𝗗𝗼𝗰𝗲

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Un mes.

Había pasado exactamente un mes desde la muerte de Jisung, y Minho seguía en negación. El quería creer que era un broma, una de muy mal gusto, pero una broma, que Jisung llegaría un día con su gran sonrisa en su rostro pidiéndole perdón, diciéndole que todo estaba bien, que estaba vivo.

Lo extrañaba tanto. Cada noche en el departamento miraba las fotografías que tomaba de su Jisung, con sus mejillas llenas de comida, mientras dormía, cocinaba, en sus citas... Le dolía el pecho, era un dolor que jamás desaparecía y le recordaba la ausencia de Jisung, de su Hanji.

Era un estúpido, un idiota, un imbécil, por ser un curioso de mierda su Jisung se había ido, y nunca regresaría. No dormía bien, ni siquiera comía y había dejado la carrera, pues no podía con tanto en ese momento, y solo se la pasaba llorando y tomando en su departamento. Incluso Chan tenía que ir a revisarlo, hacerle comida, ayudarle a limpiar, e incluso llegó a bañarlo, pues Minho no era capaz de hacerlo por si mismo. No tenía las fuerzas.

Ahora Minho estaba acostado en el sillón mirando las fotos de Jisung sin prestar atención a nada más que eso. Su celular sonó, y dudó en revisar quien era, pues seguramente era Chan y sinceramente no quería ver a nadie en ese momento, pero terminó por verlo.

Era un número desconocido que le había mandado un vídeo de aproximadamente una hora. La portada era de un color negro así que no podía ver que era sin abrirlo, y lo hizo para saber qué era eso.

Lágrimas comenzaron a salir como cascadas cuando vio a Jisung siendo violado. No quería ver más, no podía, así que con sus manos temblorosas intentó bloquear el número, pero otro mensaje llegó.

"𝘑𝘪𝘴𝘶𝘯𝘨 𝘱𝘢𝘳𝘦𝘤𝘪́𝘢 𝘩𝘢𝘣𝘦𝘳𝘭𝘰 𝘥𝘪𝘴𝘧𝘳𝘶𝘵𝘢𝘥𝘰 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘰 𝘦𝘴𝘦 𝘥𝘪́𝘢, ¿𝘯𝘰 𝘭𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘦𝘴, 𝘏𝘰𝘯𝘯𝘪𝘦?"

Arrojó su celular a la pared, comenzando a temblar fuertemente mientras arrancaba mechones de cabello, sin poder parar de llorar.

Su respiración se volvió errática, sin poder sacar la imagen de Jisung atado en esa silla mientras era abusado y lloraba totalmente aterrado.

Minho despertó ese día muy temprano en la mañana, ya que ese día era el funeral de Jisung

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Minho despertó ese día muy temprano en la mañana, ya que ese día era el funeral de Jisung. Necesitaba ir, al menos así podría despedirse finalmente de Jisung, aunque su corazón doliera con cada paso que daba al llegar al lugar.

No habían más que diez personas, Chan y Felix, y algunos compañeros de la preparatoria de Jisung y universidad de Minho. El no hablaba con nadie, se mantenía completamente quieto mientras sollozaba. Estaba de rodillas abrazando uno de los peluches de Jisung junto a un ramo de flores para el mismo. Su cabeza dolía al punto que creeia que explotaria en cualquier momento, al igual que el dolor en su corazón.

Ya nada era igual.

Ya no habría un Jisung adormilado despertandolo en la mañana para hacer el desayuno, no habrían noches de películas mientras estaban acurrucados comiendo chocolates, tampoco habrían citas en los fines de semana, no se dibujarian el uno al otro y reír por los horribles que esos cuadros eran.

No habrían más citas en los aniversarios.

Ya no iba dormir junto a él, junto a su novio, el amor de su vida y la única luz en esta.

Ahora sus noches las pasaría completamente sólo, la luz de la luna sería la única quien lo acompañaria. Sus días ya no serían para nada felices, no lograria volver a sonreír si Jisung no estaba ahí.

Sus días volvían a ser completamente grises.

──Minho... Ya es muy tarde, vámonos, te llevaré a mi departamento.──Dijo Chan, tomando por los hombros a Minho y acariciandolo.

──N-no... Quiero estar aquí... Quiero estar con él solo un rato más.──Contestó sin verlo. Chan suspiro.

──Minho, no te hará bien. Vamos a mi departamento, Lix hará la cena, ¿sí?──Minho no contestó, ni siquiera tenía expresión en su rostro.
──Minho, por favor... Lo visitaremos de nuevo, pero después, tienes que descansar, Min.──Lo cargó y lo llevó hasta el auto.

──Chan, llévame a mi departamento.──Pidió Minho a mitad del camino.

──No, claro que no, no te dejaré solo, mucho menos en este estado.

──Chan, por favor. Tú mismo dijiste que tenía que descansar, lo haré mejor en mi casa...──
Rogó.

──Bien. Pero sólo si prometes que no dormirás de nuevo en la habitación de Jisung.──Dijo Chan después de unos minutos pensándolo.

──L-lo prometo... En serio.──
Chan le sonrió.

Chan dejó a su amigo en el departamento y le pidió de favor que si pasaba cualquier cosa le llamara. Minho entró al departamento, sintiendo un vacío en el.

Ya no lloraba, solamente tenía su semblante serio, triste.

Hizo lo que hace mucho debió haber hecho. Se dirigió al baño y llenó la tina con agua caliente mientras se desnudaba. Tomó la navaja que habia comprado días antes, para después entrar en la bañera. Antes, escribió una pequeña carta para su amigo y para Felix.

Cuando terminó de escribirlas, las dejó en la repiza con los respectivos nombres de sus amigos. Dirigió la navaja a su muñeca izquierda y soltó un pesado suspiro para después enterrar el objeto en sus venas.

Dolía, pero no más como el vacío que sentía en el, en su alma. Dolía, pero dolía mucho más no ver a Jisung.

Lo último que pudo ver fue el agua de la tina tiñendose de un color carmín, debido a su propia sangre, para caer inconsciente y desangrarse.

El cuerpo de Minho no fue encontrado hasta dos días después.

Uno más y acaba ('•ω•')

𝑴𝒊𝒔𝒔 𝑼. 「mіᥒsᥙᥒg」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora