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Hoy es

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Hoy es... el día.

El domingo recibía a todos los estudiantes en la academia e Olympus con alegría y muchas emociones...

Pues el viernes se había anunciado públicamente que los torneos serían abiertos con nada más y nada menos que dos grandes. Esa tarde lucharían de forma justa, el futuro Rey de Elyria, la isla flotante de las hadas y el futuro Rey de Atlantis...

Lo que nadie sabía es que el primero de ambos estaba a punto de un descontrol cerebral por los nervios. Por otro lado, el segundo estaba a punto de explotar gracias a ganas y ansias de ser el ganador.

Ambos eran tan distintos, como un cachorro asustado y un lobo hambriento,
el cuál deseaba acabar con él...

— Puedo sentir tu aura ahogar en malas virbas a mis flores desde el otro lado de la academia — habló Felix mientras abría la puerta.

Pero lo que el ojiazul vio frente a él lo dejó totalmente perplejo y el chico en pijama lo empujó para entrar.

Estaba temblando frenéticamente, esto mientras tenía una taza de café en su mano y unas ojeras adornaban su rostro. Verlo así era grave, para que Sky se pusiera nervioso debía ser grave o debía estarse sintiendo en exceso, mal por algo. En este caso, el de cabello negro estaba muy seguro de que eran ambas y eso no significaba nada bueno.

— Sky estas hiperventilando, ¿puedes tratar de calmarte? — preguntó viendo como el de flequillo rubio iba de un lado a otro alterado.

— ¡¿Qué me calme?!, ¡ Estoy por tener el jodido duelo de mi vida contra alguien que aunque odie debo aceptar que es fuerte. ¿¡Me pides que me calme?!  — gritó haciendo que quien dormía diera un brinco.

Eso era referente a cierto tritón castaño que cayó de la cama nada más escuchó el gritore y se sobó el trasero con una mueca.

— Deberías tomar agua — murmuró el chico para estirarse mientras se levantaba.

— Tomé agua, café, un té, un calmante y ¡nada!, me llegó una carta en la mañana, esta decía claramente que los altos cargos de mi reino vendrán a verme. ¡¿Sabes que pasará si pierdo?!, bueno yo quedaré como un inútil que no puede cumplir con el puto papel de Rey. A eso, todos los dones que me fueron entregados ya no tendrán razón para ser míos y sobre todo, ¡marcharé las palabras del antiguo Rey! — cayó de rodillas al suelo.

Entonces ambos chicos que lo miraban totalmente perplejos, comenzaron a temblar de la angustia al escuchar un sollozo del contrario.

Rápidamente llegaron a abrazarlo y de alguna manera transmitirle paz, porque ellos, de distintas formas, entendían lo que él estaba sintiendo. Era la primera vez en su vida que Sky iba a sufrir la realidad de ser el heredero al trono. Esto gracias a que toda su vida se escondió bajo su don de la invisibilidad como quien dice. Pero ahora, todos sabían quien era, sin excepción de nadie, él debía demostrar que era bueno en todos los ámbitos de un Rey.

Olympus | Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora