Strings That Blind

😶‍🌫️ Capítulo 8🤭

Desperté sintiendo como si un martillo golpeara sin piedad el interior de mi cráneo, un dolor de cabeza brutal y penetrante como si mi cerebro estuviese envuelto en una nube densa de dolor.

Me tomo un momento darme cuenta donde estaba, al abrir los ojos parpadee ante la luz que entraba por la ventana, estaba tirado en el sofá, medio cubierto por una manta que no recordaba

Me sentía desorientado, como si estuviera atrapado entre el sueño y la realidad, intenté moverme pero un dolor sordo en mis manos me detuvo

Miré hacia abajo y note que estaban vendadas firmemente envueltas en vendas blancas, el pánico empezó a subir por mi garganta mientras intentaba recordar que demonios pasó anoche.

Cada pequeño movimiento de mis dedos enviaba una punzada de dolor a través de mis manos y la incomodidad empezaba a mezclarse con la confusión

-¿Hola....?.- mi voz salió rasposa, apenas un murmullo intentando hablar, mi mente intentaba conectar los puntos pero todo parecía borroso y fragmentado.

El sofá crujió cuando me moví y el mundo a mi alrededor comenzó a cobrar algo de claridad, el salón y la cocina estaban en silencio, pero temprano no era

No había ningún rastro de agitación de la noche anterior, pero la quietud a mi alrededor solo intensificaba la sensación de vacío que sentía en mi interior

Las imágenes de la fiesta, borrosas y desordenadas comenzaron a emerger en mi mente, recordaba el ruido la música, el alcohol y luego...luego oscuridad

Había sido todo un caos, Sigma, la arena, Dazai hablando conmigo...¿O había sido una conversación que solo me imagine debido a mi borrachera?

De repente algo me golpeo con fuerza, la pelea, mi respiración se volvió errática al recordar fragmentos de lo que había ocurrido, Sigma siendo acosado por ese imbécil, mi rabia nublando mi juicio, el golpe....

No, los golpes, lo golpee una y otra vez hasta dejarlo casi al borde de la muerte y eso causó que mis nudillos quedarán destrozados, hasta que alguien me aparto, fueron Dazai, Chuuya y  Tetcho.

Me senté de golpe, lo que sirvió para que mi cabeza diera vueltas como si estuviera en una puta montaña rusa.

Mi estómago se revolvió y tuve que cerrar los ojos para no marearme más, había...casi mate a alguien, y ¿Como acabe aquí?, ¿Y en el sofá?, ¿Quién me curo?

Mis manos vendadas eran el único rastro tangible de lo que había sucedido, las miré con horror y fascinación por tan buen trabajo quien fuera que lo hubiera hecho

Mi mente me traicionaba, dios, qué demonios pasó ayer después de que me fuera de la fiesta, no recuerdo nada, hasta que..

-Feyda...- murmure casi sin pensarlo y todo cobro sentido en mi mente.

Lo recordé atendiendo mis heridas, como me ayudó con mi ataque de pánico e histeria, su presencia tranquila mientras limpiaba mis heridas y las envolvía en vendas

Era el quien había estado conmigo anoche, quien había evitado que me hiciera aún más daño del necesario, su preocupación por muy distante y controlada que fuera, había sido real.

Pero ahora, no estaba, el lugar donde debía haber estado tal vez vigilándome o asegurándose que no hiciera más estupideces estaba vacío, me sentía solo.

El mundo a mi alrededor se sentía irreal, como si aún estuviera en un sueño que no podía despertar, quería gritar, encontrar a Fyodor y pedirle que me explicará que demonios hice, pero no podía levantarme.

Y derrepente el recuerdo del beso me golpeo como una bofetada, había sido un gesto que necesitaba, lo había deseado con todas mis fuerzas y Fyodor me había dejado, para luego decirme que lo hice porque estaba borracho