Han sido 2 meses y medio increíbles, haber conocido a lexa había sido la mejor experiencia que había tenido en mi vida, pero sentía que no se merecía que yo le ocultara que tenía hijos, mis bebes eran lo más importante para mí, pero por alguna razón a ella aún no se lo contaba, no había salido el tema de los niños, pero que debería salir el tema no lo sé, quería creer en eso para no sentirme tan mal por mentirle sobre eso.
Los fines de semana yo no tocaba mi casa hasta la 6 de la tarde del domingo que era cuando ella me dejaba en mi casa y cuando se iba me sentaba a meditar por qué no le contaba de mis niños hasta que llegaban a casa y decidía olvidar todo para enfocarme en ellos. Sus caritas al verme siempre era algo que amaba, bellamy siempre me preguntaba el porqué de mi cambio de humor en las últimas semanas y yo simplemente le decía que era porque estaba logrando muchas cosas en mi vida.
No quería pensar en que últimamente solamente estaba mejor porque tenía a lexa a mi lado, desde ese día que empezamos todo había cambiado para mí, ella y mis hijos eran lo único en mi mente, Lexa me gustaba en toda la extensión de la palabra, aunque no quería pensar en ello mucho, había un trato de solo amigas que tenían sexo que nos prohibía tener algo más, o sentir algo más que eso.
El proyecto que teníamos juntas estaba en marcha, ya se estaba construyendo con todas sus indicaciones, los trabajadores si antes trabajaban bien, ahora lo hacían mucho mejor, aquel bono prometido era algo que a cualquiera podría incentivar de maneras inimaginables.
Octavia y Raven pasaban la mayoría de la parte del día en la construcción vigilando que todo fuera bien, Octavia porque quería que todo fuera perfecto y ver a la morena trabajar, porque para que vamos a mentir ambas hermanas estaban muy bien cuidadas, tanto Raven como Lexa tenían un abdomen en el que si querías podías lavar ropa, sus brazos ambas era muy fuertes pero sin quitar su figura femenina, era como si Dios o los Dioses hubieran hecho sus cuerpos a mano, poniendo cada detalle perfectamente, mi amiga estaba loca por la morena quien lo diría que ambas terminaríamos más volteadas que tortilla. Hacía poco ellas habían empezado un trato como el mío y el de lexa, pero estaba segura de que solo estaban esperando un poco para empezar a estar juntas. Ambas habían pasado por el mismo acontecimiento la muerte de sus primeros novios, entonces se entendían, sabían cómo se sentían al respecto, ninguna quería traicionar a ese amor que le profesaron tanto a Luna como a Lincoln, pero se gustaban y eso no querían ocultarlo, así que esperaba pronto pudieran arreglar aquel acontecimiento.
Mientras yo me tenía que cerrar a que para Lexa solo era una amiga con la que podía hacer más cosas, había fines de semana en los que yo me daba cuenta de que no dormía conmigo, sabía que no dormíamos en su habitación, sabía que tenía miedo a lo que podía pasar por que cuando nos contó lo de Costia, tuve ganas de matar a la chica que lastimo a mi chica de ojos verdes. No entendía cómo alguien podría lastimarla así, me hubiera gustado conocerla antes, para evitarle todo ese sufrimiento, sabía que había cosas que ella no decía y la entendía, entendía por qué no lo hace porque teme que la vean mal como la habían visto antes.
Y yo me sentía horrible porque ella estaba confiando en mí, confiando y hablando sus cosas poco a poco, pero yo tenía un secreto enorme que quizás iba a dañar lo que teníamos. Además del hecho de que pronto se iría de viaje por su gira, sentía que esto podría ser un problema, aunque quería creer que no lo seria, que era más probable que lo que causara un problema sería que yo le mentía y le ocultaba cosas.
Mas de una vez que estuvo en casa con mis hijos y ella me hablaba para vernos le mentía sobre lo que estaba haciendo, quería ambas cosas, pero sabía que algo saldría mal de esto, si tuviera que elegir siempre elegiría a mis hijos, pero no quería perderla a ella.
Estaba en mi oficina después de comer con ella, Raven y octavia, mi amiga estaba viendo unas cosas en su computadora de otro proyecto que teníamos mientras yo solo podía pensar en Alexandria Woods, mi no chica de ojos verdes, vuelvo a la realidad cuando siento que me tiran un cojín
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Más allá del dolor
Fiksi PenggemarDos mujeres exitosas que luchaban con sus pensamientos de manera diferente, Lexa Woods se refugiaba en su trabajo y una que otra noche de sexo, no creía en el amor, no creía en el matrimonio, no deseaba tener hijos después de todo había cuidado de s...