Capitulo 8

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Thomas sonrió y agarro el brazo de Fernando.

—Vamos a...

—No—Respondió él, serio—. Ahora no. Estoy ocupado.

—Si quieres ir, ve. Yo no tengo ganas de seguir hablando contigo—Dije.

—Pero yo si. Quiero hablar contigo....

—Vamos a tu casa, ¿Si?—Thomas lo agarro y se dio la vuelta, como si estuviera seguro de que Fernando lo seguiría, pero él no se movió. Se quedo en el lugar y eso pareció sorprender a Thomas—. Vamos.

—Te dije que no. Ve tu.

—¿¡Qué hace un vampiro aquí!?—Escuche la voz del líder. Mierda, Fernando no... un momento, ¿Vampiro?

—¿Vampiro?—Fernando pareció confundido. Thomas se mordió el labio inferior y repentinamente pareció molesto. El líder se detuvo frente a Thomas.

—Vete. ¿Eres tu el que esta causando todo esto, vampiro de mierda?—El líder parecía no darse cuenta de que había un humano por ahí...—. O te vas, o te mató...

Thomas comenzó a reír. Se aparto de Fernando y se acerco al líder.

—No te tengo miedo, perro asqueroso—Entonces me di cuenta.

No era que tuviera un mal presentimiento con Thomas, era que sentía su energía de vampiro. Y, como nunca había hablado ni estado cerca de uno, no me había podido dar cuenta de lo que era. Entonces, comencé a hacer teorías en mi mente. ¿Y si Fernando en realidad no me había dicho eso?

—¿Vampiro?—Fernando volvió a hablar, quizá para que notaran su presencia. Ambos lo notaron.

—¿Qué hace un...humano aquí?—Pregunto el líder, sorprendido.

—No creo que quieras que sepa todo esto. Yo me encargo, si quieres—Dijo Thomas. Tuve un mal presentimiento con sus palabras.

—¿Tu te "encargas"? ¿Qué se supone que significa eso?—El líder pregunto.

—Deja que lo haga—Continuó Thomas.

—¿De que estás hablando?—Fernando retrocedió—. La verdad es que no me esperaba esto y aún lo estoy asimilando, pero no le contaré a nadie. De todos modos, nadie me creería.

—¿Quieres que no sepa de esto?—Thomas miro al líder.

—Eso...no cambiará nada, puede que lo vuelva a saber—Me metí—. Puede que pase otra cosa y lo vuelva a saber...

Esta vez, estaba comenzando a creerle a Fernando. Si Thomas era un vampiro... era obvio que podía controlar a un humano. Quizá eso había pasado.

—¿De verdad?—Thomas sonrió—. ¿Y acaso alguno de los lobos atacados recuerdan que les sucedió?

Esas palabras bastaron para confirmar que era él quien ataba a nuestra manda. Entonces, el líder le pegó con fuerza en la cara.

—No me equivoque. Fuiste tu quien los ataco, ¿Verdad?

—Una chica de tu manada esta trabajando conmigo. Una chica de tu manada me da información confidencial. ¿Quién crees que sea? Si de todos modos ni te vas a acordar de esta conversación...

—Si lo haré...

—¿Daniela? ¿Es ella?—Pregunte, ya que repentinamente recordé que ella había estado cuando me atacaron.

—¿Cómo lo...por que piensas eso?—Pregunto Thomas.

—La verdad, no me sorprende que sea ella—Admití.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora