🤫 Capitulo 28🤧

19 3 4
                                    

❌Aviso❌

leer este capitulo con la cancion: The night we met- Lord Huron

❌❌

Nikolai

La organización estaba extremadamente tranquila cuando llegué, normal, era navidad, seguro que todos habían ido a celebrarlo por algún lugar o con sus familias, pero no me importa.

No podía escuchar nada, tal vez era mi cabeza, tal vez el veneno de la rabia que corría por mi cuerpo apagando cualquier sonido exterior

Sostenía con firmeza mi pistola, el metal frío casi ardiendo en mi piel y cada paso me acercaba más al despacho de Isai, mi padre

El mundo solo se redujo a una única cosa: mi padre, el origen de todo el maldito caos que me consumía, la chispa que había prendido fuego contra mi cordura de niño.

Cada paso resonaba en el silencio, mis botas hacían eco y con cada eco una risa interna había ido creciendo dentro de mi, una que aún no manifestaba pero que hervía en mis entrañas.

Podía sentir como mi locura crecía con cada segundo, con cada palpitación de mi corazón, estaba tan cerca...

Finalmente la puerta de su despacho apareció ante mi, sin pensarlo la empuje con fuerza haciendola chocar contra la pared

Ahí estaba el, sentado en su silla de cuero con la misma calma de siempre, su presencia no había cambiado, ni siquiera después de lo que había hecho, ahí en su trono, intocable.

-¿Te gustó mi regalo dorohyy synu?.- me preguntó con sinceridad, su voz suave, cargada de esa crueldad que solo el mantenía sin esfuerzo.

Querido hijo, dijo en nuestro idioma, y quise arrancarle la cabeza en ese mismo momento porque así solo me llamó una persona en vida, mi madre, y no tenia derecho a decirlo, y menos el.

Mi risa salió como un estallido, irracional, casi histérica, ¿Como podía hablarme con tanta calma después de lo que había hecho?

Yumeno....su pequeño cuerpo ensangrentado seguia en mi mente, mi risa se detuvo de golpe, la pistola en mi mano apuntando directamente a su cabeza, sin vacilar un milímetro

-Hoy si te voy a matar.- susurré con un tono que ni siquiera reconocí como mío, era una sentencia y una promesa.

Mi padre sin embargo no parecía impresionado, de hecho, parecía...complacido.

-¿De verdad creías que no me daría cuenta, Nikolai?.- dijo, su voz cargada de burla pero con un tinte de admiración.- ¿Que no notaría que llevas envenenandome desde hace un año?

Me quedé en silencio por un momento, luego una sonrisa torcida se deslizó por mis labios.

-¿Y que si lo sabías?.- respondí dando un paso adelante cortando la distancia entre nosotros.- El veneno ya ha hecho mella en tu cuerpo, y lo sabes, puedes sentir como te consume desde dentro poco a poco

En ese justo instante mi padre tosió de una forma fuerte y húmeda, cuando se llevó la mano a la boca, la retiro manchada de sangre

Ver la sangre en su mano me hizo sonreír aún más, lo había envenenado bien a ese cabron.

-Lo aprendí de ti, viejo.- dije con voz burlona dando un paso más.- eres el maestro, ¿No?, el gran monstruo, pero te digo una cosa, yo soy mejor y ahora vas a morir.

Mi padre me miró y lo que vi en sus ojos no fue miedo, sino orgullo, algo que me dio repugnancia

-Has crecido Nikolai, me has superado...en más de un sentido.- dijo con una sonrisa torcida sus ojos reflejaban satisfacción y reconocimiento.- eres un buen monstruo, mejor de lo que jamás fui.

Strings That BlindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora