"La mitología griega es eso, un mito"
Pero que pasaría, si lejos de serlo, es una realidad, solo que esta, ya no perduraba en la Tierra o en el cielo como suelen decir en los lobos fantásticos piede que esta tal vez hubiera avanzado tanto... como pa...
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Un campamento... genial.
El pecoso miraba fijamente el lago frente a él, hacía una semana había empezado la Academia nuevamente.
Habían echo un banquete en el cuál le dieron su gran medalla de oro por salvar a todos y al parecer, era menos odiado que antes. No era para menos, les había salvado la vida, pero aunque le hubieran dado la opción de pedir algo a cambio, el siquiera pidió amabilidad. No era de los que compraba el respeto con regalos o cobrando algo que hizo en su completa conciencia.
El caso es que la directora Gryn, una Arcángel de cuidado y el consejo los profesores, habían dado el aviso de que se haría un viaje de campamento.
— Tenemos la opción de ir o no Bbokari pero no lo sé... estoy muy extraño desde que desperté aquél día. Es como si en mi subconsciente, tuviera miedo de usar mis poderes nuevamente. — le habló a su dragón.
Este tenía su gran cabeza recostada a los muslos del pecoso y gruñía como si en verdad hablara con su dueño.
El de ojos azules prendió una llama justo en sus manos, pero si antes está era un poco pequeña, ahora envolvía toda su palma y dedos siendo hasta un poco más alta que antes. No lo quemaba, pero se podía sentir la presión alrededor de la misma, era aún más caliente que antes y en siquieras sabía porqué.
Al igual que su peculiar telequinesis, podía levantar una gran roca más grande y pesada que el como si fuera agua.
Lo que también se había cambiado en el era la naturaleza, sentir la misma era muchi las fácil y casi sin inconsciencia podía sentir la vibración alrrededor.
Por último, su poder en lo espiritual, diferenciada mucho más las almas de todos y estas ahora tenían un color distintos o ligados...
— Sky está en el jardín junto a I.N y Peter... antes siquiera podía ver las almas a más de medio kilómetro — susurró.
Estaba a un kilómetro de Hyperions, se encontraba en el bosque, recostado a un gran sacue frente a un lago con una muy hermosa cascada.
— Ellos están felices y seguramente hablando del campamento. — susurró.
Le encantaría estar con ellos, pero era mejor estar solo estando así, se había ido con la excusa de pasear a su dragón...
Gracias a que mañana en la tarde se irían al campamento, les habían dado ese día libre para arreglar sus cosas. En general, se irían una semana a una isla llamada Crybe, esta era propiedad de la escuela y harían distintas actividades o juegos. Se decía que habían criaturas raras y difíciles de encontrar, al igual que cuevas de cristales y gemas, lo que le interesaba realmente.
— ¿Debería ir? — preguntó en un susurro.
— La pregunta es porqué no irías —
Dio un brinco al escuchar esa ronca voz y al alterarse avivó la llama en su mano, con algo de vergüenza apagó la misma.