semana desde los eventos en el bar de Joe, pero para Bill, parecía que apenas había sido ayer...

La pelea con los pandilleros había dejado una huella en su mente, una preocupación constante sobre el estado de la ciudad y la seguridad de sus seres queridos. Sin embargo, hoy su mente estaba en otro lugar, en una tarea que, aunque pequeña, lo llenaba de satisfacción

Bill estaba sentado en el porche de su cabaña, con el sol de la mañana brillando a través de las copas de los árboles del bosque... el aire fresco acariciaba su rostro mientras él, con una precisión casi artística, utilizaba el filo de su hacha para darle forma a un trozo de madera que había recogido en el bosque días antes

El sonido del metal al cortar la madera era suave y rítmico, casi como si Bill estuviera tocando un instrumento

Después de un tiempo, levantó la figura que había estado tallando y la observó con orgullo. Era una pequeña y detallada representación de su abuelita, la mujer que había sido su pilar desde que tenía memoria... cada arruga, cada pliegue en su ropa, había sido tallado con un cuidado que solo un nieto devoto podía dedicar

La pequeña figura parecía cobrar vida en sus manos, como si la madera misma comprendiera el amor con el que había sido trabajada

Hoy era un día especial. Era el día de visita en el hospital, y Bill había decidido llevarle ese pequeño regalo a su abuela, un gesto simple, pero lleno de significado. La anciana había cumplido noventa años hacía apenas unos días, un hito que, aunque motivo de alegría, también había sido un recordatorio de su fragilidad

Desde hace 4 años... su condición había empeorado, haciéndole prácticamente imposible salir del hospital. Sus días de paseos al aire libre y de largas charlas en el porche de la cabaña eran ya solo un recuerdo lejano

El hospital se había convertido en su hogar permanente, una realidad que Bill aceptaba con el corazón pesado. Él tuvo que trabajar mucho estos años para poder pagar los costosos tratamientos y la estadía de su abuelita en el hospital... los turnos en el bosque se hacían más largos, y el cansancio a veces era abrumador, pero nunca se quejaba. Su amor por ella era su fuerza motriz, lo que lo hacía levantarse cada mañana y enfrentar cualquier adversidad

Sin embargo... hoy no estaba desanimado. De hecho, se sentía bastante optimista. Sabía que, aunque su abuelita ya no era la mujer fuerte que había sido, aún tenía chispa en sus ojos, esa chispa que lo había criado y que lo llenaba de esperanza

Además, Simon y Betty lo acompañarían hoy al hospital, como lo hacían a menudo. No era la primera vez que lo acompañaban, y Bill se sentía afortunado de contar con amigos tan leales y comprensivos...

Además... Simon y Betty habían dicho que querían darle una gran noticia, eso también influyó en su buen ánimo el día de hoy... estaba ansioso por escucharla

Mientras pensaba en ellos, su mirada se desvió hacia el horizonte, donde el sol comenzaba a elevarse más alto en el cielo... el tiempo pasaba rápidamente cuando uno estaba concentrado en una tarea, y antes de darse cuenta, su alarma sonó, interrumpiendo sus pensamientos. El sonido agudo y repetitivo lo sacó de su ensueño, recordándole que ya casi era la hora de las visitas...

Hora de ponerse en marcha... -murmuró para sí mismo, mientras guardaba la pequeña figura de madera en su bolsillo con cuidado

Se levantó del porche y se estiró, sintiendo cómo sus músculos respondían al movimiento. A pesar de las largas horas de trabajo, su cuerpo se mantenía en forma, gracias en gran parte a su vida activa como leñador

Caminó hacia la cabaña para buscar su chaqueta, una prenda necesaria para protegerse del clima impredecible del bosque. Mientras se la ponía, pensó en cómo su abuelita solía regañarlo por no abrigarse lo suficiente cuando era niño. "Siempre piensas que eres más fuerte de lo que eres, Bill", le decía, con ese tono maternal que tanto extrañaba

Hora de aventura; "En busca de un corazon"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora