Esos bonitos par de ojos azules se dejan ver desorientados, cerrándose con fuerza para segundos después volverlos abrir esperando ya no ver borroso. Solo no esperaba lo que vería acontinuación y eso lo dejó sin aliento, abriendo sus ojos en grande ante la sorpresa de despertar en la misma cama de nada menos que su jefe. Ese "jefe" no es otro que Douglas Meyer, padre de Gerald.
Dumah (asistente de Douglas) cubre su boca con sus temblorosas manos, de esa forma evita soltar algún ruido a causa de la incomodidad en su espalda, cintura y ahí bajo principalmente. Bajando rápidamente de la cama.
Cuidadosamente recogió la ropa espaciada en el piso, limpió y se llevó todo lo que pertenecía a él. Saliendo de la habitación antes de que su jefe despierte y lo terminé tomando por el cuello todo porque pensaría que su asistente, hizo lo que hizo adrede solo para despertar en la misma cama, sin embargo eso no fue así.
Eso es lo que pasó hace unos minutos atrás ahora mismo el asistente se encuentra bajo la regadera, empujando suavemente sus dedos por ese estrechó e incómodo lugar, limpiando los residuos que se seguían en su interior, su jefe había dejado salir mucho de su semilla dentro del asistente.
—Esto no puede estar pasando, no otra vez.—Susurró al tiempo que muerde su labio inferir, tan fuerte que podría empezar a sangrar en cualquier segundo.
Su rostro se encuentra muy pálido, sigue relacionando tan sorprendiendo cómo la primera vez en que despertó en los brazos de su jefe.
—¿Por qué sigo permitiendo que pase esto? Si sigo cayendo un día de estos se dará cuenta y terminaré muy mal.—Suelta un profundo suspiro.
‹Esto estan frustrante maldición, soy un alfa. ¿Cómo es posible que al final pierda la conciencia o me deje influenciar por la feromonas de mi jefe? ¡Es mi jefe! Si se entera que algo así pasó no una sino que incontables veces...me matará.› Sigue mordiendo su labio, frunciendo su ceño cada vez que esos dedos siguen abriéndose paso hacia lo profundo de su interior.
La primera en que Dumah tuvo relaciones con Douglas fue por culpa del rut del último mencionado, no logró controlar sus instintos y solo se llevó a su asistente a la habitación, confundiéndose. Creyó que Dumah era la persona que le serviría como compañero durante ese tiempo de tres a cuatro día con su ciclo de calor.
Dumah por supuesto que no pensaba permitirlo y mucho menos cuando sabía de lo que es capaz Douglas Meyer, por lo que busco a manera de inmovilizar a su jefe. Cuando creyó que lo estaba logrando y estába por salir de la habitación, Dumah fue atrapado nuevamente y en ese instante el alfa dejo salir ola tras olas de feromonas que terminaron por embriagar a Dumah.
Al principio esas feromonas le harán tan desagradable que el hecho de solo respirar causaba repulsion, no obstante entre más entraba en contado con ellas mas caliente se volvía el cuerpo de Dumah, el no entendía que estába sucediendo y del porque su cuerpo dejó de resistirse, sucumbido al extraño placer apoderándose de su cuerpo.
Su cuerpo podría estár sumergido en el placer pero su mente en todo momento estuvo tan clara como agua cristalina, algo que le hubiese estado nublada para no recordar nada de lo que sucedería esos días en que se dejó llevar y rompió la regla de nunca meterse con su jefe.
Pese a lo que sucedió esa primera vez, Dumah tuvo la suerte de despertar primero, limpiar todo y actuar como si nunca paso absolutamente nada. En ese momento suspiro aliviando así como agradecido que los alfas cuando tienen su rut (celo) la mayoría de las veces por no decir casi siempre suelen olvidarlo, al dejarse influenciar por su lado animal solo dejan afuera sus instintos y su racionalidad se desaparece en esos momentos.
Y como lo tendría previsto Dumah ese día su jefe no recordó absolutamente nada, Douglas creí que había dormido con un omega que fue proporcionado por su asistente. Sin embargo, ya para la segunda vez que Douglas volvió entrar en su ciclo de calor ya no pudo hacer nada con las dos personas que fueron llevadas a su habitación, le desagrado el olor que desprendían y mucho menos le agradaba lo que sentía al caricias sus suave piel.
Por lo tanto Douglas todo desorientado y jadeando al igual que un animal entró a la habitación de Dumah, este está durmiendo cuando despertó asustado al percatarse que alguien estaba subiendo encima suyo. Sus manos se quedaron en el aire sin poder alcanzar la pista porque reconoció a la persona encima suyo, era su jefe queriendo volver a probar y disfrutar una vez más lo que saboreo la última vez.
Es lo mismo que pasó en está ocasión, Douglas había ido otra vez en busca de Dumah, ha sido así cada vez que entra en su ciclo de calor.
—Seamos positivos.—Apaga la regadera.—Otra vez no recordará absolutamente nada, sí. Así será.—No obstante se sentía extraño, inquietó porque era la primera vez que Douglas se corrió dentro.
Nunca había pasado algo como eso porque Douglas no tenía pensado, ni quería embarazar a nadie. Dejar hijos regados o ilegítimos eso nunca. Su único hijo solamente será Gerald y jamás tenía pensado en darle un hermano.
—Mi espalda me está matando y lo peor que tengo que actuar como si nada me sucede.—Va al armario por algo de ropa.— También tengo que supervisar las cámaras de seguridad, ver si el joven maestro llevó a alguien a su departamento.—Se viste rápidamente sin imaginar que está sucediendo en la habitación de la que salió huyendo anteriormente.
Unas grandes pero muy escandalosas carcajadas resuenan en el interior de esa destrozada habitación, desde almohadas tiradas al suelo hasta sillones volteados (fue obra de los dos alfas al tener relaciones) parecía que dos animales peligrosos se habían debatido a un duelo en vez de volverse uno.
—Así que volvió a escapar.—Sigue sonriendo.—Es una lastima que no esté conmigo cada vez despierto.—Esos ojos ámbar brillan peligrosamente.
‹La primer y tercera vez no tenía ningún idea de que pasaba mi rut con mi silencio, y muy eficiente asistente Dumah. Me sorprendió que a pesar de que hayamos dormido juntos no me dijo nada, ni siquiera mencionaba ese tema y cuando le preguntaba al respecto siempre tenía una respuesta para todo, por ello creí que con quienes pasaba mi rut eran personas muy compatibles conmigo.
No obstante para la cuarta vez que entre en mi rut, tuve la suerte de mantenerme consiente por unos minutos solo para llevarme la sorpresa que estaba en la habitación de Dumah, más preciso arriba del mientras sus muslos descansaban en mis hombros.
Fue una vista sorprendente y sobre todo me quedé absorto en su expresión tan lasciva, era la primera vez que veía una expresión que no fuera la seriedad que siempre traía consigo.
No negaré que en ese entonces tuve ganas de agarrarlo por el cuello, apretar tan fuerte hasta que perdiera el conocimiento y luego castigarlo por tener la osadía de mancillar mi cuerpo sin embargo, tenía que aceptar que fui yo quién lo fue a buscar...y me terminó encantado su sabor, lo estrechó que puede llagar hacer.
Soy un alfa y no debería de meterme con otro alfa, eso es algo humillante, pero si lo pienso desde otra perspectiva no soy yo quién está siendo humillado. Soy yo el que hace que otro alfa tiemble y gima de tal manera cada vez que lo embisto bruscamente, apretando mi miembro tan fuerte.› Lleva su mirada bajo la colcha solo para ver despierto su virilidad, se había emocionado al recordar las expresiones y gemidos de su asistente Dumah.
—Por el momento dejemos eso de lado, habrá otro momento en que profundizare tal situación.—Lleva sus manos tras su cabeza.—Aquí lo único importante es traer de regreso a casa a mi hijo.—No queda de otra que traerlo a la fuerza, no lo obligaré a casarse con quién no quiera. Lo dejaré escoger a su propia pareja pero a cambio tiene que convertirse en el presidente del grupo Meyer.
Primero se lo planteará a Gerald y según como reaccioné o respondan, puede que las cosas resulten sin llegar a utilizar la fuerza bruta entre ambos.
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Un futuro incierto
Fiksi UmumEstá es la historia de Roshan Simmons Astor. Él hijo de los protagonistas de "Villano de mi propia historia" para poder entenderle les recomiendo que lean primero la historia de sus padres. El día a día de Roshan siempre era perfecto, su vida era pe...