Capítulo 6 ¿Alejarse...? ¿Por qué?

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Félix salió de su habitación y tomo asiento en el trono junto a Jackson. Quien parecía muy pensativo.

—Tierra a Jackson, de nuevo pensando en ella... Ya déjala, la vas a secar de tanto pensarla.

Jackson lo miró fijamente saliendo de su trance. —No es eso, es que no comprendo cómo es que no podemos ni los dos juntando nuestros poderes ver a través de ella. Y aún más extraño, por qué todo dentro de ella parece ser tan estrecho, pero oscuro y tan brillante, ósea es que no piensa o que.

—Deben de ser sus ancestros quienes la protegen, ahora ya olvídala y concéntrate en lo tuyo...

—Sabes que es lo que más me entristece.

—Ya, Jackson.

—Ella es muy buena persona, es amable, humilde, extraordinaria, hermosa. Por cierto, ¿sabías que su cabello blanco es naturalmente así?

—No y tampoco me interesa.

—Por eso siempre estás amargado, no te importa nada en esta vida.

—. Para eso fuimos creados, para no sentir nada aunque de todas formas podemos hacerlo.

—Ya sé, pero tienes que apegarte tanto a tu papel. Solo mírate, siempre usas ropa elegante y medio antigua con esos dibujos extraños como si fueses un rey.

—Corrección. Yo... Era un príncipe cuando el Dios me escogió para ser esto, ahora soy rey... Del infierno—responde con orgullo.

—Yo también lo soy, pero no ando como tú. Siempre usas esos trajes y de mal humor.

—Eso es porque yo soy más serio que tú, a mí no me gusta estar rodeado con esos seres llamados humanos en cambio... A ti sí.

—Yo no tengo la culpa de que a mí sí me guste explorar este mundo mientras tú te quedas aquí solo en este lugar desolado recibiendo a las almas que debemos castigar.

—Te equivocas querido Jackson. Yo si disfruto de mi deber, me causa mucho placer ver cómo me ruegan esas almas podridas para que no les haga daño. Aunque de igual forma no les haré caso a sus súplicas, siempre me gusta verlos humillarse ante mí y sobre todo. Verlos gritar de dolor es mi parte favorita.

—A veces me preguntó cómo es que eras de la realeza en tu vida humana.

—Y yo no puedo creer que tú eras un simple CEO.

—Por lo menos mi fortuna era digna y no una herencia de tu padre que heredarías solo si te casabas con una princesita caprichosa a la que no sabías ni como se llamaba.

—Pero yo tenía más dinero que tú.

—Claro porque con eso te encargarías de sustentar a un reino entero, mientras que yo solo invertía en mí.

—Puf—Eso me ofende... En fin, dejemos este tema absurdo en el pasado.

—¿Tú sabrás que le sucede a amanecer?

Félix se echó a reír, —¿Así se llama?

—No te burles, es lo que su nombre representa.

—¿Cómo se llama la mocosa?

—Aurora.

—Como la diosa Aurora.

—¿Quién?

—La diosa del amanecer Aurora: mejor representada como la diosa que traía un nuevo amanecer, un nuevo comienzo, una nueva oportunidad. Simboliza el inicio de algo fresco y positivo.

—Mira cerebrito de era antigua, háblame en presente porque no entiendo nada.

Félix soltó un largo suspiro—. Por eso yo soy el cerebro. El nombre Aurora evoca conceptos como el amanecer, el comienzo, la feminidad y la esperanza, lo que lo convierte en un nombre con una connotación muy positiva y simbólica. Ahora sí se entendió.

—En fin, sabes que le sucede.

—Eso ya lo sabes.

—Como pretendes que lo sepa si no tengo idea.

—Está muriendo Jackson. Entiende, no te hagas el que no sabe nada.

—Sí, lo sé, pero podría ayudarla. Si pudiera ver a través de ella.

—Pero es imposible ya lo verificamos juntos, solo queda esperar a que muera y veamos que esconde detrás de esa cara angelical. ¿Si la estás buscando es porque pertenece a ti ¿no?

Jackson no dijo nada solo se quedó pensativo.

Ante ellos apareció el Dios todo poderoso quien los miraba fijamente con una sonrisa.

—¿Cómo van las cosas por acá?

—Todo bien, aún no hay trabajo que hacer—responde Félix.

—Muy bien—el señor Dios observo a Jackson quien estaba ido de este mundo, se acercó a él y le dijo: —En que tanto piensas Jackson.

El salió de sus pensamientos, —¿Ha...? No nada, no se preocupe—respondió el.

El señor miró a Félix quien estaba muy relajado en su trono: —No para de pensar en la chica de hace tiempo, por eso esta tan ido.

—¿Qué está pasando Jackson? Cuéntame si, con confianza.

—Es solo que una chica que desde hace tiempo... Bueno la conocí en una playa, vive sola, lejos de la ciudad. Y la verdad es que es extraña y eso es extraño, solo me intriga es todo.

—¿Quién es la chica?—pregunto el señor.

Jackson con su poder movió su dedo índice en forma circular, tras esa acción apareció el reflejo de Aurora.

En cuanto el señor la vio se quedó paralizado por unos segundos. Su mirada se volvió fría—Aléjense de ella. No sé acerquen a ella, déjala tranquila.

Jackson y Félix cruzaron miradas de confusión.

—¿Podemos saber por qué?—pregunto Jackson.

—No se acerquen. Ella... No puede saber quiénes son, es más, no la vuelvan a ver y es una orden.

—Eso no será un problema para mí—contesto Félix muy tranquilo.

Jackson confundido por la actitud del señor no pudo evitar preguntarse si ella era peligrosa.

—No te acerques a ella nunca más Jackson. Te lo prohíbo.

—¿Por qué...? ¿Qué pasa con ella?

—No les voy a dar explicaciones. Yo me encargaré de ella ahora no quiero que se acerquen a ella. Se dio la vuelta y salió de allí a toda prisa.

Mire a Félix—Estas pensando lo mismo que yo—le dije.

—No vamos a involucrarnos en los asuntos de esa chica solo para averiguar algo. 

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