༒︎
𝐄𝐋𝐈𝐀
Esto es tan raro en mí. Lo conocí por unos segundos que parecieron eternos porque él invadió todo dentro de mí. Y eso no significa solamente lo sexual, sino que un sentimiento que antes sentí volvió aparecer al mismo tiempo que él se plantó frente a mí esa noche.
Todo es nuevo, tener que compartir el mismo lugar, tener que compartir mi amor con otra persona que no sea mi hermana. Es extraño.
No sé si se puede nombrar amor a un sentimiento de... Extrañarlo, querer que esté cerca de mí, querer que no se aleje. Tenerlo cerca e incluso ese pensamiento de negatividad hacia él me hace formar una mierda de disgusto en mis labios.
Simplemente no lo toleraría.
Slavik ha estado pegado a mí; almorzamos en un restaurante también. Una cosa que no me pareció extraña es que la Isla es completamente suya. Creo que por eso fue que me encontró; tiene muchos hombres que trabajan para él aquí. Me presento a todos como su novia. Su actitud con las demás personas es fría pero amable, sobre todo con los hombres que me veían. Sus ojos ardían de celos hacia todo, para contenerse y no matarlos; marcaba lo que era suyo frente a ellos.
-Sol. Esta noche quiero que te quedes conmigo -acarició mi muslo debajo de mi vestido; sonrió acalorada; él hace lo mismo viendo lo que está provocando-. Pasaré por ti a las seis.
-¿Por qué no me llevas ahora? -sugerí con ganas de irme ya. -Digo, no es que tenga otra cosa más importante que hacer.
-Juro que no quiero que te separes ni un solo minuto más de mí -me susurra al oído besándome el lóbulo y tira de él-. Pero tengo que arreglarme y pasar por ti, cariño. Te toca aguantar.
-¿Acaso no quieres estar conmigo?
-No digas tonterías, mi amor -toma mi mandíbula y me besa con muchas ganas; lo tomó de la camisa, atrayendolo a mí, con deseo de verte sonrojada, escucharte como gritas mi nombre, -muerdo mis labios, aguantando soltar un jadeo-, poder chuparte por completo hasta que te quedes inconsciente, dándote duro y verte venir sobre mí y yo dentro de ti.
Madre mía.
Su manera sucia de hablar en público hace que me ponga roja; un líquido caliente recorre entre mis piernas; mi centro palpita. Tomo su mano y lo aprieto, soltando un suspiro. Miro sus ojos grises que ya están oscuros; sus pupilas resaltaron. Me sonríe con arrogancia y aire de superioridad. Maldito deseo insaciable, mi animal sexy. La lujuria recorre mi cuerpo y la tentación del hombre, que me sonríe ambiguamente mostrándome sus hoyuelos que lo hacen ver más atractivo y cómodo.
-Tienes que dejar de provocarme, animal -siseó entre dientes, agite mi mano sobre mi cara buscando aire porque mi cuerpo arde en llamas y ese tiene nombre y apellido. - Luego no te quejes cuando te hagas lo mismo.
-Mi amor, en la noche podrás hacerme todo lo que quieras -deja un beso en mi mejilla, volviendo a comer con una sonrisa en su cara.
Lo ignoro, ha terminado mi comida. Dos minutos después terminamos y me llevaron hasta el condominio.
Estaciona el auto deportivo; estoy por bajar y me sujeta del brazo haciendo que vuelva a voltear.
Él tiene el ceño fruncido y su cara sería.
-¿No te vas a despedir? -Su voz ronca y sexy me mira neutra. -Ven aquí, dame un beso o no te vas.
-Adiós -dije para irme, me solté de su agarre y me giré caminado hacia dentro. -¡Ah! -él salió del auto como flash y me dio una nalgada, acorralándome contra el auto. Inmoviliza mis manos detrás de mi espalda y su otra mano sujeta mi barbilla, pegandome a sus labios. -Suel... -me devora la boca como si un día no pudiera hacerlo; muerde mis labios. Un gruñido de roca sale de su garganta de satisfacción. Trato de seguir su ritmo. Pero no me deja manejando el beso a su manera. Sus labios exquisitos me logra envolver. No besamos hasta que se nos acabe el aire.
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𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 𝐁𝐞𝐧𝐝𝐢𝐭𝐚 © ✔︎ [en CORRECCIONES]
Romance✞︎ 𝐄𝐥𝐥𝐚, 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐀́𝐧𝐠𝐞𝐥 𝐦𝐚𝐬 𝐚𝐫𝐝𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐈𝐧𝐟𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨 ✞︎ ✞︎ 𝐄𝐥, 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐃𝐢𝐚𝐛𝐥𝐨 𝐝𝐢𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐚 𝐪𝐮𝐞𝐦𝐚𝐫𝐬𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐥𝐥𝐚𝐦𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐬𝐨𝐥 ✞︎ Eʟɪᴀ Dʟᴀᴄʀᴏɪx 𖤍 Una mujer se...