𝗦𝗲𝗶𝘀

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Al día siguiente, Jisung obviamente no tuvo fuerzas ni el humor para ir a la preparatoria, menos cuando sabia que todos habían visto ese maldito vídeo. Minho no lo dejó solo, se quedó con el en la cama, abrazandolo fuertemente mientras acariciaba su cabellera.

Eran apenas las nueve de la mañana, así que aún no querían levantarse, pero Minho estaba muriendo de hambre, así que cuando Jisung volvió a quedarse dormido, se levantó con cuidado de la cama y fue hacia la cocina.

No había mucha comida, pues hace bastante no hacían las compras, así que solo se hizo un cereal. Se sentó en el sillón y mientras desayunaba, veía la televisión, a un volumen bajo para no despertar a Jisung.

Cuando estaba terminando su cereal, escuchó gritos provenientes de la habitación, dejó rápidamente el plato en la mesa y corrió a con su novio.

──¡No, no quiero! ¡No quiero!──Gritaba desesperado Jisung, aun dormido, pues estaba teniendo pesadillas. Minho se acercó rápidamente al menor y lo movió un poco, pero Jisung no despertaba.

──Jisung, despierta.──Llamó.
──Hanji, despierta, por favor.──Volvió a decir, y Jisung por fin despertó. Estaba sudado, con la respiración agitada y lágrimas saliendo de sus ojos. Abrazo a Minho en cuanto lo vió, y pudo sentir un pequeño alivio al saber que fue una pesadilla, que no había pasado de nuevo.

──M-min... F-fue horrible...──
Dijo mientras se aferraba al cuerpo del mayor, temblando y llorando.

──Está bien, esta todo bien, fue una pesadilla, bebé.──Dijo Minho en un tono suave.
──Vamos, te daré un baño, ¿quieres?──Preguntó mirando sus ojitos, los cuales estaban rojos. Jisung solo asintió con la cabeza y Minho lo cargo en sus brazos para llevarlo a la bañera.

Lentamente, fue quitando la ropa del menor, no sin antes preguntar si podía hacerlo, y cuando Jisung aceptó, comenzó a quitar la pijama para después ponerla en el cesto de la ropa sucia, pues estaba sudada. Después, retiró las vendas de su cuerpo, empezando con las de su abdomen para después quitar la de su muñeca. Una vez la bañera se llenó, Jisung entró en esta, sentándose.

──¿Está bien si toco tu cuerpo..?──Preguntó Minho, refiriéndose a si podía lavar su cuerpo con una pequeña esponja que tenía en su mano. Jisung lo pensó unos minutos antes de asentir con la cabeza lentamente. Minho comenzó a lavar el cuerpo del menor, con cuidado de no alterar a Jisung o dañar sus costras.

Una vez terminó con su cuerpo, echó un poco de jabón en sus manos y la dirigió al cabello del menor, lavando este con cuidado. Jisung cerró sus ojos, mientras se relajaba ante las caricias en su cabeza.

Cuando Minho termino de lavar todo el cuerpo de Jisung, lo envolvió en una toalla y lo llevó de vuelta a la habitación, sentandolo en la cama mientras que con otra toalla secaba su cabello.

Le colocó una pijama cómoda a Jisung, después lo arropó y se acurruco con él, dejando caricias en su cabeza. Estaba volviendo a quedar dormido, cuando escuchó sollozos.

──Bebé, ¿qué pasa?──
Preguntó en un tono suave.

──E-es que... U-usted sigue siendo m-muy lindo c-conmigo a pesar d-de que y-yo estoy s-sucio...──Balbuceó. Minho fruncio el ceño.

──Tú no estas sucio, bebé. Y claro que seguiré siendo amoroso y lindo contigo, no importa lo que pasé. Te amo, Ji, no pienses así de ti mismo, por favor, bebé.──Dijo en un tono suave, acariciando la mejilla de Jisung.──

Se miraron a los ojos unos segundos, antes de que Jisung se acercara lentamente al rostro de Minho, para dejar un corto beso en sus labios. Minho sonrió y abrazo a Jisung.

 Minho sonrió y abrazo a Jisung

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Ya era de noche. Jisung, como en los últimos días, se la pasaba dormido, y ese día no era la excepción, así que estaba dormido en el sofá de la sala, mientras Minho tomaba una taza de café.

Escuchó como llamaron a la puerta, algo raro, pues no esperaba a nadie. Aun así, se dirigió a la puerta y la abrió, observando solo una pequeña caja en el suelo. Tomó esta con sus manos y se metió de vuelta.

Dudo en abrirla, pero la curiosidad le ganaba, así que tomó un cuchillo y cortó la cinta que envolvía la caja, para despues abrir esta y, al ver el contenido, abrió sus ojos de par en par. Estaba asustado.

Dentro de la caja, habían fotografías de el, de Jisung, su departamento y más. Tomó todas las fotografías y las miro atentamente una por una, estas eran más de veinte, y pudo darse cuenta que eran desde el día en el que lastimaron a Jisung, hasta ese día, o mejor dicho noche. Pues, había una, en la cual se podía ver a Jisung dormido en el sofá, y era justo de esa misma noche, pues se veía en la fecha que estaba en una esquina.

──¿Qué mierda?──Dijo. Para su mala suerte, Jisung despertó en ese momento, caminó hasta con Minho y lo abrazo por la espalda, recargando su cabeza en la espalda del mayor.

Minho guardó de nuevo todas las fotografías, no quería que Jisung las viera y se asustara aún más.

──H-hola, Ji. ¿Dormiste bien? ¿Tienes hambre?──Preguntó nervioso.

──Mmh... Quiero galletas con leche, hyung...──Respondió con la voz ronca.

Minho se dirigió a la nevera y una caja en la cual estaban las galletas favoritas de Jisung, colocó cinco de estas en un plato y calentó la leche, para después echarle el chocolate. Con esto en sus manos, fue de regreso a la sala, pudiendo ver a Jisung temblando y con lágrimas en sus ojos, mientras veía las fotografías.

──No veas eso, Ji...──Dijo mientras colocaba la comida en la isla de la cocina.
──¡Jisung!──Gritó esta vez cuando Jisung cayó al suelo. Pegó la espalda de Jisung a su pecho y tomó sus manos, pues se estaba rascando fuertemente sus propios brazos, llegando a quitar un poco de piel. La respiración de Jisung se volvió errática, temblaba fuertemente aunque Minho lo estuviera abrazando, y lloraba sin parar.──Bebé, tranquilo. ¿Qué es lo que haces siempre, Hanji?──Dijo Minho, acariciando las manos de Jisung.

──Re... Respiro l-lentamente.──Respondió con dificultad.

──Bien... Lo haremos juntos, bebé.──Minho contó hasta tres para después comenzar a inhalar y exhalar lentamente, Jisung apenas podía seguir el ritmo, ya que seguía llorando, pero después de unos minutos, por fin logró calmarse.
──Muy bien... Bien hecho, bebé.──Dijo Minho, para después dejar un beso en la cabeza del menor, o mejor dicho varios. Jisung se volteó y se lanzó al cuerpo de Minho, aferrándose a su cuerpo, mientras sollozaba.

──T-tengo miedo... Tengo mucho miedo, hyung...──

──Yo también, bebé... Pero tenemos que ser fuertes, Ji. Verás que pronto van a dejar de lastimarnos.──Dijo, sabiendo que no era verdad.

𝑴𝒊𝒔𝒔 𝑼. 「mіᥒsᥙᥒg」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora