𝙉𝙤𝙩𝙚 4: 𝙎𝙚𝙚𝙠𝙞𝙣𝙜 𝙍𝙚𝙛𝙪𝙜𝙚 𝙞𝙣 𝙩𝙝𝙚 𝙉𝙚𝙩𝙬𝙤𝙧𝙠𝙨

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"Escucho voces en mi mente y me persiguen"

Black Out Days - Phantogram.

𝙉𝙤𝙩𝙖 4: 𝘽𝙪𝙨𝙘𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙍𝙚𝙛𝙪𝙜𝙞𝙤 𝙚𝙣 𝙡𝙖𝙨 𝙍𝙚𝙙𝙚𝙨

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𝙉𝙤𝙩𝙖 4: 𝘽𝙪𝙨𝙘𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙍𝙚𝙛𝙪𝙜𝙞𝙤 𝙚𝙣 𝙡𝙖𝙨 𝙍𝙚𝙙𝙚𝙨

Los libros habían sido mi refugio desde que tenía memoria, páginas llenas de mundos que podía visitar, personajes que se convertían en compañeros temporales, y relatos que, aunque ficticios, ofrecían verdades más profundas que la propia realidad. Solía perderme en ellos, sumergiéndome en historias que me permitían escapar, aunque solo fuera por un rato, del peso que sentía en mi vida diaria. Pero a medida que la niebla en mi mente se volvía más densa y el silencio más opresivo, incluso los libros comenzaron a perder su magia.

Leía por hábito, pasando mis ojos por las palabras impresas, pero algo había cambiado. Las historias que antes me absorbían por completo ahora se sentían distantes, como si estuviera observando a través de un vidrio empañado. Los personajes que alguna vez me resultaban entrañables parecían planos, sus luchas y triunfos incapaces de despertar en mí la misma emoción que antes. Intentaba concentrarme, obligarme a seguir adelante, pero cada vez me resultaba más difícil mantener el hilo de la trama, como si mi mente estuviera en otro lugar, enredada en pensamientos que no podía sacudir.

Fue en esos momentos, cuando los libros ya no podían ofrecerme el consuelo que necesitaba, que comencé a buscar refugio en otro lugar. No sabía exactamente qué buscaba, solo sabía que no podía seguir enfrentando el silencio por mi cuenta. Y así, casi sin darme cuenta, me encontré recurriendo a las redes sociales, un espacio donde podía estar solo y acompañado al mismo tiempo, donde el ruido era constante y las distracciones infinitas.

Al principio, fue un alivio. Las redes ofrecían una desconexión rápida y fácil de mis pensamientos, un lugar donde podía perderme en las vidas de los demás sin tener que enfrentar la mía. Me sumergía en el flujo interminable de publicaciones, desplazándome sin cesar por fotos, vídeos y comentarios, dejando que el ruido digital llenara el vacío que el silencio había dejado. No importaba que muchas de esas interacciones fueran superficiales, lo importante era que me mantenían ocupado, distraído del abismo que sentía abriéndose dentro de mí.

Pero no pasó mucho tiempo antes de que esa distracción comenzara a sentirse insuficiente. Había algo en la naturaleza efímera de las redes sociales que solo acentuaba mi sensación de vacío, como si cada publicación, cada "me gusta", fuera una chispa que se apagaba demasiado rápido, dejando solo oscuridad detrás. Comencé a buscar algo más, algo que pudiera ofrecerme un sentido más profundo de conexión, algo que pudiera contrarrestar el peso del silencio que seguía acechando en los rincones de mi mente.

Fue entonces cuando descubrí un grupo en línea dedicado a la creación de mundos ficticios. Era un lugar donde la realidad se desvanecía y la imaginación tomaba el control, un espacio donde podía construir mi propio refugio, lejos de la monotonía de la vida diaria. Los miembros del grupo se dedicaban a crear historias colaborativas, universos enteros donde podías ser quien quisieras, vivir cualquier vida, experimentar cualquier emoción. Me atrajo la idea de poder perderme en un mundo que no era el mío, de poder dejar atrás la carga de mi propia existencia, aunque solo fuera por un momento.

𓊈 𝖤́𝙑𝙀𝙄𝙇 𝘿'𝙊𝙈𝘽𝙍𝙀 𓊉 ™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora