Capitulo 4

3 1 0
                                    

Llegué a la manada un poco mas tarde que de costumbre. Me había quedado muy entretenido en la casa de Fernando. Una parte de la manada ya había salido a cazar y, de echo, estaban volviendo. Usualmente solía venir un rato antes, solo que hoy me había quedado mas tiempo con Fernando.

—Es extraño que vengas tan tarde—Me gire. Jake me estaba mirando fijamente.

—Solo me distraje un poco—Jake abrió la boca. Adivinando sus palabras, hablé yo antes—. Con un amigo.

—Un amigo, ¿Eh?

—Si, un amigo. Solo eso. No te pongas como David—Suspire—. No entiendo por que algunos piensan que es otra cosa...

—A veces los amigos se convierten en otra cosa.

—Y a veces siguen siendo amigos—Me crucé de brazos.

Jake iba a seguir hablando, pero justo vinieron algunos miembros de la manada con la comida. Sin decir nada mas, ambos nos acercamos, junto al resto, para prepararnos para la cena.

Ya al día siguiente...

—¿Te gusta este sitio?—Me pregunto Fernando. Me quede observando la plaza con asombro.

—Si. Nunca vine aquí.

—¿De verdad nunca fuiste a una plaza?—Me observo con confusión.

—Eh...Si, creo que si. Pero debió de ser hace mucho, ya no me acuerdo—Mentí.

Desde luego que jamas había ido a una plaza.

—¿Puedo subirme a eso?—Señalé las hamacas. Hace un tiempo me había enterado de estos juegos y como se jugaban. En secreto, intentaba investigar mas cosas sobre los humanos. Por si acaso.

—Si, algunos adultos se suben...

Sin dudarlo, fui hacía ellas. Me subí en una ni bien me acerque. Disfrute del viento, de la diversión, de todo. Un rato después, Fernando se sentó en la otra hamaca e hizo lo mismo que yo. Estuvimos un rato allí, hasta que luego nos bajamos y dimos un pequeño paseo por el sitio.

Hace un tiempo que estaba averiguando, como mencione antes, cosas de los humanos. Por eso podía fingir un poco mejor que conocía todo esto. Mas tarde, continuaría averiguando información si podía. Debía mantener el secreto como sea.

Y, ya mas tarde, estábamos en su casa nuevamente. En este caso, me llamo la atención algo que Fernando tenía. Me dijo algo de juegos de mesa y me enseño ese juego. A decir verdad, fue muy entretenido. Especialmente por que le gané a Fernando, quien se puso de mal humor.

—¡Es la primera vez que juegas y me ganaste!

—Acepta tu derrota, perdedor—Le respondí en tono burlón.

—Vete a la mierda.

—No tengo ganas, vete tu.

Al final me entretuve bastante con él y de nuevo llegué un poco tarde a donde estaba la manada. De echo, ya iban a comenzar a cenar. Por suerte llegué antes de que empezaran.

Nuevamente David me molesto con el tema. Luego, Jake se unió. Maldita sea, ¿Por que me molestaban tanto con eso?

Al día siguiente...

—Oye, ¿Por que últimamente llegas tan tarde?—Deje de caminar, en dirección a la casa de Fernando, al oír la voz de Daniela.

—Eso no es asunto tuyo—Respondí.

—¿Estás visitando a alguien? ¿Una pareja, quizá?

—Daniela, no te metas en lo que no te importa.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora