Fernando sonrió al ver que al fin me había sacado una sonrisa mas grande que las anteriores. Su función de distraerme estaba teniendo buenos resultados. No estaba completamente alegre pero al menos podía distraerme de la última noticia que me dijeron.
Él utilizaba cualquier cosa que se le viniera a la cabeza para ver si podía distraerme. Literalmente, cualquier cosa que se le ocurriera lo hacía. Y por lo usual lograba su objetivo.
—¿Ya te logré poner un poco de mejor humor?—Me pregunto.
—Depende el momento—Admití—. Igual gracias por el intento.
Fernando asintió y pareció tratar de pensar en otra cosa. Aproveche su distracción y me fui para el patio. La verdad era que necesitaba respirar aire fresco.
—¿Jacob? ¿Ya te canse?—Escuche su voz.
—No, solo quiero respirar aire fresco.
Salí y me senté en un banco que había por ahí. El día estaba nublado, aunque por momentos salía el sol. Cuando salía el sol podía llegar a estar bastante bien el clima, pero el viento era bastante frío.
—¿No tienes frío?—Me pregunto Fernando.
—No—Lo mire un segundo y luego volví a mirar hacía otro lado.
El silencio inundo el lugar, aunque a mi no me resulto incomodo.
Trataba de distraerme, pero no podía evitar recordar los momentos que había pasado con Jake. A veces nos peleábamos, pero eso era normal en hermanos. Y luego volvíamos a hablar como si nada. De vez en cuando nos disculpábamos. De vez en cuando.
—Todo va a estar bien, aunque pienses lo contrario—Me dijo Fernando agarrando mi mano.
—El líder nos esta buscando, mi hermano murió o esta por morir, no tenemos muchas esperanzas de poder vivir en paz. Me parece que es poco posible que todo vaya a estar bien.
—Bueno, si, tienes razón. Pero ya veremos. Aún no pierdo todas las esperanzas.
—Bien por ti.
—Jacob...
No dije nada mas. Me quede en silencio y observe cualquier lado. El cielo, los alrededores, el suelo, cualquier cosa. Pero no quería decir nada mas.
¿Esperanzas? Desgraciadamente ya estaba perdiendo las mías, si es que no las había perdido ya.
Fernando suspiro y se sentó a mi lado. Todavía sostenía mi mano.
Después...
De nuevo, estaba mirando una película. Pero le estaba prestando atención por que a Fernando le gustaba mucho y quería ver que opinaba. Además, podíamos hablar sobre la película y eso. Por eso mismo estaba prestando atención, mas que nada por Fernando.
Fue entonces cuando se cortó la luz.
—¡Noo! ¡En la mejor parte!—Escuche como Fernando comenzaba a quejarse.
—Ya habrá mas oportunidades para ver la película. Pero si, creo que si estaba en la mejor parte. ¿Por que se cortó la luz?
—No se, tal vez algún fallo técnico o algo así.
—¿Fallo...técnico?—Pregunte sin entender.
—Es difícil de explicar. Solo...puede ser que se haya cortado la luz por un error.
—Ah.
Nos quedamos en silencio. Entonces, sabiendo perfectamente donde estaba, pase mi mano por debajo de su remera y comencé a pasearla por esos lugares.
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Amor Prohibido
RomanceLos hombres lobo existían. Claro que si. Y, obviamente, tenían reglas. Reglas que debían de ser completamente respetadas. Cada manada hacía sus reglas. Y una regla que la mayoría de las manadas tenían en común era "Los hombres lobos NO se enamoran d...