Tras pasar una semana completa desde aquella conversación, él se había esforzado para poder encontrar el sentido de la vida.
¿Pero que era exactamente eso?
No lo sabía, cosa que le dificultaba su tarea.
— ¡Ey! Tierra llamando a Jaekyung.— exclamó muy fuerte Dan, quien estaba cerca de su oído.
— ¿Puedes guardar silencio? Estoy en pleno momento filosófico.
— Discúlpeme señor filósofo, pero déjeme informarle que allá afuera está apunto de suceder una tormenta grave.
Al observar el cielo fuera de la casa notó que lo dicho era cierto, pues empezaba a nublarse intensamente.
— ¿Y a nosotros que?
El tick en el ojo de Dan llamó completamente su atención, pues parecía harto de su actitud. Pero, aunque no lo pareciera, él realmente no estaba jugando.
¿A ellos que les debería importar una simple tormenta?
— Jaekyung.
— ¿Si?
— Recuerdas dónde vivimos ¿Verdad?
Asintió en respuesta.
— Y sabes que hay ganado viviendo afuera sin ningún tipo de techo ¿Cierto?
— Sí, lo sé.— pero enserio ¿Que tenía que ver con ellos?
Escuchó el pesado suspiro que soltó su contrario, quien cerró los ojos y se tocó el entrecejo.
— Ponerte a reflexionar te hace más estúpido de lo que eres.— susurro con irritación.— ¡Tenemos que resguardar al ganado!
— ¿Por qué?— bien, admitía que realmente no estaba prestando atención.
— ¡Porque pueden sufrir grandes daños! Mira, no recuerdo cómo eran las tormentas allá en los Angeles— habló con rabia— Lo único que sé es que las de aquí no se comparan a las de allá.
— ¿Y dónde meterás a los animales?
— Tú...— murmuró.— ¡Tú realmente eres un idiota!
— Perdón, pero realmente no me interesa lo que tenga que ver con trabajo.
— Y eso a mí tampoco me interesa.— respondió mientras abría la puerta.— Ven y ayúdame con los animales.
Soltando sonidos de queja lo siguió hasta afuera, donde los animales estaban en los corrales de siempre.
— ¿Dónde piensas llevarlos?
— Allá.— señaló con el dedo.
Al mirar a tal dirección se encontró con un establo de manera, el cual estaba pintando con el característico color rojo.
— Bien, ¿que animales llevamos primero?— pregunto él mientras lo seguía por detrás.
— Primero a relámpago y Venom.— dijo refiriéndose a los caballos.— De allí irían las dos vacas y el toro.
— ¿Que hay de las gallinas y el gallo?
— Ellos permanecen siempre en su gallinero.
— Ya veo.— respondió sin más.— Entonces empezaré llevando a Venom.
Notó el asentimiento de Dan, el cual significaba que le había otorgado permiso. Abriendo la puerta del corral tomo por la correa al caballo negro, viendo como Dan hacía lo mismo con el café.

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Bajo el cielo de Texas
FanfictionFiestas, alcohol, desastre. Tres palabras que creaban la perfecta descripción del porque había acabado en un lugar como ese. Tras una buena vida de despreocupación dónde no le importaba nada más que a sí mismo, su padre, el dueño de una de las mej...