"El miedo me hace caer, confundiendo lo que es real."
Crawling - Linkin Park.
𝙉𝙤𝙩𝙖 5.2: 𝙀𝙣 𝙚𝙡 𝙊𝙟𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙏𝙤𝙧𝙢𝙚𝙣𝙩𝙖
Hay una tormenta que nunca cesa, una tormenta que ruge en mi mente y se lleva consigo cualquier fragmento de paz que intento atesorar. Es un caos silencioso, una maraña de pensamientos que se enredan, se retuercen y me estrangulan desde dentro. No puedo escapar, y eso es lo que más me asusta. Estoy atrapado en el ojo de esta tormenta, donde todo está en calma, pero el borde de la destrucción siempre está ahí, amenazando con devorarme.
Vivo con un miedo constante, un temor que no puedo nombrar, pero que siempre está presente, como un fantasma que se esconde en las sombras de mi mente. Es un miedo irracional, una ansiedad que se clava en mi pecho y me impide respirar con libertad. Cada día es una lucha por mantener la compostura, por no dejar que este miedo me controle, pero a veces me siento tan débil, tan incapaz de enfrentar lo que sea que esté al acecho. No sé qué es lo que temo exactamente, pero siento que si dejo que se acerque, me destrozará por completo.
Hay una voz en mi cabeza que nunca se calla, una voz que me susurra que no soy suficiente, que nunca lo seré. Me dice que no importa cuánto lo intente, siempre fallaré, siempre decepcionaré a quienes me rodean. Esa voz me recuerda cada error que he cometido, cada momento en que he sido débil, en que he dejado que mis miedos dicten mis acciones. Me susurra al oído que soy un impostor, que no merezco el amor que se me ha dado, que tarde o temprano seré descubierto y abandonado.
Y con esa voz, viene la culpa, un peso que llevo sobre mis hombros día tras día. Siento que estoy traicionando a la persona que más amo al no ser honesto, al ocultarle partes de mí que me aterran, que me avergüenzan. Cada vez que lo miro, siento que estoy mintiendo, que estoy construyendo nuestra relación sobre una base de falsedades. Y aunque sé que no es justo para ninguno de los dos, el miedo de perderlo me paraliza, me impide decir la verdad. La culpa se acumula, me aplasta, me deja sin aliento, y no sé cómo liberarme de ella.
A veces, la vergüenza me consume. Me siento pequeño, insignificante, como si no fuera más que una sombra de lo que debería ser. Miro a mi alrededor y veo a personas que parecen tenerlo todo bajo control, que no luchan con los mismos demonios que yo, y me pregunto por qué no puedo ser como ellos. La vergüenza me hace dudar de cada palabra que digo, de cada acción que tomo. Me hace sentir que, de alguna manera, estoy fallando en todo, que no soy lo suficientemente bueno para él, ni para nadie.
Y la ansiedad... oh, la ansiedad es un monstruo insaciable. Se alimenta de cada pequeño pensamiento, lo amplifica, lo distorsiona hasta que ya no puedo distinguir entre lo real y lo imaginario. Mi mente se convierte en un campo de batalla donde cada preocupación, cada duda, se convierte en una amenaza inminente. Me preocupo por cosas que no tienen sentido, por cosas que sé que no deberían importarme, pero no puedo evitarlo. La ansiedad me mantiene despierto por las noches, me roba el sueño, me convierte en un prisionero de mis propios pensamientos.
En los momentos más oscuros, siento que estoy perdiendo la esperanza. Me pregunto si alguna vez seré capaz de salir de este ciclo de dolor y confusión. La desesperanza es un veneno que se filtra en mi mente, que me hace cuestionar si todo esto vale la pena. Me pregunto si estoy destinado a fracasar, si alguna vez podré ser verdaderamente feliz. A veces, todo parece tan difícil, tan imposible, que quiero rendirme, dejar que la tormenta me lleve y me arrastre hacia el abismo.
Pero lo que más me atormenta son las pesadillas. No son sueños, son realidades alternativas que mi mente crea para torturarme. En estas pesadillas, lo pierdo todo: a él, a mí mismo, a la esperanza. Me despierto en medio de la noche, con el corazón acelerado, con el sudor cubriendo mi cuerpo, y me toma un tiempo darme cuenta de que solo fue un sueño. Pero el miedo persiste, el temor de que algún día esas pesadillas se conviertan en realidad. No puedo sacudirme esa sensación de que estoy caminando sobre una cuerda floja, y que un solo paso en falso podría llevarme a una caída sin fin.
La confusión es la niebla que envuelve todo. No sé qué hacer, no sé cómo lidiar con todo esto. Mis emociones son un enigma que no puedo resolver, un laberinto sin salida. Cada vez que creo que he encontrado una respuesta, un camino a seguir, la confusión regresa y me deja de nuevo a oscuras. No sé qué es lo que quiero, no sé qué es lo que necesito. Solo sé que estoy cansado, agotado de pelear contra mis propios demonios, de intentar mantenerme a flote en un mar de dudas y miedos.
"Y, sin embargo, sigo aquí."
Cloud-06-tme
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𓊈 𝖤́𝙑𝙀𝙄𝙇 𝘿'𝙊𝙈𝘽𝙍𝙀 𓊉 ™
Random"En 'Éveil d'Ombre', comparto mi viaje a través de mis miedos más profundos. Cada palabra refleja mi lucha con el dolor y la oscuridad que sentía por dentro. A medida que enfrentaba mis temores, descubrí una luz inesperada que brillaba más fuerte cu...