𝗖𝗶𝗻𝗰𝗼.

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Jisung despertó poco a poco por la luz del sol que se colaba por las cortinas. Se sentó en la cama y revisó la hora, eran apenas las diez de la mañana. Se levantó de la cama con pereza, yendo hacia un espejo, viendo lo mal que se veía. Sus ojos estaban hinchados, su cabello estaba todo alborotado y estaba pálido.

Salió de la habitación, viendo como Minho estaba en la esquina a un lado de la puerta, durmiendo con el ceño fruncido mientras estaba hecho bolita por el frío. Se agachó y acarició la mejilla del mayor, despertandolo.

──Ji... Buenos días.──Dijo con la voz ronca, acomodandose para poder acariciar el cabello de Jisung, tratando de besarlo, pero el castaño apartó la cabeza, sin decir nada.──¿No quieres que te bese..?

Jisung nuevamente, no respondió, solo bajo la cabeza, y lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, lágrimas de Minho no dudó en limpiar.

──L-lo siento...

──Está bien, no te preocupes, bebé.──Dijo en un tono suave. Cargó a Jisung y lo dejó en el sillón, después fue a la habitación de este y tomó una cobija y su peluche, notando que este estaba un poco mojado, pero supuso que era porque Jisung se había duchado la noche anterior. Arropó al castaño y le entregó el peluche, para después ponerle una serie que el menor estaba viendo. Se agachó para poder estar a la altura de Jisung y hablarle.

──Te haré desayuno, ¿sí?──
Dijo con una sonrisa, y Jisung asintió lentamente con la cabeza.──Bien, ya vengo.──
Quiso dejar un beso en su cabeza, pero se resistió, así que solo le sonrió y acarició su cabellera, para después irse a la cocina.

Preparó waffles, encima le puso chocolate líquido, y colocó fresas, plátanos, y uvas en el plato. También le hizo una chocolatada a Jisung, y para el un café. Llevó los platos con cuidado a la sala, dejando estos en la mesa de esta y se regresó por las tazas y cubiertos.

──Aquí está, bebé.──Dijo con una sonrisa, tendiendole el plato.

Jisung no dijo nada, solamente se sentó en el piso a un lado de Minho y comenzó a devorar la comida, pues desde ayer en la tarde no había podido comer ningún alimento.

En cuestión de minutos termino todo lo de su plato y su chocolatada, para después subirse a horcajadas de Minho y dejar su cabeza en la curvatura del cuello de este. Minho se sorprendió un poco, pero lo abrazó de vuelta, dejando caricias en la cabeza de Jisung.

──Hyung...

──¿Sí?

──T-te amo...──Dijo para abrazarlo con más fuerza. Minho sonrió.

──También te amo, muchisimo, bebé.──Jisung sacó su cabeza del cuello ajeno y miró fijamente a Minho.

──¿Me seguirás amando incluso después de saber qué pasó?──Preguntó con los ojos cristalizados.

──Claro que sí, bebé.──Dijo acariciando las mejillas.

──Hyung...──Llamó sin dejar de llorar.──M-me v-violaron.──Dijo para después soltarse en un llanto desgarrador, mientras abrazaba fuertemente a Minho.

Minho se quedó en blanco. No sabía qué decir, o qué hacer. Estaba furioso, ¿cómo ese tipo se había atrevido a hacerle algo así?, quería matarlo con sus propias manos. Simplemente abrazó a Jisung, acariciando la espalda de este mientras le decía que todo estaría bien.

──Todo va estar bien, vas a estar bien, bebé, tranquilo.──
Dijo, intentado no llorar.

──U-usted, ¿en v-verdad no m-me o-odia?──Preguntó mientras veía a Minho, quien negó con la cabeza.

──No, no pienses eso, Ji. No fue tu culpa, amor.──Respondió en un tono suave, mientras acariciaba las mejillas de Jisung.──Te amo con toda mi alma, Han Jisung, y te juro que haré lo que sea para que ese idiota se pudra en la cárcel.──
Jisung negó con la cabeza.

──N-no fue s-solo uno...──Bajó su cabeza, y Minho fruncio el ceño.──F-fueron dos, d-dos hombres.──

Minho también comenzó a llorar pero limpió las lágrimas en seguida, no quería que Jisung lo viera y se sintiera peor de lo que ya estaba.

──Tranquilo, bebé, veras que esos idiotas tendrán su merecido.──Minho volvió a abrazar a Jisung fuertemente, sin intención de soltarlo por un largo rato.

Jisung, después de confesar lo que había pasado el día anterior, quedó completamente dormido y así la pasó el resto del día

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Jisung, después de confesar lo que había pasado el día anterior, quedó completamente dormido y así la pasó el resto del día. Estaba cansado, y Minho lo entendía, así que lo dejó descansar.

En ese momento Jisung estaba en la cama de Minho, durmiendo mientras abrazaba un peluche de dinosaurio. Minho, estaba en la sala, viendo un punto fijo en la pared, mientras pensaba en, bueno, muchísimas cosas.

Era su culpa, ¿cierto?
El tipo de camiseta azul de cuadros, era la persona que había visto en el video, y la persona que hirió a Jisung, y también la que abusó de el, estaba seguro. Mierda, si tan solo no hubiera entrado a ese maldito sitio web.

Pero... ¿Por qué solo lastimaba a Jisung? ¿Por qué no pudo haber sido el quien haya sufrido todo eso, en vez de su pequeño Hanji?

Dios, quería golpearse a si mismo, quería golpear a los tipos que abusaron de su novio, quería que se pudrieran en la cárcel, haría todo porque así fuera.

Pero ahora tenía que centrarse en el estado de Jisung, quería cuidar de él, ayudarlo a olvidar ese maldito día, y esperaría el tiempo que fuera para que el castaño lo lograra, y volviera a ser tan feliz y sonriente como antes.

Minho se levantó del piso y fue hacia la cocina, tomó un plato y en este colocó pedazos de brownie, fresas, pedazos de galletas, pequeños chocolates, platanos y encima puso dulce de leche. Llevó esto a la habitación de Jisung y lo despertó lentamente, el castaño se sentó en la cama mientras tallaba sus ojitos.

──Prepare algo dulce, Jiji.──
Dejó el plato en la cama, y Jisung levantó sus cejas e hizo una pequeña sonrisa, comenzando a comer junto a su hyung. Jisung colocó su serie en la televisión para poder verla mientras comía.

──Hyung... ¿Sabe lo de nuestro vídeo?

──Si... Sabes, pienso que alguno de esos tipos fue quien nos grabó.

──E-entonces, ¿sáben en donde vivimos?──Dijo asustado, aferrándose a Minho.

──Supongo que sí, bebé... Entiendo que tengas miedo, también lo tengo, p-pero no tenemos el suficiente dinero como para mudarnos.──Dijo apenado.

──Está bien, solo... Hay que asegurarnos de cerrar bien todas las puertas y las ventanas, hyung. Me da miedo que, un día vengan hasta aquí. ──Dijo cabizbajo.

──Claro, bebé. Y yo estaré aquí para cuidarte, te lo prometo, bebé.──Le sonrió.

𝑴𝒊𝒔𝒔 𝑼. 「mіᥒsᥙᥒg」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora