Poco después de que ese sujeto se fuera, me pare frente a la puerta de la casa de Fernando. Primero, por alguna extraña razón, dude en si tocar la puerta. No sabía por que había dudado, pero al final lo hice. Ni bien me abrió la puerta, no se por que pero eso pareció calmar mi anterior sensación extraña.
Entre, desde luego. Luz me acompaño.
—Oye, ¿Quieres comer algo?—Me pregunto Fernando.
—Vas a hacer que engorde, pero si. Si quiero. Desde luego, si puedes y quieres, no voy a obligarte a que me des algo de comer.
Fernando sonrió.
—No te preocupes por eso. Agarra lo que quieras.
Mas tarde, estábamos viendo una película. La verdad, no había nada mejor para ver, así que habíamos dejado eso. Estábamos en el sillón y, a decir verdad, bastante cerca. Pero tarde varios minutos en darme cuenta de este detalle. Justo entonces, algo paso.
Me incline hacía el costado y lo que me paso fue una especie de resbalón raro. Al ir hacía al costado por eso, termine sobre Fernando con mi boca a centímetros de la suya. Y...una parte de mi no se quería apartar, de echo. Sin embargo, me moví hacía atrás rápidamente.
—¡Lo siento! ¡De verdad, fue un accidente!—La verdad, no estuve muy seguro de no haberme sonrojado.
—Esta bien...no pasa nada.
Poco después, se disculpo y se fue al baño. No pude evitar preguntarme si eso solo había sido una excusa para alejase de mi. ¿Y si lo había incomodado? Me había caído sobre él por accidente, pero bien podía haberlo puesto incomodo. Y no quería eso. Además, me estaba muriendo de la vergüenza.
Me llevé ambas manos a mi rostro. Mierda, mierda, mierda. ¿Por que siempre, de un modo u otro, tenía que arruinar todo? Al menos, había puesto incomoda la situación. A mi no me había incomodado, sinceramente, pero quizá a él si.
—Fernando, yo...tengo que irme—Le dije, parado frente a la puerta de su baño—. Nos vemos.
—Esta bien, nos vemos...
Me fui. La verdad era que no tenía nada mejor que hacer, pero no quería quedarme en su casa en ese momento teniendo en cuenta lo incomoda que fue la situación gracias a mi y mi estupidez. Así que, bueno, mas tarde me encontraba sentado en medio del bosque sin hacer absolutamente nada.
Casi nos habíamos dado un beso..y no me hubiera molestado. Pero quizá a Fernando si. Especialmente teniendo en cuenta al otro chico que, supuestamente, era su amigo. Quizá estuvieran a punto de ser algo mas y yo...mierda. ¿Por que mierda tenía que hacer tan incomoda la situación?
Bueno, incomoda para él. A mi no me había incomodado. Tenía una leve sospecha de por que, pero prefería ignorar esa sospecha. Hacer como si no supiera por que estaba reaccionando de ese modo. Si, eso haría.
Continué allí, sin hacer nada, por un largo tiempo. Quizá al día siguiente podría ir a la casa de Fernando, pero podía ser incomodo...
3 días después..
Tampoco había pasado tanto tiempo, pero ya me encontraba parado frente a la puerta de la casa de Fernando esperando que me abriera. No podía negar las ganas que tenía de pasar otro rato con él, sin situaciones incomodas de por medio. Eso esperaba, al menos.
—Hola—Salude con una sonrisa cuando Fernando abrió—. Pensé que...podía pasar un rato aquí, olvidando lo que paso hace unos días atrás.
—Oh, de acuerdo. Pasa—Fernando también sonrió.

ESTÁS LEYENDO
Amor Prohibido
RomanceLos hombres lobo existían. Claro que si. Y, obviamente, tenían reglas. Reglas que debían de ser completamente respetadas. Cada manada hacía sus reglas. Y una regla que la mayoría de las manadas tenían en común era "Los hombres lobos NO se enamoran d...