Fyodor
El frío metálico del hospital me despertó antes que la consciencia, podía sentir la rigidez en cada articulación, el peso invisible que presionaba mi pecho lentamente
Abrí los ojos con esfuerzo, parpadeando contra las luces blancas, demasiado brillantes y artificiales.
Me tomo unos segundos recordar donde estaba, el olor a desinfectante, las sábanas ásperas, el eco de pasos ir y venir...un hospital, estaba vivo, alguien...me disparo.
Me quedé inmóvil tratando de procesar lo que estaba pasando, la luz era agresiva para mis párpados, mi cuerpo aún entumecido empezó a responder un poco
Intenté moverme un mínimo pero el dolor fue una descarga eléctrica recorriendo cada fibra de mi ser, joder que dolor...
Un gemido escapó de mis labios algo involuntario y casi débil, ¿Quién me había disparado?, cerré los ojos buscando en mi mente algún rastro de lo que ocurrió, alguna pista...
El recuerdo vino a mi como un susurro distante, como si yo no fuera quien lo vivió, fueron tres disparos, por la espalda, y luego...mi padre hablándome y no recuerdo más hasta ahora.
Abrí los ojos de nuevo con la respiración acelerada, me dolía, todo me dolia pero lo que más me inquietaba era la ausencia de algo, o mejor dicho alguien, alguien que debería estar aquí.
-Kolya...- susurré con voz quebrada, el nombre salió instintivamente de mis labios
¿Donde está Nikolai?, igual fue a por algo de comer, o estaba en el baño...pero mi mente decía que algo no estaba bien, recordé su sonrisa, su mirada esquiva y la risa que siempre me pareció fascinante de oir
Sabía que aunque no estuviéramos bien Nikolai estaría aquí, conmigo, y que no lo hiciera me ponía muy nervioso y confuso más de lo que ya me encontraba
Me force a moverme, ignorando el dolor que me desgarraba el pecho, tenía que encontrarlo, tenía que saber que había pasado...necesitaba hablar con el.
Pero cuando intenté levantarme una mano suave me empujó hacia abajo, hacia la cama
-Fyodor...tranquilo, aún tienes heridas recientes.- dijo una voz que reconocí al instante
Giré la cabeza lentamente y vi a Sigma de pie junto a mi cama, su rostro lleno de preocupación, sus ojos rojos por la falta de sueño, pero lo que más me inquieto fue la tristeza que lo envolvía.
-¿Donde está Nikolai?.- mi voz sonó tranquila y controlada, o eso pensaba.
Sigma vacilo, su mirada cayendo hacia el suelo, el silencio que siguió fue ensordecedor, algo estaba mal, lo sabía desde hacía semanas, pero hoy era peor...
Mi corazón empezó a latir con fuerza, golpeando mi pecho como si estuviera a punto de romperse
-Fyodor....- comenzó Sigma pero su voz se quebró
-¿Donde está?.- insistí, levantándome está vez ignorando el dolor de mi cuerpo.- ¿Dónde está Nikolai? Responde Sigma.
Había algo en su expresión que me decía que no quería responder, que estaba evitando la verdad, y entonces todo empezó a encajar, las piezas se unieron en mi mente, y aunque no sabía porque, algo en mi interior supo la respuesta
-Se fue...- dijo finalmente su voz apenas un susurro.
La habitación pareció detenerse por un momento, todo se congelo, mi respiración, mi corazón incluso el dolor se fue
¿A qué se había ido?, ¿ A qué se refería?, ¿Por qué?
-¿Que quieres decir con ''se fue''?.- pregunte, aunque la respuesta no me gustaría.
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Strings That Blind
ספרות חובביםEn el último año de universidad, la vida de Nikolai Gogol parecía un desfile interminable de fiestas, logros y miradas admirativas por ser tan conocido y popular en todos lados. Era el centro de atención en cada evento, el chico cuya sonrisa ilumina...