Jisung nunca planeó quedar embarazado y mucho menos del jefe de la mafia más peligrosa del país Lee Minho. Ahora atrapado en un mundo de sombras y violencia Jisung no solo debe protegerse a sí mismo sino también al los bebés que lleva dentro. Mientr...
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Minho le indicó a Jisung que se acomodara en una de las sillas de la terraza, eligiendo un lugar con una vista panorámica de la ciudad. La noche era cálida y una suave brisa soplaba entre ellos.
Jisung no podía negar lo increíblemente atractivo que era Minho bajo las tenues luces del lugar. Su porte relajado y confiado hacía que cualquier gesto por pequeño que fuera pareciera deliberadamente cautivador. Minho sonrió ligeramente mientras se acomodaba frente a él cruzando una pierna sobre la otra con una elegancia que no se esforzaba en mostrar.
—¿Te gusta el lugar? — preguntó Minho mientras su voz resonaba suavemente en el ambiente tranquilo como una caricia en los sentidos de Jisung.
— Es perfecto — respondió Jisung sintiendo un escalofrío recorrer su columna cuando los ojos de Minho se encontraron con los suyos.
La intensidad en su mirada hacía que las palabras quedaran cortas creando una tensión que parecía apretar el aire entre ellos.
Un camarero apareció discreto y atento entregando los menús antes de retirarse rápidamente. La elección de la cena fue un proceso casi automático pero cada movimiento de Minho desde cómo sostenía el menú hasta la forma en que deslizaba su dedo sobre la carta, parecía intencional.
La cena fue servida pero apenas fue un pretexto para mantener la conversación. Los platos aunque exquisitos pasaron casi desapercibidos mientras los dos hombres se miraban explorando el lenguaje sin palabras que había nacido entre ellos.
Cada vez que los dedos de Minho rozaban su copa de vino Jisung sentía un estremecimiento recorrer su cuerpo. El ligero roce de la lengua de Minho sobre sus labios después que bebía un sorbo capturaba la atención de Jisung despertando miles de cosas en el.
— Así que… ¿sueles organizar bodas? — preguntó Minho rompiendo el silencio con una pregunta aparentemente inocente pero su tono sugería que había más detrás de sus palabras.
— Sí, es algo que disfruto — respondió Jisung tratando de mantener la compostura mientras jugueteaba con el borde de su copa — Me gusta ver cómo cada detalle cobra vida y se convierte en algo único para cada pareja.
— Interesante — musitó Minho, sus ojos recorriendo el rostro de Jisung con una intensidad que hacía que cada palabra pareciera un susurro en la oscuridad — Me pregunto qué tipo de detalles elegirías si la boda fuera la tuya.
Jisung sintió cómo su respiración se detenía por un segundo. No esperaba esa pregunta y menos en un contexto tan cargado de significado. Sin embargo la mirada de Minho lo mantenía atrapado incapaz de esquivar la creciente conexión que se estaba formando entre ellos.
— Supongo que elegiría algo… íntimo — dijo finalmente con su voz un poco más baja como si el simple acto de hablar de ello lo expusiera demasiado — Algo que solo entendiera la persona adecuada.
