Capítulo 2 El Bosque de los Corazones Unidos.

25 8 66
                                    

Cuando regrese del supermercado e iba por el mismo camino del bosque algo se iluminó tornándose un poco más luminoso y las flores eso era lo que más me encantaba. Florecían por si solas, pero lo extraño de todo esto era cada vez que ayudaba a alguien y luego regresaba. Este lugar florecía tornándose más luminoso, más vivo, "como si algo estuviese conectado en mí".

Por varias horas me quedé allí disfrutando del hermoso lugar admirando las maravillas, los animales a mi alrededor. Todo parecía mentira, parecía ficticio. Todo a mi alrededor era irreal pero de cierto modo allí estaba y lo más importante... Era real y solo yo podía disfrutar de este maravilloso momento.

Pero de repente cierta parte del bosque dejo de florecer y ser luminoso, tornándose en un lugar oscuro y aterrador. Las flores y los árboles con muchos frutos comenzaron a marchitarse, las frutas se tornaron negras y se secaron cayendo al suelo. Las flores dejaron de crecer para solo marchitarse y todos sus hermosos pétalos cayeron de su tallo.

—¿Pero qué...?—me levanté de una gran roca en la que estaba—. ¿Qué es todo esto...? ¿Qué está sucediendo?

Un montón de liebres, conejos y aves, salieron de la zona oscura para refugiarse hasta donde estaba.

Di un paso hacia adelante yendo hacia el lugar oscuro, pero una liebre se atravesó en mi camino haciendo que retroceda. Otra liebre detrás de mí con sus dientes tiro de mi manga haciendo que retroceda.

Los animales a mi alrededor comenzaron a esconderse, las aves en lo más alto de los árboles, los conejos en sus cuevas escondidas entre los arbustos y las liebres. Ellas hicieron que saliera del bosque, regresándome a la realidad.

Desconcertada por lo sucedido regrese a casa pero con las manos vacías ya que no me dio tiempo de tomar mis frutas.

Me quedé en la orilla del mar observando unos pequeños pececitos. Entre a casa y busqué un poco de pan y regresé a la orilla nuevamente. Desmenuce en pequeños trozos el pan y lo deje caer al agua. Observé como los pececitos probaban el pan.

—¿Qué habrá sucedido en el bosque...?—murmure.

No lo sé pero estoy segura de que algo paso en él como para que de repente se oscureciera así.

Sonreí mientras observaba como los pececitos de repente desaparecieron. ¿Algo los asustó?

En el agua cristalina apareció el reflejó de un chico. Aunque más era un joven adulto.

Voltee y ese chico me observaba fijamente con cara de ¿Es en serio, estás hablando sola con unos peces que no saben lo que dices?

—. Hola Aurora—saludo el extraño.

—H-hola—aparto la mirada.

Él joven se agachó a su lado observándola.

—Disculpa pero ¿Te conozco?—pregunté ya que no recordaba haberlo visto antes.

—¡Ha! lo siento. Soy Jackson y creo que esto es tuyo.

El levantó una bolsa llena de frutas. Lo mire sorprendida porque entonces quería decir que él también... "¡Estuvo en el bosque!".

—¿Viste el bosque?—le pregunto de una.

—¿Qué bosque?—pregunto Jackson un tanto confundido.

—Ah, no nada. Nada creo que el calor me afectó—le digo para cambiar de tema.

Noto de reojo como sonríe un poco pero tratando de contenerse al mismo tiempo.

—Y... ¿Tú cómo sabes mi nombre?

—¡Ha! Te he visto ayudar a muchas personas. Tu nombre corre en boca de muchas personas—extiende una leve sonrisa sin separar los labios.

Sonreí porque bueno, eso es muy obvio, pero no podía mirarlo a los ojos ya que daban cierta vibra que me incomodaba y me ponía nerviosa por alguna razón.

—Tu nombre es muy lindo y te representa a la perfección. Eres una luz incluso en las sobras—dijo el joven Jackson sacando de sus pensamientos a Aurora.

—Ah... Gracias—respondí mirándolo de reojo.

—Te tiñes el cabello ¿Verdad?

—No, pero digo que si ya que nadie cree que mi cabello sea así.

—Me parece muy bonito, además pega mucho con tu nombre.

Jackson sonrió y apartó un mechón de cabello que cubría el rostro de Aurora.

Ella lo miró un poco tímida tras su acción sin pedirle su consentimiento antes, —Por favor no toque mi cabello... Gracias.

—Lo siento, no te quería incomodar.

—Tranquilo no es eso, solo no me gusta que lo toquen.

—Oh, entiendo... Bueno, fue un gusto conocer a la bella dama, pero debo retirarme.

Una pequeña ola trajo a la orilla unas pequeñas conchas rosa pastel de lo profundo del mar. El las tomo y le dijo lo siguiente—. ¿Quieres ver lo que puedo hacer con esto?

Lo mire atenta y asentí con la cabeza.

Cerró su puño y con su otra mano contó hasta tres. Uno, dos... El me mira atento. Tres. Cuando la abrió las caracolas en su mano brillaban y ya no tenían esa forma de concha sino tenían forma de corazón.

El tomo mi mano y me las entrego.

Lo mire sorprendida. —¿Cómo lo hiciste?

Jackson le dedico una sonrisa juguetona—No puedo decirte.

Él se levantó y se dio la vuelta, listo para marcharse.

—. ¿Crees que nos veamos de nuevo?—le pregunté antes de que se marchara.

—No lo sé, puede ser...

Él sonrió una última vez. Sus ojos resplandecían con la luz del sol—"Espero volver a vernos, amanecer".

Le sonrío y lleve mi mirada hacia el mar nuevamente. «Como que amanecer».

Me levanté para preguntarle. Me detuve en seco toda impresionada. Ya no había nadie...

_____________________________________________________

Y desde ese entonces no volví a saber más de él. Aunque solo habían pasado un par de días.

Pero aun así no sabía si era real. Si fue producto de mi imaginación o simplemente me estaba volviendo loca.

Aunque... Por sí, sentía que era real. Aún conservaba las conchas que no sé cómo, pero de una forma u otra el transformó a corazones.

Between 2 Demons Donde viven las historias. Descúbrelo ahora