Capítulo 28

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Sokka y Zuko subieron a Appa con determinación en sus rostros. Tenían que encontrar a Katara. Mientras Appa alzaba vuelo, Aang y Toph se quedaban en el suelo, listos para enfrentar a las fuerzas del Dai Li y a Azula.

"¡Buena suerte!" gritó Aang mientras Appa se elevaba.

"¡Cuiden sus cabezas!" respondió Sokka, agitando la mano.

Toph golpeó el suelo con fuerza, creando una barrera de rocas alrededor de ella y de Aang. "Vamos a patear traseros, Twinkle Toes."

Aang asintió, su rostro serio. "Lo que tú digas, reina." Toph se sonrojo pero la situación pasó a segundo grado llano cuando el enemigo se acercaba.

La batalla comenzó rápidamente. Agentes del Dai Li salieron de las sombras, atacando con piedras y muros de tierra. Toph respondía con fuerza, desviando sus ataques y devolviendo golpes con su poderosa maestría en la Tierra Control.

"¡Aang, cuidado!" gritó Toph, sintiendo a Azula acercarse.

Azula apareció, con su característico fuego azul danzando en sus manos. "Oh, qué lindo. El pequeño Avatar y su amiga ciega."

Aang se preparó, su mente enfocada en la pelea. "Azula, esto termina ahora."

Azula lanzó un rayo de fuego azul hacia Aang, quien lo esquivó por poco. Toph usó su tierra control para intentar atrapar a Azula, pero ella era demasiado rápida, saltando y lanzando fuego con una precisión mortal.

Mientras tanto, en el aire, Sokka y Zuko se acercaban al lugar donde Katara estaba retenida. "Ahí está," señaló el tío de Zuko. "Tenemos que movernos rápido."

Sokka asintió, y Appa descendió rápidamente. Al aterrizar, encontraron a Katara encerrada en una celda de metal. "Katara, estamos aquí," dijo Sokka, usando su boomerang para romper la cerradura.

Katara salió, abrazando a su hermano y a Zuko. "Gracias. Sabía que vendrías."

"Vamos, no tenemos mucho tiempo," dijo Zuko. "Tenemos que volver y ayudar al Avatar su amiga." Katara se dio cuenta de las dos nuevas presencias y se puso en posición de pelea.

"Tranquila hermana." Le dijo Sokka. Están de nuestro lado ahora. Katara bajó la guardia.

De vuelta en la batalla, Aang y Toph estaban en serios problemas. Azula era una oponente formidable, y el número de agentes del Dai Li no disminuía. Aang sabía que tenía que hacer algo drástico.

"Toph, tengo que entrar en el Estado Avatar," dijo Aang, su voz cargada de determinación.

"¡Haz lo que tengas que hacer, Twinkle Toes!" respondió Toph, manteniendo a raya a los enemigos con su tierra control.

Aang cerró los ojos y trató de concentrarse, buscando la conexión con sus vidas pasadas. Toph al darse cuenta de su vulnerabilidad lo encerró en una esfera con su tierra control. Pasaron unos segundos de tensión en los cuales Toph luchaba con todas sus fuerzas con los guerreros Dai Li. El avatar salió lentamente del pequeño refugio que había hecho su amiga, estaba entrando en estado avatar. Pero antes de que pudiera lograrlo, sintió un dolor agudo en su espalda. Azula había aprovechado el momento y lo había golpeado con un rayo azul.

"¡Aang!" gritó Toph, sintiendo cómo el Avatar caía al suelo.

Sin perder un segundo, Toph creó una cúpula de piedra alrededor de Aang, protegiéndolo de más ataques. Luego lo levantó en sus brazos y comenzó a correr hacia un lugar seguro. Detrás de ella, y casi sin darse cuenta, había creado una gruesa grieta entre que los alejaba del enemigo en donde dentro de ella yacía el magma caliente de abajo de la tierra, e impulsaba sus pies con pequeñas mesetas que salían del suelo para ir cada vez más rápido.

"¡No te preocupes, Twinkle Toes! Te sacaré de aquí," dijo Toph, su voz cargada de desesperación.

Con un esfuerzo tremendo, Toph logró llevar a Aang fuera del alcance de los agentes del Dai Li y de Azula. Siguió corriendo hasta que llegaron a donde había un agujero en el techo, lo supo porque sintió los rayos de sol en su piel, después de estar tanto tiempo bajo tierra era imposible no reconocerlo, con su tierra control logró levantarlos a los dos y salir de ahí.

En ese momento, Sokka, Zuko y Katara llegaron montados en Appa. "¡Aang!" gritó Katara, corriendo hacia su amigo herido.

"Tenemos que hacer algo, rápido," dijo Zuko, mirando a Katara.

Katara asintió, sus ojos llenos de lágrimas. "Puedo hacerlo. Puedo sanarlo."

"Se acercan los guerreros Dai Li, Azula viene con ellos," dijo Toph, su voz se escuchaba débil, sin ánimos. Rápidamente montaron en Appa y comenzaron vuelo.

Usando el agua del estanque, que había sido bendecida por el espíritu de Yue, Katara comenzó a curar a Aang, canalizando toda su energía en el proceso. El agua brillaba con una luz suave mientras cerraba las heridas de Aang y restauraba su energía.

El cuerpo de Aang comenzó a relajarse, y su respiración volvió a su cuerpo. Aunque no despertó, su rostro se suavizó, indicando que la curación había funcionado.

Katara lo abrazó con fuerza. "Me alegra que estés bien," dijo, lágrimas corriendo por sus mejillas.

Toph se dejó caer al suelo en la espalda de Appa, agotada pero aliviada. "No vuelvas a hacer algo tan estúpido, Twinkle Toes," murmuró, aunque una sonrisa asomaba en sus labios. Ella había sentido como el corazón del Avatar había parado mientras lo tenía en sus brazos, y aunque no podía ver, pudo sentir su respiración y su corazón volver a latir luego de la curación de Katara. Nunca sería suficiente para agradecerle lo que acababa de hacer.

Sokka se acercó, observando a su amigo inconsciente pero vivo. "Lo logramos," dijo Sokka, su voz llena de alivio y cansancio. "Ahora, tenemos que planear nuestro próximo movimiento." Sin más volvió a tomar las riendas de Appa con una mirada de determinación, sabía a quien tenía que buscar. Iban a vencer el día del Sol negro.

El grupo se reunió alrededor de Aang, Toph tomó su mano y se aferró a ella con todas sus fuerzas, la pegó a su pecho sin querer soltarla, sentía que lo amaba demasiado y no podía perderlo. Su corazón latía fuerte, un poco más y podía salir de su cuerpo. Ella no sentía la mirada de compasión que el resto tenía sobre ella.

Por otro lado, Katara miraba con recelo a los dos individuos nuevos sobre el lomo de Appa, el viejito bonachón no era un problema, pero Zuko, el príncipe de la nación del fuego, no le agradaba para nada. Estaba a dos palabras de lanzarlo de la silla de Appa, se calmó y miró a su hermano en la cabeza del bisonte. Estaba serio como nunca, con toda una maraña de pensamientos se preguntó a dónde se dirigían.

Viaje en el tiempo (Taang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora