Capítulo 10 Poder en Desarrollo.

27 10 44
                                    

Ellos solo me miraron sin decir nada durante unos minutos al igual que yo.

«¿Hada? Que locura».

Félix se cruzó de brazos mirándome fijamente. (Estaba enojado).

Por otro lado Jackson sonreía ante la situación, —¿Qué quieres hacer?—pregunta.

—Estás hablando en serio—suelta una risa para nada animada—¡Por tu culpa ahora tenemos que cuidar a una mocos...! A la hija del Dios, y tú solo te ríes—reprocha Félix furioso.

—Cálmate Félix, deja de estresarte solo hay que cuidarla y ya.

—Ese es el punto, hay que cuidarla. Yo soy un hombre ocupado, no tengo tiempo para... Eso—señala a Aurora como si fuese una cosa.

—Por eso no te preocupes porque yo la cuidare—comenta Jackson muy tranquilo.

Me levanté de la cama y avance hacia ellos—No necesito que me cuiden. Yo lo he hecho durante tres años sola, pueden irse no les voy a causar problemas.

—Es lo que haré—replica Félix.

Este chasquea los dedos y desaparece del lugar. Juntos reaparecemos en el mismo lugar de hace rato.

El me mira sin expresión alguna en su rostro, pero se notaba que por dentro iba a explotar.

Se da la vuelta y simplemente se marcha, toca una roca plasmada en el mismo muro de piedra negra y entra allí.

Lo sigo y entro a lo que pensaba que era su habitación pero solo era una habitación vacía y oscura. Por dentro estaban las paredes agrietadas y de ella se veía la lava burbujeando con pereza de un lado a otro.

No podía ver nada a acepción de lo rojizo de la lava en las paredes.

—Ah, Félix—murmure.

Las paredes se iluminaron aún más en el tono rojizo de la lava. Comenzó a burbujear mucho y lo pude ver con mis propios ojos.

—¿Estás bi...?

—¡¡¡Lárgate!!!—grita de una forma tan fuerte como si fuese el gruñido de un animal furioso que me asusta y saldo de allí con el corazón en la boca.

Me escondo en lo que parecía una especie de mini cueva pequeña, entro allí y me quedo a esperar a que se le pase el enojo.

Me acurrucó con mis brazos y me quedo muy tranquila sin hacer ruido.

____________________________________________________________

—¡Félix!

—¡¿Qué?!—grita él.

—La asustaste, no le grites así... ¿Dónde está?—pregunte.

—Yo que sé, es su problema donde se meta, no el mío—contesto Félix.

—Debemos buscarla si no quieres que esta vez nos den latigazos con clavos...

Félix mira a Jackson con furia, quien se le notaba hasta en los ojos ese detallitos de fuego que lo tenía hasta el límite.

Pero sale del lugar y ayuda a buscarla junto a Jackson.

Buscaron por su alrededor con desesperación.

—Genial, Félix, eres el cerebro, ¿A dónde crees que se pudo haber ido?

—No pudo haber ido lejos.

Continúan buscándola por cada rincón pero nada.

Salieron del castillo a lo que era un salón gigantesco. Buscaron sin cesar, pero continuaron sin saber de ella.

—Pensemos, si nosotros fuéramos tímidos, nos gustara leer en lugares desolados y mantenerse en entornos frescos y acogedores ¿Dónde nos esconderíamos?

—¡Las pequeñas cuevas, claro!—contestaron al unísono.

Buscaron en cada parte de las pequeñas cuevas por mucho tiempo hasta que Félix la encontró en lo más lejos de las cuevas, dormida, pero ese era el detalle ahora...

Aurora acababa de optar un físico un tanto... Particular, podría decirse.

—Ah, Jackson, ven acá...

El deja de buscar y se acerca a Félix, echa un vistazo en la pequeña cueva... "Un conejo dormido" era lo que se encontraba allí.

Félix un tanto confuso cruza mirada con Jackson.

—¿Tú crees que esto sea normal?

—Su padre dijo que tiene múltiples poderes es lo más seguro que convertirse en animales sea parte de su poder—contesta Jackson.

La tomo envuelta en su vestido blanco, —. Creo que mejor la llevamos a su casa ¿No crees?—sugiero.

Félix asiente con la cabeza y la llevan de vuelta a su habitación dejándola sobre su cama.

La miraron curiosos por un par de minutos. Ella seguía muy tranquila descansando en su forma de conejo.

—Me recuerda a cuando nosotros dos estábamos en un descontrol con nuestros poderes—murmura Félix sin dejar de mirarla.

—Es linda verdad.

Félix mira a Jackson con firmeza.

—Es linda pero recuerda que nosotros no podemos unirnos con nadie. Recuerda que nadie. Es nadie...

Solté un largo suspiro—Lo sé, lo sé, la tierra podría destruirse, por el gran caos que seríamos si nos enamoramos. Además técnicamente ella sigue siendo una niña—admite Jackson.

—Ya te lo dije—señala Félix—. Llamare a su padre...

Between 2 Demons Donde viven las historias. Descúbrelo ahora