Pequeñas Historias WINTERIRON, y... ¿algo más?

*Síndrome de Stendhal*

¿Me creerías si te digiera que por estar admirando tu belleza durante tanto tiempo estoy desarrollando el llamado Síndrome de Stedhal?

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El Síndrome de Stedhal es conocida como una enfermedad psicosomática, que ciertamente en pocas palabras es causada por emociones verdaderamente intensas, las cuales elevan tu ritmo cardiaco hasta un punto algo aterrador, junto con temblores en todo tu cuerpo, palpitaciones aceleradas, vértigo y una confusión inesperada cuando el individuo es expuesto a obras de arte muy hermosas, o para ser más específico como me ha sucedido a mi cuando conocí a la persona más hermosa de todo el mundo.

Y puede que sea un poco ilógico, pero no recuerdo en toda mi vida haber sentido una emoción tan desesperante, aquel día sentí tanto gozo en mi interior ante la belleza de ese chico italiano, que entre inesperadamente en un estado emocional desbordante, mis lágrimas se escaparon sin mi permiso, y mi corazón parecía querer salirse desesperado de mi pecho.

Aquella tarde desperté en un hospital después de eso.

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–¡Bucky apresúrate! –Pude escuchar la voz de mi mejor amigo Steve llamarme, y opto por guardar apresuradamente mis últimas pertenencias en la maleta.

Aquella madrugada estaríamos partiendo a un viaje improvisado hacia la ciudad de Florencia, situada en el norte de la región central de Italia, siendo ese nuestro destino porque solía ser considerado como uno de los centros históricos y artísticos más grandes del mundo; y nuestras profesora "favorita", como esperaba que funcionara, había sugerido amablemente que realizáramos este corto viaje para engrandecer nuestra experiencia artística y así encontrar finalmente nuestra fuente de inspiración para nuestra obra de arte final, aunque más que una sugerencia había sido una orden directa de nuestra profesora guía Natasha Romanov, una excelente profesional graduada hace algunos años de la facultad de Bellas Artes, quien se especializaba en disciplinas como la pintura, la escultura, la música, la danza y el teatro, un excelente ejemplo a seguir, pero una araña despiadada a la hora de evaluarnos.

Tan estricta y cruel cuando algo le parecía imperfecto.

Steve y yo éramos estudiantes de último año de curso, estábamos a un paso de graduarnos, pero... como era de esperarse, por mi parte tenía el llamado bloqueo artístico, no podía imaginar cual sería mi obra final, y mucho menos quería pensar que si pronto no pensaba en alguna idea mi esfuerzo de todos estos años se perdería, y estaba demasiado estresado, por el contrario de Steve, quien tenía su idea bastante clara, el tan solo me acompañaba a este viaje porque es mi mejor amigo, y quiere darme su apoyo emocional.

Tan solo nos quedaban tres meses para culminar con nuestro trabajo final, y Steve llevaba la mitad de su trabajo listo, yo por el contrario estaba lleno de frustración, por esa razón mi profesora "querida" había sugerido hace un par de días este viaje inesperado, y aunque me negué muchas veces, descubrí muy pronto que no era una sugerencia, y henos aquí, con mi habitación hecha un desastre, papeles por todos lados, ropa desordenada en una esquina, lienzos destruidos, y mi maleta apresurada, porque nunca espere que la Srta. Romanov nos preparada un viaje improvisado tan pronto a la ciudad de Florencia.

No por nada éramos sus estudiantes favoritos.

Tomé mi maleta, y abandone mi habitación en la facultad, aquella mañana era bastante helada con el aviso del otoño acercándose, y eso tan solo podía hacerme sentir peor, estaba muy cansado, no había podido dormir muy bien en las semanas anteriores de tanto estrés acumulado, eso sumado a mis dos trabajos que seguro me consumirían en algún momento desesperado, como me había costado convencer a mis jefes de que necesitaba urgentemente este pequeño viaje improvisado, porque de lo contrario no podría graduarme.