*Como no podría Amarte*

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La eternidad es muy incomprensible, tan desconocida como sería el mismo universo propio, donde estaríamos rodeados de tantas realidades inciertas, que diariamente nos harían cuestionar lo simple y pequeña que puede llegar a ser nuestra vida. Porque somos tan minúsculos en el vasto universo que quizás tan solo nos toque rogar a los vientos que nunca desaparezcamos de él. Puesto que perdernos sería tan sencillo y rápido que nunca podríamos darnos si quiera cuenta de que algo como eso ha sucedido.

James no conoce nada sobre el universo, incluso las teorías conspirativas y las extrañezas del mundo no son de su interés. Su vida es realmente tranquila y despreocupada, no tiene obligaciones que le causen ningún estrés aparente, y mucho menos puede importarle que los profesores amenacen con expulsarle.

Está acostumbrado que ninguno de ellos tenga alguna fe verdadera en sus estudios, e incluso sabe que todos han perdido la esperanza en que piense en su futuro, ¿Pero para que? Porque debería interesarse en construir un futuro en un mundo que no tiene nada que ver con él.

No comprende de cuales objetivos hablan sus profesores cuando él se encuentra en aquella academia exclusivamente porque su amigo Steve es el puto Capitán América, y el cómo su mejor amigo debe estarlo apoyando.

–¿Puede si quiera importarte esta conversación?

James observa el único ojo visible del director de la Academia Avengers.

–¿Puedo irme a clases?

Nick Fury frunció el ceño con reprobación.

–No Barnes, esta puta conversación trata sobre tu propio futuro.

–Estoy conforme con ser un simple Comando Aullador, –Dio una pequeña pausa, pensando por un segundo como terminar esta conversación. –No estoy interesado en obtener un cargo superior al mismo Capitán América.

–Eras de nuestros mejores estudiantes, –Fury esta decepcionado de la actitud del chico sentado en su oficina personal, está cansado de que los profesores lo envíen todos los días para que logré rescatar el pobre futuro que le queda. –Aun no entiendo que ha estado sucediendo contigo este último año, tenías el potencial suficiente para superar al Capitán América, y ahora has dejado que todo se destruya por el capricho de hacerlo.

James recuerda que desde un inicio deseaba muchas cosas, pero… no sabe que responderle a Fury, él tampoco sabe porque razón no puede pensar en su futuro, no puede simplemente prepararse para todas las batallas que se avecinan, cuando considera que ya las ha perdido todas sin intentarlo un poco.

–No lo sé, Dir. Fury. –Son las únicas palabras que sueltan sus labios antes de tomar sus cosas y estar dispuesto a marcharse.

Sus pasos se alejaron del único hombre que quizás tenga un poco de fe en él, y estuvo dispuesto a tomar la perrilla de la puerta de la oficina de Fury, cuando su acción fue interrumpida, y su mirada se encontró con un joven que nunca había visto en toda su vida.

Su corazón se estrujo con tanta fuerza, y su garganta se secó.

Pero luego el menudo castaño había pasado de él, ignorando por completo su existencia, dirigiéndose sin mirar atrás hacia el director Fury, y sus ojos le traicionaron cuando no pudo evitar seguir sus pasos.

James está confundido, su cuerpo arde desesperado.

–Estabas dispuesto a irte, Barnes.

–¿Eh…? –Su mirada no se despegaba del joven.

–¡Barnes!

Obligo a sus instintos a despegarse del menudo chico que no se había interesado en ningún momento en el. Su mirada se encontró con el hombre.

Pequeñas Historias WINTERIRON, y... ¿algo más?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora